miércoles, 14 de noviembre de 2012

El hobbit, de J.R.R. Tolkien

John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973) revolucionó el mundo de la literatura fantástica en el siglo XX con algunas obras que ya pueden ser consideradas como "clásicas", y por tanto, imperecederas: El Silmarillion, El hobbit y El Señor de los Anillos. Es gracias a Tolkien y debido al gran éxito de sus obras que el género fantástico adquiere la categoría de literatura de alta calidad, abandonando por fin esa etiqueta de literatura juvenil y de entretenimiento.
Nacido en Sudáfrica pero de familia de origen alemán, el escritor británico ejerció como profesor de Anglosajón en la universidad de Oxford, y de Lengua y Literatura Inglesa en Merton. Su completa formación humanística le permitió crear de forma sólida los cimientos de un mundo fantástico conocido como la Tierra Media, escenario de aventuras protagonizadas por enanos, elfos, trolls, dragones, hombres, orcos... y cómo no, hobbits.
Estando Tolkien convaleciente en un hospital durante la I Guerra Mundial, debido a la "fiebre de las trincheras", empezó a escribir cuentos fantásticos, pero no fue hasta después de la Gran Guerra que se decidió a escribir relatos fantásticos, aunque parece que no con mucha convicción de verlos publicados. C.S. Lewis, su amigo y autor de las Crónicas de Narnia, le animó a publicar El hobbit (1937), un relato que había escrito para sus hijos, pero que acabó encandilando a muchos adultos. Lo cierto es que realmente había comenzado construyendo una mitología para la Tierra Media, pero esta obra no se publicaría hasta después de su muerte, y llevaría como título El Silmarillion (1977). Entre 1954 y 1955 vendría su inmortal El Señor de los Anillos, publicado en tres volúmenes. Propuesto para el Premio Nobel de Literatura, choca que su trabajo fuera rechazado por el jurado por su "pobre prosa". Murió en 1972 y fue enterrado en la misma tumba que su mujer, cuya lápida lleva los nombres de "Beren" y "Luthien", la leyenda de los amantes que aparece en El Silmarillion.
El hobbit fue concebido como un cuento para niños y de ahí que no sea una novela larga y tan compleja como su continuación, pero sería un error considerar este libro como un libro infantil. La historia del hobbit Bilbo Bolsón, el mago Gandalf y los 13 enanos que les acompañan, se centra en un viaje a la Montaña Solitaria, donde el dragón Smaug custodia un inmenso tesoro que perteneció a los enanos que antaño habitaron la Montaña. Por el camino, Bilbo, menospreciado al principio por los enanos, tendrá que vérselas con trolls, arañas, y con una criatura bien conocida llamada Gollum que pierde un anillo mágico que "accidentalmente" encontrará nuestro protagonista. El anillo le servirá para salir airoso de situaciones de peligro en el Bosque Negro o en su encuentro con Smaug. La aventura acaba con una Batalla de los Cinco Ejércitos por la posesión del tesoro de Smaug, en la que participan enanos, hombres, elfos, trolls y wargos. 
Ésta es una aventura con letras mayúsculas, de las de mantenerte pegado al libro queriendo saber qué va a pasar a continuación, una historia basada en el recurrido viaje que tantas veces ha aparecido en la literatura (desde la Odisea), con el objetivo de conseguir el tesoro que les haga inmensamente ricos. Pero el infravalorado Bilbo Bolsón, que no quería saber nada de aventuras, vendrá cargado de objetos interesantes que causarán males en el futuro (el anillo mágico), pero sobre todo vendrá con algo que tiene un valor incalculable, los recuerdos de una aventura que siempre llevará en su corazón hasta el final de sus días. 
Y, señores del jurado del premio Nobel, se podrían haber dado otros argumentos para negar el premio a Tolkien, pero nunca su "pobre prosa".
C.S. Lewis escribió en 1937: "Las predicciones son muy peligrosas, pero es muy posible que El hobbit se convierta en un clásico". Y no se equivocó.

