domingo, 27 de diciembre de 2009

Soy leyenda, de Richard Matheson

Soy leyenda es una novela con letras mayúsculas. Escrita en 1954 por el escritor norteamericano Richard Matheson (nacido en 1926), considerado por Ray Bradbury como "uno de los mejores escritores del siglo XX", es algo más que una novela sobre vampiros. Es una novela sobre la supervivencia de un hombre, Robert Neville, el último hombre del planeta después de que una guerra bacteriológica haya diezmado la humanidad y convertido a unos cuantos en vampiros. Reconozco que he conocido la novela después de ver la película protagonizada en 2007 por Will Smith, que me gustó bastante. Sin embargo, aunque la película no es precisamente fiel al libro, el final de éste es también impactante.
La vida de Robert en 1975 es una lucha diaria por la supervivencia, basada en una "rutina" que le ocupa las mañanas buscando provisiones, arreglando la casa, quemando cuerpos de vampiros y matando a aquellos que duermen; por la noche se encierra en su casa y escucha música clásica a un alto volumen para no escuchar a los vampiros que acechan su casa y le llaman. Sentirse solo (su mujer y su hija murieron infectadas) es la mayor carga que debe soportar este hombre, que se refugia en el alcohol y flirtea con el suicidio. A las etapas de abatimiento y depresión le siguen los momentos frenéticos de estudio de los vampiros y su comportamiento, y sobretodo la forma de acabar con ellos.
Su vida "rutinaria" se verá alterada por la aparición de un perro, el primer ser vivo no infectado con el que puede entablar una relación. Poder ganarse la confianza del perro se convertirá durante meses en un motivo para vivir y seguir investigando sobre la naturaleza del virus y la forma de erradicarlo.
Cuando Neville acaba por convencerse que es el único hombre sano que queda en la tierra, aparece una mujer. Por fin, Neville puede hablar con alguien, explicar su trabajo, su vida. Ella reaviva sus esperanzas. Pero ella pertenece a una nueva sociedad, un grupo humano en el que Neville no tiene cabida, porque está sano, él será el monstruo para los otros. El final se lo dejo a los lectores.
La novela plantea un mundo postapocalíptico provocado por las consecuencias del desarrollo armamentístico (armas nucleares, bacteriológicas), un miedo latente en los años de la Guerra Fría ante una posible desaparición de la humanidad. Pero, ¿qué pasa si la humanidad no muere, sino que se adapta a las nuevas condiciones?
A pesar del pesimismo por la destrucción de la raza humana, me quedo con algo que nunca debemos perder, la esperanza. Robert Neville sabía que era el único hombre sano que quedaba vivo, y sin embargo, seguía luchando por sobrevivir. La vida seguía valiendo la pena.

martes, 22 de diciembre de 2009

La máquina del tiempo, de H. G. Wells



Herbert George Wells (1866-1946) fue un escritor e historiador británico, famoso entre otras por sus novelas de ciencia-ficción, entre las que se encuentran las archiconocidas La guerra de los mundos y La máquina del tiempo.
La máquina del tiempo, escrita en 1895, es una novela de ciencia-ficción pero también una reflexión sobre el progreso de la Humaniad. Varias veces adaptada al cine, es una novela corta (138 p.) protagonizada por el Viajero del Tiempo, el cual explica a sus amigos que ha construido una máquina del tiempo para poder viajar en el pasado o en el futuro. Después de realizar un apasionante viaje a un futuro muy lejano (año 802701) regresa para contar su historia, que nosotros conoceremos por los recuerdos de uno de los presentes a la reunión de amigos. En sí, la novela, salvo la introducción, es el relato de las aventuras del Viajero del Tiempo en un mundo futuro que parece idílico al principio, con sus humanos sonrientes y felices, cándidos, inocentes, conocidos como los Eloi, que se alimentan de fruta, viven en palacios en ruinas, y disfrutan de los placeres de la vida. Después de una buena primera impresión, el Viajero del Tiempo pronto comienza a desengañarse: los Eloi simbolizan la decadencia de la raza humana, los libros no existen, los museos han sido abandonados, la vida discurre plácidamente para unos seres que no se hacen preguntas, no inventan, no crean, parece como si todas las preguntas del hombre estuvieran respondidas y ya no hubiera nada que hacer.
Pero junto a los Eloi, que viven en la superficie, habitan en las profundidades oscuras de la tierra, los Morlocks, una raza humana degenerada que come carne humana (se alimenta de Eloi), que lleva tantos años viviendo bajo tierra, junto a las máquinas, que huye de la luz, y se han convertido en seres que más parecen animales que humanos.
El Viajero del Tiempo trata de recuperar la máquina, robada por los Morlocks, ante la pasividad y el miedo de los Eloi, que poco o nada ayudan a nuestro protagonista. La decepción del Viajero es enorme, esperaba un mundo diferente, y lo que encuentra es una raza humana dividida en una clase opulenta pero decadente (los capitalistas) y una clase pobre y degenerada (los obreros). La comparación no es mía, la hace el propio Viajero. Wells introduce la cuestión de la lucha de clases adaptada a un futuro muy lejano.
La lectura del libro imprime en el lector la sensación de pesimismo por plantearnos un futuro en el que los conocimientos adquiridos a lo largo de los siglos por el hombre se han olvidado, el hombre se ha embrutecido y ha entrado en decadencia, y aunque no parece la diferenciación social en la superficie (los Eloi viven en comuna), esos Morlocks son los herederos generacionales de las clases bajas, obligadas a vivir en la miseria y en la oscuridad, pero que acaban por rebelarse contra sus propios amos. ¿Un anticipo de la revolución rusa?
El lector sigue ávidamente las aventuras del Viajero y espera que el futuro sea bien diferente al que nos presenta. Creo que Wells hace que el Viajero quede decepcionado, compartiendo esa decepción con el lector.
Pero el Viajero no se rinde, emprenderá otro viaje al futuro cuyo relato no conocemos. Eso queda para nuestra imaginación. Porque viajar en una máquina del tiempo sigue siendo un viejo sueño del hombre. Y que lo siga siendo.

"No hay diferencia entre el Tiempo y cualesquiera de las tres dimensiones del Espacio, salvo que nuestra conciencia se mueve a lo largo de ellas."

domingo, 13 de diciembre de 2009

El caso Saint-Fiacre, de Georges Simenon

Georges Simenon, el escritor belga nacido en 1903 y fallecido en 1989 en Lausana, era un escritor prolífico (¿quién puede escribir 192 novelas con su firma y algunas más bajo seudónimo?) aunque renunciara a la escritura en 1972, un viajero incansable y un enamorado de las mujeres. En ese mar inabarcable que es la literatura, hasta un autor tan omnipresente puede pasar desapercibido en mi biblioteca, entono el mea culpa. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y por fin he conocido a este interesante novelista, y a su personaje más emblemático, el comisario Maigret de la Policía Judicial francesa. Maigret nace para la literatuta en los años 30 y protagonizará muchas novelas (y también muchas películas). Me abruma decir la cifra: 75 novelas y 28 relatos cortos. Un personaje tan prolífico como su creador.

Simenon construye en El caso Saint-Fiacre (escrita en 1932), la decimocuarta aventura de Maigret, una trama simple, ¿hace falta hacer complejas las tramas para enganchar al lector? Yo la he leído de un tirón. Los personajes son pocos, y entre ellos se encuentra el asesino, porque sí, hay un asesinato y un cadáver, la condesa de Saint-Fiacre, que muere arrodillada en la primera misa del Día de Difuntos. No hay sangre, no hay escenas truculentas. Solo un comisario que vuelve al pueblo de la infancia intrigado porque en los periódicos un anuncio enigmático decía que el día de Difuntos se produciría un crimen en Saint-Fiacre. El pueblo trae muchos recuerdos a Maigret, un comisario cuarentón con pipa en mano, que pronto se convierte en un personaje entrañable al que nos gustaría acompañar en sus pesquisas. Un Hercules Poirot, una Miss Marple, y por qué no, un comisario Montalbano (aunque éste tiene mucho más genio), son otros personajes que me han venido al recuerdo leyendo esta novela. Una novela corta, 137 páginas, de lectura tan fácil como la trama, pero a veces la sencillez no está reñida con la sorpresa. La forma de desenmascarar al asesino es insólita porque Maigret parece un espectador más, aunque la puesta en escena homenajea el modus operandi de Poirot en las novelas de Agatha Christie.

Maigret observa, disecciona y tuerce el gesto al ver la decadencia moral de la sociedad, donde el dinero está por encima de cualquier otra cosa. Maigret resuelve el caso de una manera sencilla, casi sin quererlo, atando cabos mediante la observación de los comportamientos humanos.
Me gusta una frase que leo en la wikipedia sobre Maigret (que como personaje ficticio tiene también su autobiografía), así que la reproduzco tal cual: "A través del comisario Maigret, Simenon nos cuenta historias policiales pero sobre todo nos cuenta historias de personas, pueblos y ciudades, pequeñas historias que trascienden lo local al tratar temas universales".

domingo, 6 de diciembre de 2009

Poemes d'anada i de tornada (Antologia), de Joan Brossa


Joan Brossa, poeta català (1919-1998) es d’aquells escriptors que no et deixen indiferent. Ja fa gairebé deu anys o més, que vaig llegir aquest llibre i he de reconèixer que em va resultar d’allò més interessant, no sols pels seus versos senzills i captivadors, sinó pels seus escrits “escèptics, descreguts i realistes”. Eixa fidelitat a si mateix, ens mostra poemes amb una nitidesa i una visió prou particular que potser no hauriem imaginat.
Joan Brossa va guanyar diferents guardons al llarg de la seva vida com: el premi Lletra d'Or (1981), Ciutat de Barcelona (1987), Medalla Picasso de la Unesco (1988), Nacional d’Arts Plàstiques (1992), Medalla d’Or al Mèrit en les Belles Arts (1995) i el Nacional de Teatre de la Generalitat de Catalunya (1998).
És dificil dir alguna cosa sobre aquest autor quan els seus escrits parlem per ells mateixos. Aquest és un llibre per a gaudir i per a reflexionar. Crec que no calen paraules per a intentar descriure’l, així que deixe una xiqueta mostra de la literatura i d’alguns fragments de converses del poeta.

“La poesia no és una força de xoc, sinó d’ocupació”
“La fidelitat a un mateix esdevé la forma més difícil d’honestedat personal”
“Madurar vol dir saber quedar-se amb l’essencial”
“Allò que no s’engull la societat de consum és el que resta marginat. Davant d’aquesta situació només tenim tres posicions possibles: integrar-se, lluitar contra el sistema o marginar-se.”
“Per als ateus no hi ha resposta al misteri de la vida; per als creients no hi ha pregunta. Estem iguals!”



Si oblido
el passat, igual puc oblidar
un dia el que ara sento
per tu.
Pensa
que, a les nostres
tempestes, s’hi afegeix
la rapidesa
del temps.




¿L’emoció regulada
o
l’intel•lecte emocional?





MIRALL

Allò que penses de mi no em diu
res de mi, però m’ho diu tot
de tu.

martes, 1 de diciembre de 2009

Avantguardista. Manifestos, cal•ligrames i altres poemes, de Joan Salvat-Papasseit



J. Salvat-Papasseit (1894-1924) poeta català que va morir molt jove a causa d’una tuberculosi i, tot i la seva mort prematura va arribar a escriure sis llibres de poemes i altres manifestos.

El seu pare va morir quan ell encara era molt xiquet, i es va haver de criar a l’Asilo Naval, una institució ubicada en un vaixell al port de Barcelona, es per tant aquest marc un dels més destacats al seus poemes: el port, la mar, el far, les gavines, etc.

La seva vida estaria marcada, entre d’altres, per les circumstàncies familiars, doncs a banda de la mort del seu progenitor, s’haurà de fer càrrec de la seva mare vídua amb pocs recursos i un germà més petit. Es llavors quan entra en contacte amb el món del treball i per tant amb l’explotació laboral i començarà a forjar-se dins opcions ideològiques de to radical. Salvat-Papasseit no va disposar de formació acadèmica, no obstant la construcció de la seva personalitat cultural, desordenada i autodidacta es va realitzar durant els primers anys en part gràcies a amistats d’aquell moment. Un ampli ventall literari va completar i complementar la seva formació, mitjançant lectures d’autors com Nietzsche, J. Maragall, C. Riba, J.V. Foix, etc.

El 1918 en J. Salvat abandona la lluita política i tria un alre camp: el literari. Comença activitats i empreses de tipus cultural (editor i constructor de llibres, difusor i autor de manifestos, creador i autor de versos) i troba en “els postulats avantguardistes una plataforma de projecció”. En Salvat-Papasseit va ser un dels seguidors del Futurisme a Catalunya i per tant un pioner en l’escriptura avantguardista d’aquell moment.

Aquest llibre fa un repàs de la seva vida i la seva obra literària, i encara que no es gens voluminós deixa entreveure a un home compromés amb el seu temps i el seu entorn social. Ja fa molts anys vaig llegir un llibre de poemes seu que em va deixar amb bon sabor de boca, especialment pels seus cal·ligrames per a mi totalment desconeguts a la meva edat adolescent i ara he volgut retrobar-me amb els seus versos amb una mirada un poc més madura.


SOTA EL MEU LLAVI EL SEU


Sota el meu llavi el seu, com el foc i la brasa,

la seda dels seus rulls com el pecat més dolç

-i l’espatlla ben nua

ben blanca

l’ombra corba

incitant

de l’esguard:

encara un altre bes

un altre

un altre

-quin perfum de magnòlia el seu pit odorant!




Aquests són alguns dels cal·ligrames que apareixen al llibre:





viernes, 27 de noviembre de 2009

Sangre romana, de Steven Saylor


"Sangre romana", del escritor estadounidense Steven Saylor (1956), combina dos de mis pasiones literarias, la novela histórica (sobretodo si es ambientada en el mundo romano, aunque me gustan todas las épocas salvo la egipcia) y la novela policíaca. Desde que Umberto Eco escribiera la fabulosa novela "El nombre de la rosa" en 1980, esta combinación ha sido especialmente fructífera en los últimos años, de hecho son muchos los investigadores o investigadoras profesionales u ocasionales que han tenido que desentrañar los entresijos de un asesinato entre los muros de una abadía medieval, entre las sinuosas calles de la populosa Roma imperial, bajo el abrasador sol del Egipto faraónico, etc.
Soy un admirador confeso de las novelas de Marco Didio Falco, investigador privado de la Roma de Vespasiano (69-79 d.C.), a quien la autora, Lindsey Davis, ha hecho protagonista de 19 aventuras (la última, "Alejandría", todavía no ha caído en mis manos). Cuando descubrí a Falco a mediados de los 90, ya había nacido literariamente Gordiano el Sabueso, también un investigador privado de la Roma del final de la República (desde el 80 a.C. en adelante), una época especialmente convulsa políticamente hablando y por tanto muy jugosa para el escritor. Steven Saylor da vida a Gordiano por primera vez en 1991, dos años despúes de la aparición de Falco en la Plaza de la Fuente ("La plata de Britania"). Desde entonces crea una serie de aventuras protagonizadas por este investigador englobadas en la serie Roma sub rosa.
Es inevitable hacer paralelismos entre un personaje y otro, los dos son jóvenes investigadores privados, solitarios (Falco dejará de serlo), que sobreviven a base de pequeños trabajillos (aunque Gordiano vive más holgadamente en una casa amplia con una esclava egipcia), y que conocen perfectamente los bajos fondos de Roma.
El argumento es bien sencillo: durante la dictadura de Sila, después de un período convulso de guerra civil y proscripciones, Gordiano debe investigar el asesinato de Sexto Roscio en Roma, mientras iba a un burdel. Del asesinato ha sido acusado su hijo y un parricidio en Roma es considerado un horrible acto que requiere de un castigo ejemplar (meter el cuerpo del asesino en un saco junto a varios animales y ser arrojado al Tíber). Gordiano debe descubrir a los verdaderos asesinos antes del juicio, y el abogado defensor no es otro que un imberbe Cicerón que está ante su primer caso importante.
El autor nos plantea una historia donde la justicia no es precisamente ciega y la culpabilidad o inocencia depende de la oratoria de un buen abogado. El caso se basa en un discurso de Cicerón titulado "En defensa de Sexto Roscio". Gordiano, haciendo honor a su sobrenombre de Sabueso, descubre lo que hay detrás del asesinato, pero a veces la verdad no importa.
Me gusta el modo de proceder de Gordiano, tan parecido al de Falco, aunque Saylor no lo ha dotado de la ironía tan mordaz del investigador imperial. La ambientación de la ciudad de Roma está muy lograda, y eso ayuda a que uno se sienta a gusto en la novela, y los personajes no quedan para nada desdibujados, sobretodo Cicerón. Es una novela entretenida, no me ha entusiasmado tanto como en su día "La plata de Britania", pero sí lo suficiente como para que siga leyendo la saga de Gordiano, cuya segunda aventura es "El brazo de la justicia".
Si te gusta la novela histórica y la policíaca, la primera entrega de la saga de Gordiano es un buen comienzo. A mi querido Falco le ha salido un competidor digno, aunque no contemporáneo.