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domingo, 11 de noviembre de 2012

Setembre a Perugia, de David Nel·lo


Potser per a qualsevol lector el títol d’aquesta història podria passar desapercebut, entre d’altres coses perquè el nom de la ciutat no hauria d’importar massa, però per a algú que coneix aquesta localitat umbra i no com a turista sinó que ha viscut com a estudiant la proposta de David Nel·lo és més que suggerent.
Setembre a Perugia va arribar a les meues mans com un regal. El present va ser doble, pel llibre però especialment pel contingut, la història. David Nel·lo (Barcelona, 1959) és escriptor, traductor i músic. Ha publicat llibres no sols per a adults, sinó també literatura infantil i juvenil guanyant a més a més diversos guardons.
En aquesta història (amb una base autobiogràfica) Nel·lo ens presenta a tres personatges fonamentals: Hug - el protagonista-, Paolo i sobretot la ciutat italiana de Perugia. L’autor ens descriu racons importants a nivell històric (arc etrusc, Palazzo dei Priori, el Duomo) però també altres com locals destacats (la pizzeria Mediterraneo, la pastisseria Sandri, el cafè Subasio) que a aquells que hem tingut la sort de viure allí hem freqüentat.
L’Hug, immers en una crisi vital, arriba a la ciutat umbra amb la intenció de passar un mes, posar distància de la rutina diària i aprofitar per a treballar en la traducció d’un llibre d’un escriptor italià. A Perugia lloga un apartament on viure. La seua llogatera és francesa –Isabelle- i amant dels animals, especialment els gats que es troben repartits pel jardí on es troba la vivenda. En aquest mateix lloc coneix el Paolo, qui te una malaltia degenerativa que el limita físicament però amb una força interior que a l’Hug li sorprèn gratament. La narració versa sobre les passejades i llocs que freqüenta el protagonista a Perugia, la relació amb els diferents personatges que apareixen a la història –Paolo, Isabelle, Luca, Gianmarco, Massimo, els gats-, la seua feina com a traductor i el lligam que manté amb la seua família catalana.
La situació personal del protagonista acompanyada de la coneixença del Paolo, i com aquest es va fent imprescindible en la seua estada italiana, ens mostra l’evolució d’un personatge que a poc a poc s’anirà obrint al lector, tal i com ho fa amb el seu veí italià. Si entre tots dos sovint no calen paraules perquè els silencis ja parlen per ells mateixos, el lector anirà descobrint al llarg de les pàgines que hi ha situacions o vivències breus que marquen tant o més que altres de llarga durada.
Setembre a Perugia ens parla de l’amistat entre dos homes, del valor d’una mirada, de les crisis existencials que patim els éssers humans, de posar distància a la rutina per a veure les coses amb altra perspectiva, de la necessitat de sentir-nos vius en tot allò que fem, encara que siga un somriure. Una història senzilla que emociona i de la qual recomane la lectura. Nel·lo, mitjançant les seues pàgines m’ha fet recordar els bons moments que vaig viure-hi a Perugia.