viernes, 6 de noviembre de 2009

El Día D. La batalla de Normandía, de Antony Beevor


Por fin he terminado el último libro de Beevor publicado por Crítica este año, 655 páginas de relato vívido de una de las batallas claves de la II Guerra Mundial. Digo por fin no porque me haya resultado pesado, al contrario, sino porque leer un poco por las noches, que es cuando normalmente leo, alarga los libros.
Antony Beevor (1946) es un historiador británico autor de varios libros convertidos en "best-sellers". Se ha especializado en la II Guerra Mundial y más concretamente en sus batallas ("Stalingrado", "Berlín 1945: la caída", "La batalla de Creta"), aunque también ha narrado la Guerra Civil Española.
No he leído ninguna de sus obras anteriores a ésta, asignatura pendiente porque las tengo, pero sé que "Stalingrado" y "Berlín 1945: la caída" han recibido muy buenas críticas. Todo se andará. El problema de mi visión sobre el libro es que, para bien o para mal, no he leído otros ensayos sobre la batalla (Cornelius Ryan, Stephen Ambrose, o John Keegan y su "Seis ejércitos en Normandía"). Es lógico pensar por tanto que esté impresionado por el relato de Beevor aunque soy consciente de que es la visión de este historiador.
En esencia, el libro trata de transmitir que no solo los nazis cometieron atrocidades en Normandía (matanzas de civiles, ejecuciones de prisioneros, etc.) sino que también los aliados se mostraron "salvajes" con los soldados alemanes, sobretodo con los de la SS, y que algunos bomboardeos aliados contra ciudades francesas de Normandía se podían haber evitado porque murieron miles de civiles. Lo que trata Beevor es de desmitificar la dicotomía generalmente aceptada de buen soldado aliado/inhumanos soldados alemanes.
La batalla narra desde la acción de los paracaidistas la madrugada del 6 de junio hasta la liberación de París el 25 de agosto.
De todo el relato me gustaría comentar algunas cuestiones:
- Que Beevor intenta convencernos de que los que más sufrieron en el desembarco fueron los soldados norteamericanos en la playa Omaha. Por el fuerte oleaje de ese día, el desembarco se desorganizó y las ametralladoras alemanas hacían estragos.
- Que los paracaidistas aliados realizaron una labor importantísima la madrugada del 6 de junio, tomando puentes, cortando comunicaciones, sembrando el caos entre los alemanes.
- la tardanza en movilizar las divisiones alemanas tras el desembarco se debió a que Hitler seguía pensando que el gran desembarco sería en Calais, lo que muestra el éxito de las operaciones de desinformación aliadas.
- Que en la batalla de Normandía se impuso la guerra de desgaste en un terreno difícil para los blindados y la infantería ("bocage"); los alemanes no tenían posibilidades de ser reemplazados, ni siquiera de planear una contraofensiva.
- Que la inflexibilidad de Hitler (no admitía retiradas) acabaría por destruir al ejército alemán en Normandía y Francia se perdería. Como en Stalingrado.
- La valiosísima acción de los bombardeos aliados, que entorpecieron el avance de las divisiones alemanas que se dirigían a Normandía (la Hitler Jugend y la Lehr Division). Sin esta acción, todo lo logrado el 6 de junio se hubiera ido al garete.
- La mala opinión de Beevor respecto a Montgomery, el general británico, es evidente a lo largo del libro (como la de De Gaulle): por ejemplo, lo critica por no haber previsto el siguiente paso al desembarco, por no tomar Caen el 7 de junio, por su lentitud en el avance, etc.
- El caos en la estructura de mando alemán queda evidenciado en estas palabras del general Von Schweppenburg: "En un momento en el que absolutamente todo dependía de acciones rápidas, sólo se dieron órdenes a dos divisiones y media desde los siguientes cuarteles generales: el del I Cuerpo Acorazado de la SS, el de la Panzergruppe West, el del 7º Ejército destacado en Le Mans, el del Grupo de Ejército B, el del OB West y el del OKW". (p. 216)
- la supremacía aérea aliada no se vio molestada por una desaparecida Luttwaffe. ¿Dónde estaba? Los soldados alemanes se quejaban amargamente de la ausencia de sus aviones.
- Esta es la opinión de uno de los generales alemanes sobre Hitler: "al igual que en el frente oriental, Hitler no quería ver la realidad y que cuando sus sueños no conseguían materializarse buscaba un chivo expiatorio".
- A pesar de la desorganización, de la escasez de tropas y combustible, las tropas alemanas se defendieron con uñas y dientes y ralentizaron el avance aliado. Eran de hecho mejores que las norteamericanas (en Normandía, la infantería norteamericana sufrió un 85% de bajas).
- sobre la "fatiga de combate", que Patton definía como cobardía: "Casi la mitad de las bajas por agotamiento de combate fueron reemplazos que se vinieron abajo al cabo de menos de 48 horas de estar en el frente".
- eso sí, los americanos habían aprendido muy bien la lección de cómo combinar infantería, blindados y apoyo aéreo: "cada vez que llegaban a un puesto de bloqueo en la carretera, el oficial de enlace de aviación que iba en el tanque o en el semioruga simplemente pedía ayuda a una escuadrilla de aviones y la posición defensiva era destruida".

En fin, tantas cosas se podrían comentar. Este libro me ha dejado un muy buen sabor de boca. Muy recomendable.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Solo de amor, d'Alejandro Jodorowsky


Alejandro Jodorowsky (Xile 1929), és un artista polifacètic com n’hi ha pocs. D’origen jueu-ucranià, cap als vint-i-quatre anys va marxar de Xile, va viure gairebé vint anys a Mèxic, i des de la dècada dels anys vuitanta resideix a França. Entre les moltes i variades facetes de Jodorowsky destaquen les de: filòsof, escriptor, dramaturg, actor, poeta, director de cinema, guionista de còmics, instructor del tarot, mim, psicoterapeuta i psicomag. Potser la seva aportació més controvertida és la de la psicomàgia, tècnica que barreja ritus xamànics, teatre i psicoanàlisi, on preten provocar en el pacient una catarsi de curació. Si més no pel que conta en algun dels seus llibres, ho ha aconseguit en molts casos i encara que sembla complicat, és tan senzill com mirar dins d’un mateix i ser conscients del que ens provoca el malestar per a poder donar una solució.
De Jodorowsky ens sorpren la seva poesia colpidora i senzilla a un temps. En un llibre d’ell titulat Psicomagia diu: “Creo que todo ser humano debe dedicarse a escribir poesía media hora al día, sin preocuparse de si lo que escribe es bueno o malo. [...] La poesía ha de ser una constante en la vida para depurar el ego... Cada día deberíamos realizar un acto gratuito, una cosa chiquita que sirva a los demás”. M’agradaria compartir alguns dels seus poemes del llibre Solo de amor amb aquells interessats, perquè per a mi va ser tot un descobriment conèixer el treball escrit d’aquest polifacètic personatge ara farà un any.

Cayendo de silencio en silencio
alrededor de tanta ausencia
me precipito hacia tus besos
esperando llegar al infinito centro
Pero la duda empaña mi certeza
La verdad es que no has estado nunca
y yo te añoro en el futuro


¿Qué significa lo eterno
sin tu mirada fugaz?
Tal como eres
sin menos ni mas


No es lo que fue
No es lo que será
No es lo que deseas
Es lo que ahora es


Dame
tus imperfecciones
con ellas me conformo

Aquests són alguns dels poemes que es poden trobar en aquest treball, que em sembla una autèntica delícia de la poesia contemporània. Molt recomanable.

jueves, 1 de octubre de 2009

Firmin, de Sam Savage


Firmin, és una d’aquelles novel·les que quan la veus a una llibreria et crida l’atenció. En aquest cas i en primer lloc, el ratolí que apareix a la portada del llibre resulta molt simpàtic, té el cap gros i està escanyolit. Després al llegir la contraportada del llibre, sempre et sents atret (com a lectora que sóc) per tot allò relacionat amb els llibres, les llibreries, etc. Firmin ho reuneix tot, i després descobreixes més coses en ell que el fan un personatge entranyable. Per fi, va sortit el llibre no sols en versió butxaca, sinó també en català i de seguida el vaig comprar, i “devorar”.

Firmin és un ratolí que naix a la petita llibreria Pembroke d’un barri de Boston durant els anys seixanta del s. XX. Comença devorant llibres per a alimentar-se (“No hi ha res com tenir gana. El mer fet de mastegar i empassar-se alguna cosa, encara que no alimenti el cos, nodreix els somnis. I els somnis de menjar són com qualsevol altre somni: en pots viure, mentre no et moris”). Després acabarà devorant-los d’un altra manera, i es penedirà d’haver-se menjat molts fulls de novel·les essencials per a la història de la literatura. És una rata culta, amb una capacitat desproporcionada per a la lectura (que molts voldríem), solitària, cinèfila, que es troba fóra de lloc entre els de la seva espècie, però aspira a aconseguir l’amistat dels humans que té més pròxims, en Shine (el llibreter) i en Jerry Magoon (solitari, escriptor fracassat, aficionat a la beguda, que intenta trobar el sentit de la vida, i que no arriba a fer-ho). D’aquest últim ho aconseguirà i conviurà amb ell durant mesos.

Firmin no sols sent feblesa per la bona literatura, sinó per la bona música, i el cinema, i té una sensibilitat increïble per a totes aquestes arts. Admira a grans figures de la música com Cole Porter, Billie Holliday, Charlie Parker, etc. a més de les pel·lícules de Fred Astaire i Ginger Rogers. És un enamorat d’aquesta última. Una de les característiques d’aquesta rata és com descriu el seu dia a dia. I ho fa de la manera més normal, com els humans: llegia el diari, després sortia a passejar pel parc, menjava en companyia d’en Jerry, tocava el piano de joguina que hi havia a casa, etc. Hi ha moments en els quals no pots evitar riure o somriure amb els seus comentaris, gairebé sempre irònics que descriuen la seva realitat.

A la història, a banda de trobar referències literàries continues, comentaris de música i pel·lícules, Firmin ens fa integrar-nos, no sols en la quotidianitat d’en Shine (com duia la seva botiga, com trobava els llibres quan algú li preguntava, com prenia cafè mentre llegia el diari, etc.), o en la d’en Jerry, sinó en la vida de la gent (i de les rates) d’un barri decadent, que des de l’ajuntament volen fer desaparèixer. Assistim al deteriorament, a la destrucció, no sols del barri, sinó de la seva gent i les seves vides. Veiem com la gent ha de marxar, els botiguers han de tancar i el llibreter que no es vol resignar a fer-ho, acabarà regalant aquells llibres que no ven, així en Shine va col·locar un cartell a l’aparador de la Pembroke: “Llibres gratis. Emporti’s tots els que pugui carregar en 5 minuts”, i tot seguit en Firmin comenta: “Llibres gratis, com després de la revolució. [...] El cartell va tenir un efecte immediat –com es mobilitza la gent quan hi ha coses gratis-, i els cinc dies següents van ser un caos”. Una imatge dolorosa aquesta, especialment quan la gent agafa els llibres per després llençar-los.

Firmin és una rata que aspira a escriure la seva història, que se sent diferent a la resta, que busca en els humans una relació excepcional. Una de les frases que diu recordant la seva relació amb en Jerry, i després d’esmentar a J. London i Stevenson és aquesta: “Sempre em penso que tot durarà per sempre, però res no dura per sempre. De fet, res no existeix més enllà d’un instant, excepte les coses que retenim en la memòria”.

Aquesta és la primera novel·la d’en Sam Savage, es va publicar el 2006. La informació que existeix sobre l’autor, en cap moment fa referència la seva data de naixement, però per les fotos sembla que tinga entre els 68-75 anys. És doctor en Filosofia per la Universitat de Yale i va fer classes a Harvard, a més de treballar de mecànic, fuster, pescador, etc. Firmin va ser publicada per una petita editorial de Minneapolis i gràcies a la publicitat del “boca-orella” es va convertir en tot un èxit.

Una novel·la curta, divertida, plena d’humor negre i al·legories que si llegeixes et farà passar una bona estona. Totalment recomanable, especialment per als amants dels llibres i el món que els envolta.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La reina en el palacio de las corrientes de aire, de Stieg Larsson


Con un título muy poético, Stieg Larsson cierra, muy a mi pesar, y obligadamente por su repentina muerte, una trilogía realmente sobresaliente. Esta tercera entrega, un "mamotreto" de más de 800 páginas, se lee con fruición desde la primera página, aunque para mí la novela vuelve a ir in crescendo hasta alcanzar el clímax, lo cual es un mérito del escritor que no siempre se consigue. Pero también se lee con desesperación porque cada página que pasa implica que el final de la historia está cerca.
Es toda la trilogía una denuncia del machismo que impera en la sociedad actual, un machismo que muchos achacan a grupos sociales con poca o nula educación en la igualdad de sexos, pero, ¿qué pasa cuando el machismo está tan presente en una sociedad tan moderna y tan supuestamente igualitaria como la sueca? Algo chirría en la sociedad actual. ¿Es un problema de educación?
Stieg Larsson denuncia una sociedad sueca enferma, lastrada por la corrupción policial y judicial, la violencia (sexual sobre todo), el amarillismo de la prensa, la ineptitud de los políticos, los efectos nocivos del capitalismo, etc. La mujer, para Larsson, a pesar de todos los derechos que enumera la Constitución, está indefensa, debe valerse por sí misma, y el adalid de la mujer fuerte es sin duda alguna Lisbeth Salander, un ser especial, aparentemente frágil, que no confía absolutamente en nadie, bueno..., excepto en "Mikael Blomkvist de los Cojones".
A Lisbeth Salander la acompañan otras mujeres fuertes que luchan codo con codo con los hombres y no se dejan amilanar fácilmente, como Erika Berger, Monica Figuerola, Susanne Linder, Annika Giannini o Sonja Modig, etc.
La novela comienza con Lisbeth Salander hospitalizada y "detenida" por los sucesos acaecidos al final de la segunda entrega. Mikael Blomkvist se encargará de descubrir quiénes son los culpables que están detrás del duro pasado de la protagonista y debe hacerlo rápido si quiere ayudar a Lisbeth.
Aunque se ha dicho que Larsson pretendía escribir más entregas, esta tercera novela no deja muchos cabos sueltos, y lo prefiero así, daría rabia pensar que la historia acaba abruptamente y no puedes saber lo que pasará. Creo que el lector quedará satisfecho en este sentido.
J. Ernesto Ayala-Dip escribió en El País del jueves 3 de septiembre un artículo muy interesante sobre la novela negra o policíaca, diciendo que vive un auge sin precedentes. Terminaba con esta reflexión: "Y para terminar, el género policiaco tiene sus aguafiestas y se dividen en tres clases. Los que no leen a Larsson porque lo comparan con Montaigne; los que no lo leen porque está de moda; y los que no lo hacen por las dos razones juntas. Ellos se lo pierden."
Creo que tiene razón en que muchos no leen a un autor que en ese momento es un boom por aquello de que best seller=bazofia, muchas veces hay parte de razón en ello, pero, sin ser las novelas de Larsson una obra maestra de la literatura, creo sinceramente que este autor ha escrito novela negra muy buena, debe ser leído, no decepciona.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Royal Flash, de George Macdonald Fraser


Las aventuras de Harry Flashman, del anglo-escocés George Macdonald Fraser (1925-2008), escritor y periodista que participó en la Segunda Guerra Mundial, es una de las series más prolíficas de novela histórica que pueden leerse en la actualidad. Publicadas por Edhasa, están todas ambientadas en el siglo XIX y en ellas un anciano Flashman narra todas las peripecias de su larga vida, principalmente como soldado al servicio del ejército británico. Hace un tiempo que leí la primera entrega, Harry Flashman, que narra con entretenimiento sus aventuras en Afganistán como soldado en los años 40 del siglo XIX. Me pareció una lectura divertidísima. Se presentaba un personaje tipo antihéroe, borracho, putero y cobarde, pero con tanta buena suerte que acabó convirtiéndose en un héroe de la guerra afgana y volviendo a Inglaterra con todos los honores.
Royal Flash es la segunda entrega de la serie, escrita en 1969, y con una película en 1975, narra su estancia en Inglaterra tras volver de la guerra afgana, para pasar a relatar rápidamente lo que es la trama principal de esta nueva aventura: en la convulsa Europa de 1848, un joven Otto Bismarck, el futuro canciller prusiano artíficice de la unificación de Alemania, le obliga a realizar una peligrosa misión en un pequeño y ficticio estado alemán llamado Strackenz, en la que debe hacerse pasar por un príncipe danés que está a punto de casarse con la princesa de Strackenz. El supuesto objetivo de tal maniobra es dar estabilidad por el momento a los estados vecinos de Schleswig-Holstein, objeto de deseo tanto de Dinamarca como de Prusia, una cuestión política de gran importancia en la época. Bismarck ya planea con sumo cuidado las maniobras necesarias para lograr su sueño, la unificación de los 39 estados alemanes en uno sólo, Alemania, y convertirla en una gran potencia.
Bueno, la trama, que recuerda mucho al argumento de El prisionero de Zenda, que el propio Fraser nos advierte, no me ha acabado de convencer. De hecho, esta segunda entrega me ha decepcionado, no me veo a Harry Flashman metido de lleno en las intrigas políticas de la Europa del siglo XIX, está como fuera de lugar, para mí funciona mejor cuando está metido en una guerra, al estilo Richard Sharpe. Es una suposición que seguro veré corroborada en próximas entregas.
Además, salvo Flashman, al que ya conocemos perfectamente (sigue siendo tan cobarde, vividor y mujeriego como antes), y tal vez el personaje de Lola Montes, los demás personajes aparecen y desaparecen sin que lleguen a calar para nada. Fraser no se da cuenta que el poco calado de los personajes hace que la novela sea bastante fría. Por cierto, se hace mención en varias ocasiones a Alemania como país, que solo existe a partir de 1871 tras la unificación. Bismarck no es el único personaje histórico que aparece en la novela, hay otros, por ejemplo, Fraser describe a un personaje arengando al pueblo en 1848 que no es otro que Karl Marx.
En definitiva, creo que esta historia es inferior en calidad a la primera, mucho más sorprendente y rítmica, pero como todavía me queda buen sabor de boca de la primera, daré un voto de confianza a la serie y leeré la tercera entrega, aunque la decepción no me la quita nadie.

jueves, 20 de agosto de 2009

El ladrón de meriendas, de Andrea Camilleri


Tercera entrega de la magistral serie del comisario Montalbano, que se desarrolla en un imaginario pueblo de Sicilia, Vigàta, pero refleja todos los tópicos de la vida en una pequeña ciudad italiana del sur. Camilleri construye un argumento muy sencillo, el asesinato de un señor mayor en un ascensor, junto a la muerte de un tunecino en un barco pesquero. Dos sucesos aparentemente independientes pero con una conexión, una tunecina llamada Karima que ha desaparecido. Montalbano se hace cargo de la investigación, además del hijo de la tunecina, con el que se encariña su novia Livia.

De nuevo, Camilleri usa los ingredientes perfectos para crear una trama que se lee con avidez, un lenguaje llano que no escatima en insultos ("no me toques los cojones, Cataré"), un ritmo que alterna lo ágil y lo pausado (las pausas normalmente relacionadas con el disfrute por parte de Montalbano de una buena comida en una buena trattoria), mucho humor e ironía (el inútil Catarella es insuperable dando los recados de las llamadas telefónicas; los celos de Montalbano hacia Augello me han provocado alguna que otra carcajada) y un reflejo de la realidad siciliana con mucha naturalidad ("hoy es todo normal, robos con el procedimiento del tirón y algunos tiroteos"). Los asesinatos en Sicilia no requieren de un análisis psicológico sesudo del asesino (esto no es la Europa nórdica), aquí se mata por venganza, celos o cosas más triviales.

Camilleri construye un mundo creíble y real, donde las miserias humanas están a la orden del día: la inmigración norteafricana en Italia es la de los pobres que buscan una vida mejor. Camilleri no podría imaginar, aunque seguro que lo intuía, que en la Italia actual, unos años después de su novela, los inmigrantes ilegales ya son considerados delincuentes.