martes, 6 de noviembre de 2012

El puente de los asesinos, de Arturo Pérez-Reverte

Ésta es la séptima entrega de las nueve que compondrán las aventuras del capitán Alatriste, soldado de los Tercios españoles durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), cuyas aventuras nos son relatadas por su discípulo Íñigo Balboa. El final de Alatriste lo conocemos (así aparece en el decepcionante desenlace de la película de Agustín Díaz Yanes), puesto que vemos cómo acaba la vida de este espadachín en la famosa batalla de Rocroi (1643), la derrota que marcará el final de la época dorada del ejército español, casi invencible durante aproximadamente 150 años, aquella en la que los últimos soldados españoles que quedaban en el campo de batalla fueron conminados a rendirse por los franceses, a lo que respondieron: "Decid al señor duque de Enghien que agradecemos su oferta... Pero éste es un tercio español."
Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) creó la serie en 1996 argumentando que le desesperaba ver cómo los planes de estudio pasaban de puntillas por una etapa clave de la historia de España, y que el siglo XVII se resumía en unas pocas líneas: siglo de Oro a nivel literario, pero siglo de crisis profunda a nivel económico. Él quería contar más cosas, además de los tópicos históricos, quería hablar de las hazañas y de las miserias del ejército español, que fue temido en Europa por todas las naciones aunque sus soldados cobraran tarde y mal su paga, vistieran de forma modesta y fueran tratados con desprecio por aquellos que tenían el poder durante el Antiguo Régimen: la nobleza y el clero. Precisamente el leiv motiv de las novelas de Reverte es incidir en esa grotesca dualidad de España durante el siglo XVII: temidos y respetados en Europa pero endeudados hasta las cejas, gobernados por unos incompetentes Austrias (menores), y malviviendo en una España de apariencias, privilegios y pureza de sangre.
No se crean que el objetivo de Pérez-Reverte se ha cumplido, es verdad que conocemos mejor el siglo XVII pero esto sigue sin reflejarse en los densos planes de estudio. El esfuerzo ha sido y es loable por parte del escritor y es de agradecer que se hayan novelado de forma tan brillante aspectos del siglo XVII que de otra manera no hubieran llegado al gran público: la vida de los soldados veteranos en el Madrid de la época ("El capitán Alatriste"), cómo las gasta la temible Inquisición ("Limpieza de sangre"), la guerra de Flandes ("El sol de Breda"), el oro americano hipotecado por la monarquía ("El oro del rey"), la importancia del teatro ("El caballero del jubón amarillo"), las guerras contra los berberiscos y los turcos ("Corsarios de Levante"). 
En El puente de los asesinos (2011) le toca el turno a otro escenario clave para la política exterior de España durante los siglos XVI y XVII: Italia. Desde que la Corona de Aragón conquistara Nápoles y Sicilia, Italia se convirtió en un territorio estratégico de la Corona española. Mas si cabe cuando se conquista el Milanesado. Enemigos que le hagan la "puñeta" por Italia los tiene España y muchos: Francia, el Papado (Carlos V se las tuvo con el Papa) y Venecia. Aunque en esto de la política es todo tan cambiante que luego te encuentras al Papa y a la Serenísima apoyando a España en la creación de una flota para luchar contra los turcos (Lepanto).
Pero muchos años han pasado desde Lepanto y Venecia es un serio peligro para los intereses españoles en la guerra de Flandes, porque el Milanesado es la puerta al famoso Camino Español que permitía el traslado de tropas hacia los Países Bajos. 
Y de esto trata la novela, de provocar un golpe de estado en Venecia para colocar a un dogo más benévolo con los españoles. ¿Y quiénes se van a comer el marrón?: pues Alatriste y sus amigos, Íñigo Balboa, el moro Gurriato, Sebastián Copons, etc., a los que se añade un viejo enemigo: Gualterio Malatesta. La misión es difícil y huele fatal, pero el final se lo dejo a ustedes.
Yo, como siempre, me quedo con la prosa del Seiscientos de la que hace alarde Pérez-Reverte, divertida y chispeante ("Este amigo, cada vez más apicarado, siempre afecto al naipe, a armarse a lo Baco y a traer el seso en la punta del caramillo..."); y por supuesto con esas reflexiones que te dejan pensando aquello de "si España hubiera tenido buenos señores como tuvo bravos soldados": 
"La fiel infantería del rey católico, en guerra con medio mundo: sufrida, mal pagada, insaciable de despojo y botín, amotinada a ratos pero impasible bajo el fuego enemigo, vengativa y crudelísima en el degüello. Orgullosa y temible siempre, bajo sus harapos."

viernes, 2 de noviembre de 2012

¡No emprenyeu el comissari!, de Ferran Torrent



Ferran Torrent (Sedaví, 1951) és un dels autors valencians més reconeguts i llegits. Entre les seues novel·les podem comptar Penja els guants, Butxana, Un negre amb un saxo, Gràcies per la propina amb la qual va guanyar el Premi Sant Jordi l’any 1994, La mirada del tafur, L’illa de l’holandès o Societat limitada.
En aquesta novel·la Torrent ens mostra mitjançant els protagonistes de la història una ciutat de València en ple procés democràtic, on encara es poden ensumar les ideologies (especialment en el cap de policia) pròpies al moment previ a la Transició. L’autor ens dibuixa una ciutat que comença a despertar en molts aspectes i on en altres les coses no han canviat gaire.
El protagonista, Fede, és un cambrer que empès per les circumstàncies personals (té un germà esquizofrènic, el Nis, a qui ha de complaure en gairebé tot) es veurà abocat a delinquir sense voler. D’aquesta manera entrarà a robar la casa del cap de policia de la ciutat de València (el comissari Garcia) per emportar-se ben poca cosa, el suficient per a poder comprar el que l’ha exigit el seu germà. En aquest moment entra en joc Toni Butxana, detectiu al marge de la llei, a qui el comissari demana que investigue discretament el cas. Butxana té els seus informants –Colometa i el Penjoll- i una manera un tant peculiar de treballar que no acaba d’agradar al poder establert. Amb aquests dos pispes, el detectiu aconseguirà donar amb l’inexpert lladre (que vol vendre allò robat per menys del que realment val) i descobrirà una xarxa que organitza un segrest a un destacat empresari valencià. Fede es trobarà, a partir del robatori en la casa del comissari, al mig d’aquesta perillosa trama de segrest que acabarà de la manera més curiosa.
En aquest context històric, l’escriptor aprofita per a introduir fets destacats de l’època o el problema que va començar a donar-se en aquest territori a començaments de la democràcia amb la instal·lació de les perilloses centrals nuclears. No emprenyeu el comissari! és una novel·la divertida i entretinguda en la qual passar una bona estona. El llenguatge de Torrent és accessible i la història en molts moments ens dibuixa un país en ple procés democràtic i una ciutat i un territori, que a poc a poc es va adaptant als nous temps que corren.