La relación de Montalbano con Livia entra en una nueva fase, para Livia ya no es suficiente con verse de vez en cuando, quiere un compromiso y tener hijos. La vida personal de Montalbano empieza a transcurrir por un nuevo rumbo que asusta al comisario. Hay cosas que no cambian, siempre se las ingenia para no ser ascendido a jefe superior y seguir trabajando al pie del cañón, y yo que me alegro.

Camilleri ha tomado el testigo de su gran amigo Montalbán con su Carvalho, y lo ha hecho con éxito. Ha creado un comisario entrañable a la vez que inteligente y perspicaz, alguien que sabe de las debilidades humanas porque es tan normal como cualquier persona, y además es siciliano.

lunes, 17 de agosto de 2009

Meditaciones, de Marco Aurelio


Marco Annio Catilio Severo, más conocido como Marco Aurelio (121-180 d.C.), fue emperador de Roma entre el 161 y el 180 d.C. Ha sido considerado por la historiografía, ya desde la Antigüedad, como uno de los mejores emperadores de Roma, si no el mejor. Sucedió a un gran emperador como Antonino Pío, del que Marco Aurelio destaca su aequanimitas, y precedió a uno de los emperadores con peor fama, Cómodo, que fue objeto de una damnatio memoriae por parte del Senado debido a su gobierno despótico y tiránico. Con Cómodo acaba la dinastía Antoninia y comienza para muchos historiadores la crisis del Imperio. Nada que ver con su padre Marco Aurelio, el llamado emperador filósofo, aunque muy a su pesar pasó gran parte de su reinado defendiendo el limes de las incursiones bárbaras tanto en el Rin como en el Danubio.
Durante estas campañas militares, en la década del 170, ya con más de 50 años, escribió una serie de reflexiones filosóficas dirigidas a él mismo (soliloquios) que ha recibido el título de "Meditaciones", una obra cumbre de la literatura latina, un manual de vida que defiende los principios filosóficos del estoicismo, una de las corrientes filosóficas más extendidas durante la Antigüedad.
Es difícil reseñar un libro de estas características, sobre todo para mí, que no suelo leer mucha filosofía, pero reconozco que es una obra que siempre me ha llamado la atención y ya tenía ganas de leerla. Es verdad que puesto que se trata de un compendio de reflexiones que Marco Aurelio hace al final de su vida sobre la manera en la que un hombre debe vivir, es una lectura recomendable para la edad en la que podemos reflexionar sobre la vida y sobre lo vivido, y además es un libro que requiere muchas más lecturas pausadas y que probablemente la impresión que me ha causado no sea la misma que dentro de unos años. Me ha gustado el libro pero reconozco que es un libro que merece ser reflexionado en cada máxima y eso es algo que en estos tiempos de lecturas rápidas y consumo febril cuesta mucho hacer.
La edición que he leído es de la Biblioteca Clásica Gredos, y el libro viene estructurado en 12 libros o capítulos y es muy recomendable la introducción general que hace Carlos García Gual, catedrático de Filología Clásica y un gran conocedor de la novela histórica ambientada en la Antigüedad. En la introducción se cuentan anécdotas interesantes, como por ejemplo que la estatua de Marco Aurelio se conservó gracias a que los cristianos confundieron al emperador con Constantino, emperador de principios del siglo IV d.C. que convirtió el cristianismo en religión oficial en el 313 d.C.
Marco Aurelio no fue un filósofo pero sí un ferviente seguidor del estoicismo, una corriente filosófica que ensalzaba al hombre que se guiaba por la razón y que vivía conforme a la naturaleza, que era capaz de ser "inalterable, en los agudos dolores, en la pérdida de un hijo, en las enfermedades prolongadas", es decir, que podía controlar sus emociones y huir de los placeres terrenales.
Marco Aurelio destaca repetidamente la idea tantas veces expresada por los poetas antiguos del "tempus fugit", el tiempo pasa rápidamente, nuestras vidas son cortas y hay que vivir el presente, "porque sólo se nos puede privar del presente, puesto que éste sólo posees, y lo que uno no posee, no lo puede perder". "Todo es efímero, el recuerdo y el objeto recordado", "el tiempo es un río y una corriente impetuosa de acontecimientos. Apenas se deja ver cada cosa, es arrastrada; se presenta otra, y ésta también va a ser arrastrada".
Consciente de la brevedad de la vida, Marco Aurelio da también, para sí mismo, como para los demás, varios consejos para un correcto modelo de conducta: "abarca pocas actividades, si quieres mantener el buen humor"; "examina siempre las cosas humanas como efímeras y carentes de valor", así no tendrás apego a ellas cuando venga la muerte. El hombre debe ser capaz de "recibir sin orgullo, desprenderse sin apego".
La muerte debe ser soportada con dignidad, es el mismo fin para todos los hombres, los que murieron prematuramente como los que tuvieron larga vida y gran fama. "Es propio de un hombre dotado de razón comportarse ante la muerte no con hostilidad, ni con vehemencia, ni con orgullo, sino aguardarla como una más de las actividades naturales".
Un estoico debe poseer estas cualidades: "la integridad, la gravedad, la resistencia al esfuerzo, el desprecio a los placeres, la resignación ante el destino, la necesidad de pocas cosas, la benevolencia, la libertad, la sencillez, la austeridad, la magnanimidad".
Marco Aurelio cree en los dioses ("respecto a los dioses, por las mismas razones que compruebo su poder repetidas veces, por éstas constato que existen y los respeto") y en la Providencia, o si se quiere en el Destino, pero, ¿hay sitio para el azar? Sí, en un momento dado dice, "y, en suma, si hay Dios, todo va bien; si todo discurre por azar, no te dejes llevar también tú al azar". De nuevo, más adelante, dice: "respecto a los sucesos exteriores, piensa que suceden o bien por azar, o bien por una providencia, y no debes censurar al azar ni recriminar a la providencia".
Este manual de vida estoico, que preconiza el control de las emociones, el huir de los placeres, una vida austera y la aceptación de la muerte como algo natural, qué lejos está hoy día de lo que vemos en esta sociedad compulsivamente consumista, apegada a la vida y a los placeres. Sin embargo, no es Marco Aurelio como un "cristiano" de su época, en el sentido de rechazar esta vida de sufrimiento y esperar una vida futura mejor, no, Marco Aurelio también defiende el "carpe diem", pero considera que el hombre que vive según la naturaleza y racionalmente es aquel que controla sus instintos, sus debilidades y sus emociones. El estoico vive una vida plena y feliz siguiente su modelo de conducta, sabe que la vida es efímera, que lo que hacemos en vida algún día será olvidado, y que cuando le llega la muerte no se apena ni intenta aferrarse como pueda a la vida, sabe que es inevitable, así lo han dispuesto los dioses.
Una gran obra para meditar mucho después de leerla. Lo dicho, no soy gran lector de filosofía, pero también me hago preguntas, como ésta: ¿las cosas suceden por azar o porque viene determinado por una especie de Providencia?

sábado, 15 de agosto de 2009

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, de Stieg Larsson


Después de las expectativas tan buenas creadas por la primera entrega siempre está la duda sobre la calidad de "segundas partes". En este caso, en mi opinión, la segunda entrega de Stieg Larsson que lleva este título tan largo supera con mucho a la primera. Por varias razones, principalmente porque la trama de esta novela negra de más de 700 páginas es mucho más interesante que la anterior, que se había centrado más en Mikael Blomkvist y su investigación sobre Harriet Vanger. Aquí el argumento gira en torno a ese personaje que ya encandiló en el primer libro, la hacker Lisbeth Salander, puesto que es su turbulento pasado el que sale a la luz mediática tras un doble asesinato supuestamente cometido por ella.
Lisbeth Salander es una mujer fría, solitaria e inteligente que sigue odiando a los "hombres que odian a las mujeres", que los hay y muchos en la moderna sociedad sueca. Su comportamiento agresivo y su natural desconfianza hacia los hombres, incluido Mikael, tiene su origen en las experiencias traumáticas que vivió de niña.
De nuevo la novela comienza algo lenta, con una larga presentación, pero a partir de los asesinatos (el nudo), la novela adquiere ritmo y un interés que ya no te abandona hasta el desenlace final, aunque Larsson se guarda de dejar algunos cabos sueltos (Lisbeth ha tomado nota de algunos hombres...). Más de una noche me ha costado dejar el libro y apagar la luz, perfectamente podría leerse esta novela de un tirón en una fresca noche de verano.
Larsson no tiene ningún problema en dejar de vuelta y media a la prensa en general, denunciando la falta de escrúpulos de muchos periodistas, la búsqueda del titular morboso y la falta de ética de muchos de sus compañeros de trabajo. Tampoco queda bien parada la policía, que va dando palos de ciego durante toda la novela, siempre a remolque de los hechos. El autor deja claro que en una investigación criminal no siempre uno y uno suman dos, aunque sorprende que la policía sea tan poco espabilada y en cambio Mikael Blomkvist, como detective aficionado, sea más listo.
Está claro que Larsson se ha convertido en un referente de la novela negra actual, aunque de forma póstuma. Lo hace con unas herramientas muy sencillas: una trama interesante, con temas de actualidad que preocupan (el comercio sexual), unos personajes que encandilan (sobre todo Salander) y un estilo narrativo sencillo. La pena es que solo queda un último libro de este autor.
Hay cosas que en cambio no me han gustado mucho, como la aparición de expresiones en inglés, o sobre todo que Larsson no sea un admirador del gusto culinario del sur de Europa representado por Camilleri o Montalbán, que tan presente está en sus novelas. Para el autor sueco, la comida no es un motivo para charlar en torno a la mesa, para "parar" la novela, sino un incordio del que se deshace en pocas palabras con un repetido, cansino y poco apetitoso "café y sandwiches". Este menú aparece infinidad de veces en la novela. También echo de menos un poco de humor, inexistente en Larsson.
Pero bueno, a pesar de estas pequeñas pegas, el paladar no queda defraudado. Buena novela negra que se lee vorazmente.