miércoles, 17 de octubre de 2012

No todos moriréis, de Antonio Jareño


"Yo os aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino." Mateo 16:28
Esta cita bíblica le sirve a Antonio Jareño (Murcia, 1959) para construir una novela muy interesante en torno al mito del Judío Errante (que yo desconocía totalmente) y la legendaria búsqueda de la inmortalidad por parte del hombre.
En No todos moriréis (2012), su opera prima, publicada en formato digital por la Casa del Libro, el escritor murciano, que utiliza hábilmente su formación como profesor de filosofía, construye un relato con un ritmo trepidante acerca de la vieja angustia del ser humano, la muerte como final inevitable. Pero, ¿y si fuera evitable? ¿si hubiera alguna manera de conseguir la inmortalidad? Y la reflexión más importante que nos plantea el autor: ¿cómo se usaría ese poder? ¿para beneficio de toda la humanidad o para unos pocos "elegidos"? Cuestiones importantes en un mundo en el que existen enfermedades, como el SIDA, el cáncer o el Alzheimer, que están lejos de ser erradicadas; en un mundo superpoblado en el que un mal reparto de los recursos hace que millones de personas mueran de hambre. La inmortalidad de todo el género humano sin duda alguna también plantearía serios desequilibrios entre población y recursos, sobre lo que ya alertó, en su momento, el economista inglés Malthus en su famoso Ensayo sobre el principio de la población (1798). Sin embargo Malthus no había previsto que durante los siglos XIX y XX los países desarrollados entraran en una fase de transición demográfica, con un descenso continuado de la natalidad y la mortalidad, igual que tampoco previó el fuerte ritmo de crecimiento de los recursos alimentarios.
La otra cuestión importante que me plantea el libro es esa vieja confrontación entre religión y ciencia, entre fe y razón. Aquí Jareño está pisando terreno sólido cuando pone en boca de sus protagonistas, sobre todo el padre Alonso, algunas reflexiones interesantes sobre los milagros (aquello que todavía no ha sido explicado científicamente), o sobre la capacidad de la ciencia para dar respuesta al gran interrogante del ser humano: ¿qué  hay después de la muerte? Y ésta es la gran pregunta, porque saber qué hay después podría llevar a que el entramado teórico en el que se basan las religiones (sobre todo las monoteístas) se viniera abajo por completo, puesto que éstas se basan en la "venta" de esperanza en la vida eterna.
Esto me lleva a resumir la trama (sin muchos detalles por aquello de las sorpresas que guarda el relato): la acción se centra en Murcia, donde un empleado de banca, Andrés Suárez, visiona en las cámaras de seguridad del cajero un sorprendente suceso, una persona es apuñalada en la calle pero después de unos minutos se levanta y sigue caminando como si nada. Al mismo tiempo, un cura de una parroquia de Yecla, el padre Alonso, encuentra una vieja confesión de otro cura de la localidad que afirmaba haber visto a unos individuos dos veces con 50 años de diferencia sin que estos hubieran cambiado físicamente. Todo se complica cuando aparece en escena un excombatiente croata, Goran Esteinach, quien, en su búsqueda del "judío errante" por encargo de Magnus Ingaldsen, científico islandés obsesionado con la idea de la inmortalidad, asesina a un amigo de Andrés que poseía el vídeo misterioso.
Los caminos de Andrés y el padre Alonso se cruzan en Berlín, donde se desarrolla también parte de la trama, en  busca del asesino croata, uniéndose al equipo una doctora española, Laura Marco, que se ve intrigada por una historia de personas contemporáneas de Jesucristo que siguen viviendo como inmortales. ¿A dónde les llevará la búsqueda? Eso es algo que dejo que el lector descubra...
La novela está muy bien escrita y es muy entretenida, me recuerda mucho a las tramas de intriga con buenas dosis de historia y religión que puso de moda Dan Brown. Lo cierto es que yo me he quedado más con algunas reflexiones que se hacen en el libro, cuando menos inquietantes: por ejemplo, que Magnus Ingaldsen haya planeado crear un mundo en el que unos pocos elegidos, no por su inteligencia precisamente, sean investidos con la inmortalidad y gobiernen el mundo de forma dictatorial, y en cambio la inmensa mayoría de la población mundial siga muriendo irremediablemente, fruto de una "eutanasia social", ya que el nuevo Estado no se haría cargo de la asistencia sanitaria universal. Reflexiones que Magnus extrae de las ideas del premio Nobel de Medicina en 1912, Alexis Carrel, del que, mientras leía la novela, he indagado por internet. Este Carrel fue testigo de un supuesto milagro en el santuario de Lourdes, una mujer con una supuesta enfermedad incurable, tal como atestiguó el médico, acabó curándose repentinamente. El caso fue muy notorio y Carrel nunca pudo explicar científicamente la curación, lo que le hizo convertirse al catolicismo. Pero lo que más me ha chocado de Carrel son sus ideas de la búsqueda de una sociedad ideal compuesta por los mejores individuos, que coquetea con las teorías racistas tan en boga en la primera mitad del siglo XX, y que el nazismo llevó a sus últimas consecuencias con la eliminación sistemática de lo que denominaba "desechos" de la raza humana: discapacitados físicos y mentales, homosexuales, etc., a los que aplicó una despiadada eutanasia con el objetivo de mantener la pureza de la raza aria.
Creo que este libro, además de una trama muy interesante, te hará plantearte reflexiones sobre la peligrosa influencia de las teorías racistas en la sociedad actual, y si de verdad hemos aprendido algo de los errores del pasado...