miércoles, 12 de agosto de 2009

El escriba sentado, de Manuel Vázquez Montalbán


M. Vázquez Montalbán (1939-2003) va ser un dels escriptors més prolífics, compromesos i polifacètics que ha tingut aquest país en els últims cinquanta anys. Va escriure poesia, assaig, novel·la, i va treballar com a periodista, crític, etc. Conegut sobretot per les seves novel·les policíaques protagonitzades pel detectiu Pepe Carvalho, va destacar en tots els camps que va tractar. Vázquez Montalbán es definia a ell mateix com a “periodista, novel·lista, poeta, assagista, prologuista, humorista, crític, gastrònom, culé i prolífic en general”. Al llarg de la seva carrera va rebre diversos guardons i premis entre els que destaquem: el Planeta (1979), el Nacional de Narrativa (1991), el Premi Europeu de Literatura (1992), el Premio de la Crítica, i el Premio Nacional de las Letras Españolas (1995).

El escriba sentado, és un assaig on l’autor expressa una sèrie de reflexions a propòsit del treball d’escriptor en relació amb el temps històric. Aquestes reflexions no sols les realitza sobre l’escriptura, sinó també sobre l’ofici de llegir, ja que escriptura i lectura s’interrelacionen constantment. Aquesta selecció de notes va anar acumulant-les Vázquez Montalbán al llarg de trenta anys, i encara que amb el temps rellegís als autors dels que tracta i hagués canviat la seua percepció d’aquests o de les seves obres, no va modificar els escrits que donà per bons en altre temps.

Els autors que tracta són gairebé un recorregut pels noms no sols més destacats de la literatura del s. XIX i XX, sinó també dels que més van influir i enriquir la seva formació com a lector i escriptor. Així podem veure capítols dedicats exclusivament a autors com Pío Baroja, Josep Pla, Josep Mª de Sagarra, Juan Marsé o Eduardo Mendoza, així com altres en els quals encara que l’escriptor predominant siga un (Dostoievski, Orwell, Sciascia, etc.), tracta també d’altres autors contemporanis a aquests.

Aquest assaig no sols és una visió molt personal de Vázquez Montalbán sobre diversos i clàssics de la literatura contemporània, sinó que a més trobem una profundització en el moment històric on aquests escriptors realitzen les seves obres. També podem veure com aquests llibres es desenvolupen i influeixen en la societat que els veu nàixer. Es tracta d’un treball interessant on podem trobar el més destacat d’aquests últims dos segles de literatura a tots els nivells, no sols novel·la, sinó també poesia i assaig. I sobretot ens ajuda a reflexionar que un escriptor i la seva obra són producte en part, del seu temps però sobretot de les seves vivències.

martes, 4 de agosto de 2009

La batalla de Madrid, de Jorge M. Reverte


Jorge Martínez Reverte (Madrid, 1948) es un periodista y escritor español autor de una trilogía sobre la Guerra Civil Española (La Batalla del Ebro -2003-, La Batalla de Madrid -2004-, La caída de Cataluña -2006-, éste último Premio Internacional Terenci Moix al mejor ensayo de 2006), a la que se ha añadido hace poco otro trabajo historiográfico muy interesante, El arte de matar. Cómo se hizo la Guerra Civil Española, que espero leer cuando acabe la trilogía.
En su día me leí La Batalla del Ebro, un relato apasionante sobre el último esfuerzo del ejército popular de la República por ganar la guerra, lo recomiendo vivamente. Con ese buen recuerdo he leído La Batalla de Madrid con una emoción que no me ha abandonado a lo largo de este gran ensayo.
No defrauda en ningún momento Jorge M. Reverte, al contrario, el relato engancha desde la primera página porque además de ser un estudio riguroso desde el punto de vista histórico de la batalla, está tan bien escrito que en ningún momento se hacen pesadas las 576 páginas del libro. Recomiendo, como hace el autor, no leer los partes franquistas y republicanos que aparecen al final de cada capítulo, son invenciones que no aportan nada sustancial al relato.
El libro se divide en capítulos como días dura la batalla, desde finales de septiembre de 1936 hasta enero de 1937, cuando se considera que Madrid ha resistido los envites franquistas y el frente se estabiliza definitivamente.
Hay tantas cosas por comentar que es probable que me deje muchas en el tintero pero así de pronto me viene la sensación de rabia por esa "política de no intervención" impuesta por los conservadores británicos que tiene atada de pies y manos a Francia, que mira para otro lado cuando hay pruebas más que evidentes de la ayuda italiana y alemana, y que considera que la ayuda de la URSS a la República es más peligrosa que la victoria de Franco, que simpatiza con Mussolini y Hitler.
Madrid tiene el honor de ser la primera ciudad bombardeada durante una guerra (después le seguirán otras durante la Segunda Guerra Mundial), no solo intentando destruir objetivos militares sino como quiere Franco, para despertar terror en la población civil.
A pesar de que la reacción de los milicianos anarquistas al principio de la sublevación evitó el triunfo de ésta en toda España, ante la práctica desarticulación del ejército republicano, después, cuando de verdad comienza la guerra, los anarquistas se convierten en un verdadero quebradero de cabeza para la República: no quieren encuadrarse en el nuevo ejército popular, crean cárceles clandestinas (checas) no controladas por el gobierno, controlan las carreteras y fusilan indiscriminadamente a todo sospechoso de ser fascista. Incluso están detrás, junto a las JSU de Santiago Carrillo, que dirige la cartera de Orden Público en Madrid, de las sacas entre el 6 de noviembre y principios de diciembre de presos "fascistas y elementos peligrosos" que serán fusilados en Paracuellos, hasta un total de 2 mil aproximadamente, para evitar que si cae Madrid, engrosen las filas de Franco. Si Carrillo no está detrás de esta decisión, que es tomada por la CNT de Madrid, sí que parece ser conocedor de los hechos. Los militares republicanos encargados de defender la capital, en cambio, se enteran mucho más tarde. Por cierto, Carrillo se encargará de disolver las cárceles clandestinas que pueblan Madrid, las temidas checas, de las que los fascistas que entran no vuelven a salir. De todas formas, no todo es blanco o negro, el anarquista Melchor Rodríguez, mientras ostenta el cargo de Director General de Prisiones, se encargará de acabar con las "sacas" y se distinguirá por su trato humanitario hacia los presos.
Este terror "rojo", que las autoridades de la República tratarán de ir haciendo desaparecer, y que tanto alarma a la comunidad internacional, se practica también en la zona franquista contra intelectuales, maestros, socialistas, comunistas, republicanos, nacionalistas, etc. El terror "blanco" será ejercido sobre todo por los falangistas.
A quienes temen sobre todo los soldados republicanos es a las tropas sublevadas que vienen de África, a los legionarios y sobre todo a los temibles moros, ansiosos de matar "infieles", de violar, de saquear. Son extremadamente crueles y los republicanos saben que más vale no caer prisionero de los moros.
Dos héroes principales se erigen en la heroica defensa de Madrid, el general Miaja, considerado por los políticos un incompetente, que demuestra una capacidad organizativa y un pundonor admirable, y el coronel Vicente Rojo, uno de los pocos que se salva por su inteligencia y capacidad de mando en el ejército republicano, tan escaso de oficiales con experiencia. Otros también destacarán en la batalla de Madrid, Enrique Líster, Buenaventura Durruti (que morirá en Madrid), etc. Todos ellos defenderán un Madrid con uñas y dientes que el gobierno de Largo Caballero abandonó a la carrera en septiembre pensando que no aguantaría y sin dar instrucciones de ningún tipo sobre la defensa de la ciudad, que el general Miaja y su Junta de Defensa asumirán con pocas esperanzas al principio. Hay una anécdota muy ilustrativa sobre la estampida del gobierno hacia Valencia que en Madrid huele a "traición" entre los comunistas y los anarquistas: desde Valencia llega una carta al general Miaja por parte de Largo Caballero, no con órdenes para la defenda de la ciudad sino con la petición de que se envíe urgentemente a Valencia la vajilla y mantelería propiedad del gobierno. Miaja necesita urgentemente municiones, hombres, víveres, etc. y Largo Caballero le pide la vajilla. Así le fue a la República.
En cambio, en el lado sublevado, Franco impone el mando único en lo militar y lo político, al controlar no solo a los demás generales sino a los voluntarios falangistas y requetés, y además tiene el apoyo de las tropas italianas, los aviones alemanes, el petróleo de la Texaco norteamericana y lo mejor del ejército español, los legionarios y los regulares que estaban en África.
Madrid no fue la tumba del fascismo pero sí la demostración de que la República ya no era defendida por columnas de voluntarios anárquicos, con mucho coraje pero poca preparación, sino por un incipiente ejército popular que con su resistencia hará que se disipe la pronta victoria que ansía Franco y comience una larga guerra de desgaste.
Jorge M. Reverte ha escrito una gran obra. Es un tema, el de la Guerra Civil Española, que me encanta, pero cuando te lo cuentan de una manera tan magistral, el gozo es inmenso.

martes, 14 de julio de 2009

La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza


Eduardo Mendoza, nacido en 1943, es uno de los autores más prestigiosos del panorama literario español en lengua castellana. Su obra, ampliamente reconocida, se nutre de títulos importantes que jalonan los 30 últimos años de la literatura contemporánea. Con su primera novela, La verdad sobre el caso Savolta (1975), irrumpe con una fuerza y una frescura que evidencia desde el principio que ha nacido un gran escritor. Esa primera novela la leí hace varios años, durante el Instituto, y me encantó. Guardo un buen recuerdo de ella. Narra las luchas sindicales durante la primera mitad del siglo XX en Barcelona con un realismo y un magistral uso de la palabra.
De nuevo ante Eduardo Mendoza, muchos años después, he leído La ciudad de los prodigios, novela escrita en 1986, ambientada en la Barcelona que va desde la Exposición Universal de 1888 hasta la Exposición Universal de 1929. Aclamada por la crítica, fue llevada al cine en 1999, aunque yo no he visto la película.
La novela tiene una protagonista principal, Barcelona, que experimenta grandes transformaciones en su fisonomía urbanística y social, gracias a la revolución industrial que vive a finales de siglo. Testigo de esa transformación de pueblo a gran urbe es Onofre Bouvila, un campesino que como tantos otros llega a la ciudad para trabajar en lo que sea y que pronto empieza a prosperar en una ciudad que es un hervidero debido a los trabajos para la Exposición Universal de 1888. Onofre empieza repartiendo panfletos con proclamas anarquistas entre los obreros de la construcción, vende luego crecepelos, entra a formar parte de una organización mafiosa de la que pronto se hace con el control, etc. , y poco a poco, asistimos a la transformación de un tímido emigrante llegado a la ciudad sin nada en los bolsillos en uno de los hombres más ricos e influyentes gracias, entre otros negocios, a la especulación urbanística en torno al Plan Cerdá, el plan urbanístico para el Ensanche de Barcelona, que acaba pareciéndose poco al original en beneficio de la especulación.
Onofre Bouvila prospera económicamente pero la alta burguesía catalana lo considera un advenedizo y por tanto siempre recurrirán a él para pedirle dinero pero nunca será aceptado en lo más granado de la sociedad barcelonesa. A él no le importa, sabe que no es muy diferente a ellos, se ha enriquecido por medios ilícitos, sin escrúpulos -de especulador pasa a traficante de armas-, eliminando a sus enemigos. Se convertirá en un rico excéntrico que pese a su buena suerte en lo económico, su vida sentimental y familiar raya más en lo trágico y desgraciado a lo largo de toda la novela.
La novela es densa pero magistralmente escrita, donde desfilan multitud de personajes, desde Alfonso XIII y Primo de Rivera, el dictador, hasta ladrones y prostitutas de los bajos fondos de la ciudad. Mendoza nos transporta a un mundo que cambiaba vertiginosamente gracias al progreso material pero recordándonos que existía una clase obrera, hacinada y mísera, descontenta, que se dejaba seducir por las ideas anarquistas y socialistas, y que con su esfuerzo había renovado una ciudad que en el siglo XIX estaba aletargada y sumida en la crisis.
Mendoza ha construido una historia de una ciudad a través de los ojos de Onofre Bouvila, una ciudad que nunca volverá a ser la misma. Tampoco la visión de Barcelona será la misma después de leer a Mendoza. Es una gran novela que merece ser leída con calma, disfrutando cada una de sus palabras.

viernes, 3 de julio de 2009

Los mares del sur, de Manuel Vázquez Montalbán


La primera vez que descubrí a Pepe Carvalho fue curiosamente por la tele. Vi algunos capítulos de una serie llamada "Pepe Carvalho" que TVE emitió hace unos años, protagonizada por Juanjo Puigcorbé. No recuerdo cómo acabó la serie. Evidentemente no sabía que la serie se basaba en novelas, y que éstas eran de Manuel Vázquez Montalbán.
Cuando Vázquez Montalbán murió en el aeropuerto de Bangkok en octubre de 2003 todavía no había leído nada de él, pero el fuerte impacto de su muerte en España, y en Cataluña sobre todo, reflejaba el cariño y la admiración que se le tenía como escritor y ensayista, además de ser un empedernido culé y un crítico gastronómico de primera.
Vázquez Montalbán, periodista, licenciado en Filosofía y Letras, militante del PSUC, y muchas más cosas, se ganó un prestigioso nombre como escritor de novelas policíacas en los 70 y durante los 80 y 90 con su Pepe Carvalho y su fiel servidor Biscuter. En 1995 fue Premio Nacional de las Letras Españolas, un premio más que merecido. Es una pena que haya tardado tanto en sumergirme en este grandísimo escritor, pero ya he cogido carrerilla, hace poco me leí "Asesinato en el Comité Central", que yo creía la primera novela protagonizada por Carvalho, una novela escrita en 1981 que destripa con minuciosidad los entresijos del Partido Comunista de España.
Buscando comenzar por el principio, como debe hacerse con un autor que es fiel a unos personajes durante muchas entregas, me compré Los mares del sur, novela que fue Premio Planeta en 1979 (viendo la trayectoria de los Premio Planeta, parece ser que antes sí se premiaba lo bueno), y que he leído o mas bien devorado, descubriendo que tampoco es la primera novela de Carvalho (es Yo maté a Kennedy, de 1972; luego le sigue Tatuaje, de 1974, y antes de llegar a la que reseño, La soledad del manager, de 1977), pero no importa.
No importa porque Los mares del sur se disfruta como una novela que no necesita de un antes para conocer al detective. Ambientada en la Barcelona de 1979, recién estrenada la democracia, a las puertas de una municipales, y con los ecos de los Pactos de la Moncloa, Carvalho investiga el asesinato de Stuart Pedrell, un empresario burgués enriquecido con la construcción que según la familia había decidido huir a los "mares del sur", ese viaje que en su día Gauguin realizó dejándolo todo atrás para empezar una nueva vida.
Montalbán describe una Barcelona de dos caras, la burguesa, empresarios encantados de haberse conocido, enriqueciéndose con la construcción de nuevos barrios obreros en el extrarradio de la ciudad, construidos con pésimos materiales, sin disponer de servicios básicos como un centro de salud, escuelas, etc.; mientras que la otra cara es el propio barrio obrero de San Magín y su problemas, habitado por una clase obrera desencantada. Enmedio de los dos mundos, Carvalho, un detective que vive solo, en Vallvidrera, que disfruta como nadie de los placeres de la gastronomía, que es fielmente acompañado como si de un Watson se tratara de Biscuter, que mantiene una relación larga, aunque no exclusiva, con Charo, una prostituta que quiere a Carvalho pero no puede dejar su trabajo porque "es lo único que sabe hacer".
Lo mejor de esta novela son las reflexiones de Montalbán, en boca de Carvalho, sobre la nueva etapa democrática y la Barcelona de finales de los 70 que no sabe a dónde ir, la sensación de que las cosas van a cambiar, que la ciudad va a cambiar muchísimo en los años 80, y que Carvalho va a tener trabajo. Tampoco falta el humor, la historia de la mujer que se acuesta con uno de la ETA no tiene desperdicio.
No me extraña que Camilleri se convirtiera en un admirador de Montalbán, no en vano su personaje se llama Salvo Montalbano y es también, como Carvalho, un degustador de la comida, porque Carvalho sabe disfrutar de los placeres de la vida, el buen comer, las mujeres, los libros (bueno, en realidad Carvalho quema regularmente su biblioteca para alimentar la chimenea, eso sí que duele).
El final refleja esa característica tan de la burguesía, el aparentar siempre, el callar lo que pasa de puertas adentro, aunque sea un desastre como familia. También la clase obrera tiene historias familiares tristes pero se presupone.
"¿Llora? En la pregunta de Carvalho había una mal controlada ironía. La viuda casi masticó la respuesta airada.
- Usted es de los que se creen que los ricos no tenemos sentimientos.
- Los tienen. Pero menos dramáticos. Todo lo que sufren les cuesta menos o pagan menos."
Lo dicho, un placer leer a Vázquez Montalbán, es novela policíaca de la buena.

miércoles, 1 de julio de 2009

El amor, las mujeres y la vida, de Mario Benedetti



Aproximadament fa quinze anys, un amic em va proposar anar a un recital de poesia a la Universitat d’Alacant. Jo estava encara a l’institut i em va seduir la possibilitat de conèixer algun dels actes que es realitzaven a la institució a la que aviat aniria. El recital es titulava “A dos voces”. Damunt de l’escenari: Mario Benedetti i acompanyant-lo amb la guitarra el cantautor també uruguaià Daniel Viglietti. Crec que ha estat una de les vegades que més m’he emocionat a un espectacle. Per a mi tot era nou i volia assaborir aquell moment cada segon. Anys després, ja estudiant a la Universitat, es va tornar a repetir el mateix recital i evidentment vaig tornar-hi, aquesta vegada amb el coneixement d’alguns dels seus treballs poètics.