domingo, 7 de octubre de 2012

Los muertos vivientes: Libro Uno, de Robert Kirkman

Cuando Rick Grimes despierta después de un coma en un hospital de Atlanta, no podría imaginar que el mundo que conocía ya no existe. Una pandemia zombi ha barrido el planeta para dejar grupos humanos aquí y allá que intentan sobrevivir al desastre apocalíptico con unas nuevas reglas. Como dice la publicidad: "En un mundo gobernado por los muertos, por fin nos vemos obligados a empezar a vivir".
Con esta propuesta tan interesante comenzaba en 2003 el cómic The Walking Dead, con guión de Robert Kirkman y dibujos de Tony Moore y Charlie Adlard y tonos grises de Cliff Rathburn. La historia de Rick Grimes y su grupo de supervivientes tuvo tanto éxito que los cómics, con una periodicidad mensual, se prolongaron hasta alcanzar, en septiembre de 2012, el número 102 en Estados Unidos.
Luego vendría en 2010 la exitosa adaptación para la televisión de la mano de Frank Darabont, serie que inicia su tercera temporada el 15 de octubre en Fox.
El volúmen que yo he leído corresponde a una edición que Planeta Deagostini publicó en 2011 y que contiene los primeros 24 capítulos del cómic, y por tanto incluye aquello que sucederá en la tercera temporada, y que no desvelaré, aunque, como comentaré después, no existe una estricta fidelidad entre los cómics y la serie televisiva.
Robert Kirkman quería contar una historia de zombis en la que se plantearan situaciones en las que una típica película de zombis, como las de George Romero, no había profundizado. Los supervivientes no sabrían qué habría pasado para estar en esta pesadilla, y además deberían asumir que ciertos valores se derrumbaban para dar paso a unas nuevas reglas básicas que asegurasen la supervivencia.  Por tanto ésta es una historia de zombis sin final, pero donde los zombis son lo de menos, son la excusa para contar una historia en la que los protagonistas son el policía Rick, su mujer Lori, su hijo Carl, Shane (su amigo), Dale, Andrea, Glenn, Allen, Donna, Carol, Sophia, Hershel, Maggie, Tyreese, etc.
Lo que me gusta de la serie es que Rick asume el liderazgo del grupo con una misión: asegurar la supervivencia del grupo, y poner por encima del interés propio el interés general. No siempre van a salir las cosas bien, y de esto aprenderán que sus vidas son ahora mucho más cortas que antes (de ahí que veamos la ansiedad con la que se emparejan los protagonistas), que las decisiones se toman tan rápidamente que a veces no serán las correctas, que las leyes de la supervivencia se han impuesto a las antiguas leyes, que han sido redefinidas o adaptadas a la nueva realidad. 
Advierto que quien haya visto la serie televisiva encontrará ciertas variaciones en los cómics en cuanto a situaciones y personajes. Las líneas argumentales son las mismas y los personajes principales también, pero los cómics planteaban episodios que no se han visto reflejados en la serie de tv, y viceversa. Eso no hace a una historia mejor que la otra, para mí son dos propuestas igual de atrayentes. No hay fidelidad absoluta, pero no importa, porque se asume que los cómics son una cosa y la serie de tv otra. Y las dos propuestas las he disfrutado mucho. Es verdad que el cómic tiene más agilidad y movimiento que la serie, que es más pausada (al menos lo que hemos visto en la segunda temporada).
Por cierto, este volumen contiene unos extras: bocetos de algunas portadas y viñetas, bocetos de los personajes, la historieta original que Kirkman presentó a la editorial, y las portadas a color de los 24 primeros números comentadas por Kirkman y Moore.
Para acabar os dejo con una reflexión de Robert Kirkman:
"En Los muertos vivientes quiero explorar cómo la gente se enfrenta a situaciones extremas y cómo esos acontecimientos los cambian. Y va a durar. Vais a ver a Rick cambiar y madurar hasta el punto en que miraréis atrás y, al ver este libro, no podréis ni reconocerle".