De Benedetti no coneixia massa aleshores, amb el temps alguna cosa he llegit. Els seus versos són esclaridors, senzills, directes, gens recargolats. Saps el que diu en cada moment, visualitzes les imatges que la poesia et transmet. En aquest llibre: El amor, las mujeres y la vida, Benedetti fa un recull dels seus poemes d’amor que amb el pas del temps han passat a formar part de la memòria col·lectiva. Hem de recordar que els seus versos han estat musicats entre d’altres per Serrat, o pel mateix Viglietti. Exemples d’aquesta difusió són: Hagamos un trato; Ustedes y nosotros; Los formales y el frío; Bienvenida; Despabílate amor; Viceversa o Una mujer desnuda y en lo oscuro. Aquests poemes són alguns dels que apareixen al llibre i que també formaven part del recital “A dos voces”. Haver gaudit en directe per partida doble d’aquest recital fa que em considere afortunada en aquest aspecte. Va ser una gran sort conéixer M. Benedetti i D. Viglietti.

Fa poques setmanes va morir Benedetti, una gran pèrdua per al món de la cultura, però especialment de la poesia, perquè ell va ser un dels pocs poetes del s. XX que va aconseguir acostar aquest gènere al gran públic. Ell va aconseguir fer més accessible aquest gènere minoritari entre gent de totes les edats, i això en els temps que corren és una tasca complicada. Encara que no crega en els pecats, no llegir alguna cosa de Benedetti almenys una vegada a la vida, s’hauria de considerar com a tal. Molt recomanable.


DESPABÍLATE AMOR

Bonjour buon giorno guten morgen
despabílate amor y toma nota
sólo en el tercer mundo
mueren cuarenta mil niños por día
en el plácido cielo despejado
flotan los bombarderos y los buitres
cuatro millones tienen sida
la codicia depila la amazonia

buenos días good morning despabílate
en los ordenadores de la abuela onu
no caben más cadáveres de ruanda
los fundamentalistas degüellan a extranjeros
predica el papa contra los condones
havelange estrangula a maradona

bonjour monsieur le maire
forza italia buon giorno
guten morgen ernst junger
opus dei buenos días
good morning hiroshima

despabílate amor
que el horror amanece

viernes, 26 de junio de 2009

Digues que m'estimes encara que sigui mentida: sobre el plaer solitari d'escriure i el vici compartit de llegir, de Montserrat Roig



Montserrat Roig (1946-1991) escriptora catalana que va dedicar-se al periodisme d’investigació i a la narrativa. Coneguts són els seus treballs: Els catalans als camps nazis (1977) o L’agulla daurada (1986); en narrativa: el recull de contes Molta roba i poc sabó i les novel•les Ramona, adéu o El temps de les cireres. Va guanyar nombrosos guardons entre els quals el Premi St. Jordi.
El llibre que tractem aquí, és un recull d’escrits en els quals l’autora fa reflexions sobre la literatura, les escriptores i escriptors que la van marcar (Maria Aurèlia Capmany, Mercè Rodoreda, etc.) i les lectures que van influir en la seva manera de veure el món. Perquè M. Roig, no concebia viure sense el plaer i el vici, de llegir i d’escriure i totes dues coses queden molt ben reflectides en aquest treball.
Trobem aquí també, una descripció molt acurada del que representava la ciutat de Barcelona per a l’autora, on descriu carrers, places i barris. Ens narra com es va criar a un barri i una família benestant que si bé –com diu ella- tenia unes limitacions a nivell de llibertat individual quan era petita i adolescent, també açò va permetre que pogués conèixer i envoltar-se d’un cercle cultivat a nivell cultural a casa.
A tothom li marca a la vida la seva infantessa, el lloc on ha viscut i de la manera que ho ha fet. És inevitable que ho recordem al llarg dels nostres dies i d’alguna forma condiciona moltes actituds de futur. Monserrat Roig deia que per a ella escriure era una necessitat, que potser al principi l’ajudava a comprendre coses, però que es va convertir en un vici. Amb els anys, diu que va aprendre que ningú no pot explicar per què escriu. Un dels motius de l’escriptura és que aquesta és una teràpia, ja ho diu ella quan esmenta una frase de Graham Greene “De vegades em demano com s’ho fan els que no escriuen, componen o pinten per escapar de la bogeria, la malenconia o el terror inherent a la condició humana”.
Un cop un crític literari li va dir que mai seria una bona escriptora perquè no es drogava, ni estava alcoholitzada ni era lesbiana. Per sort, pense que açò ha canviat, almenys en la mentalitat general. Sempre han existit i existiran artistes, escriptors amb vides normals i d’altres potser no tant. Però tan se val, perquè el que compta és la qualitat literària d’una obra i si la història que se’ns narra és bona.
M. Roig ens explica al llarg d’aquestes reflexions com es pot veure el món darrere els ulls d’una dona, i fa una recerca de la dona i la seua història a Barcelona des de gairebé l’època medieval fins a l’actualitat.
Coneixia a aquesta autora des de fa anys, però no havia llegit encara res d’ella. Aquest llibre que no és cap novel•la m’ha resultat molt interessant i pense que m’ha aportat moltes coses positives. El recomane a tots aquells que vulguen saber que en pensa una dona de la vida i del seu ofici, que era el d’escriure. Malauradament va morir jove d’un càncer, hauria pogut continuar escrivint llibres o relats tan compromesos com els que feia. Una llàstima la seva pèrdua, tanmateix i per sort ens ha fet i farà gaudir de les obres que va escriure i de la seua visió particular del món. De fet, la seva trajectòria literària, breu però intensa, està marcada per una obsessió: "Sempre que escric una cosa és perquè no entenc el que veig".

martes, 23 de junio de 2009

Segunda Fundación, de Isaac Asimov


No he hecho muchas incursiones en el género de ciencia-ficción, la verdad, pero es un género que me gusta y que me hace reflexionar. Con esta novela que voy a reseñar, escrita en 1952 ,Isaac Asimov cerraba la primera trilogía dedicada a la Fundación -Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación-, cuyos dos primeros libros ya leí y disfruté en su día.
De sobras es conocido Isaac Asimov (1920-1992), escritor norteamericano de origen ruso, doctor en ciencias y en filosofía, y autor de libros de divulgación científica (tiene algunos dedicados a la historia antigua a los que algún día les hincaré el diente), y de numerosas novelas de ciencia-ficción (Yo Robot, Némesis, Los robots del amanecer, Viaje alucinante, etc.).
En Fundación se relataban los conflictos internos de un planeta de científicos establecido para preservar la cultura durante la decadencia del Imperio Galáctico donde la energía atómica es el arma más poderosa (Asimov escribe el libro en el contexto de la Guerra Fria: EEUU usó la bomba en 1945; la URSS obtiene la bomba atómica en 1949); en Fundación e Imperio ,estos se enfrentaban entre sí para luego encontrarse ante un enemigo imprevisible, un mutante conocido como el Mulo, además de conocer la existencia de una segunda Fundación, oculta y misteriosa. Hasta aquí Asimov se inspira claramente en la historia del Imperio Romano, sobre todo desde el comienzo de su decadencia en el siglo III d.C., cuando Roma todavía es la gran capital pero empiezan los problemas para controlar las fronteras del imperio; en la segunda novela, el general del Imperio Bel Riose, que intenta vencer a esos reinos que se han rebelado contra el Imperio, que intenta resurgir de sus cenizas, recuerda claramente a la época de Justiniano y su general el conde Belisario en el siglo VI d.C., cuando el imperio romano de Oriente intentó recuperar los dominios de Occidente.
La tercera entrega cuenta la búsqueda de esa Segunda Fundación y se convierte ante todo en un relato policíaco lleno de sorpresas y giros que mantiene en vilo al lector y que está dividido claramente en dos partes: la primera cuenta los intentos del Mulo por encontrar la Segunda Fundación y someterla para convertirse en el soberano más importante de la galaxia; la segunda es incluso más interesante que la primera puesto que son los de la primera Fundación los que quieren conocer el paradero de la Segunda, ya que consideran que según el Plan Seldon (Hari Seldon es el "psicohistoriador" que analizando el comportamiento de las masas predijo el fin del imperio y el inicio de un Segundo Imperio tras mil años de interregno, creando dos fundaciones de científicos, separadas y desconocedoras de su existencia mútua), es la Primera Fundación la que debe desembocar en el Segundo Imperio. Asimov nos mantiene expectantes y sí, al final nos revela el sorprendente paradero de la Segunda Fundación, formada por científicos de la mente cuya misión en realidad es mantenerse ocultos y vigilar por el cumplimiento del Plan Seldon. Sublimes los dos últimos capítulos en los que el escritor plantea dos respuestas al enigma: "la respuesta satisfactoria" y "la respuesta verdadera". Esas respuestas responden a lo establecido por el Plan Seldon. Quien quiera conocer las respuestas, debe por tanto leerse esta magnífica trilogía.
Asimov no solo es un maestro del relato científico sino también se muestra aquí como un buen novelista de intriga al estilo Conan Doyle si se permite la comparación, salvando las distancias. Su estilo narrativo es ameno y ágil, sus reflexiones filosóficas muy sencillas y el vocabulario asequible. Se nota su condición de divulgador. Tal vez los personajes quedan más desdibujados , salvo Arkady Darell, puesto que Asimov no centra la trama en un solo personaje sino que a lo largo de sus novelas son varios los que juegan un papel importante en la historia, así que mas bien los "personajes" son la Fundación, el Mulo, el Imperio, la Segunda Fundación, y eso sí, Hari Seldon, que aparece mencionando en todo momento en las tres novelas.
Por tanto, una novela para disfrutar, eso sí, comenzando por el principio.