viernes, 28 de septiembre de 2012

Marco Didio Falco. La guía oficial, de Lindsey Davis

Después de 20 novelas disfrutando de las pesquisas del "informante" Marco Didio Falco en la Roma de Vespasiano, parece que Lindsey Davis tenía ganas de hacer un alto en el camino, probablemente temporal, y adentrarse en otros terrenos literarios (publicó "Rebeldes y traidores" en 2009, sobre la guerra civil inglesa durante el siglo XVII; y publica en 2012 una novela ambientada en el reinado de Domiciano). Y esta pausa ha suscitado en la entrañable autora inglesa la necesidad de contarnos minuciosamente qué ha supuesto para ella esta saga literaria tan exitosa en lo comercial como en su calidad, aunque dispar por momentos. Para los que hemos leído las veinte novelas de Falco, desde la magistral La plata de Britania (1989) hasta Némesis (2011), resulta estremecedor pensar que ya han pasado más de veinte años desde que se iniciara la saga, aunque yo la descubrí, al mismo tiempo que un amigo, en torno a 1995, si no recuerdo mal. Desde entonces he sufrido con Falco todos los sinsabores de su ingrata tarea como detective en Roma y fuera de ella, en varias provincias, pero también he disfrutado de su relación amorosa con la inteligente Helena Justina, y cómo no, con su fiel amigo Petronio Longo, y toda la troupe familiar de Falco.
Esta guía oficial publicada en 2011 comienza con una breve autobiografía de la escritora inglesa, que tiene ya 63 años, destacando hechos luctuosos como el suicidio de su hermano, o sentimientos amargos cuando era funcionaria del Estado durante la dura etapa de la Thatcher. Mientras ejercía su trabajo rutinario enviaba los manuscritos de La carrera del honor, que cuenta el ascenso de Vespasiano al poder, o La plata de Britania, la primera aventura de Falco. Nnguna de sus novelas ganó un premio, aunque quedara finalista...
Lo cierto es que un editor acabó confiando en ella y pudo por fin tener un éxito comercial que le permitió dejar su puesto de funcionaria, mudarse a una casa más grande y dedicarse a la escritura. Como ella bien dice, no había estudiado Historia pero sí Lengua y Literatura Inglesa, y por tanto dominaba "el andamiaje" con el que se construye una buena novela: buen argumento y personajes sólidos. A esto le añadió de su propia cosecha una fina ironía en boca de Falco, quien, a la manera de un Juvenal o un Marcial, destripa sin misericordia a la sociedad romana.
Cuando escribía la última entrega de Falco, Némesis, murió su compañero durante 32 años, Richard, que como bien dice Lindsey no era Falco, pero le había acompañado en sus numerosos viajes por diferentes países que le servían para documentarse. Es evidente que su muerte le ha marcado hasta el punto de decidir darse un descanso, pero no es la única razón. Davis siempre insiste que intenta dar lo mejor a sus lectores en cada entrega, pero aunque sea un fiel seguidor, y lo seguiré siendo, me duele reconocer que ha sido una saga con altibajos, y es probable que ella misma se haya dado cuenta de que para recuperar la frescura hace falta un descanso. Pero qué exigente soy con ella, ¿quién puede ser original durante 20 novelas? O'Brian y pocos más...
Tras los datos biográficos, repasa uno a uno los personajes principales de las novelas, para después hacer un recorrido por los lugares habituales de Roma, además de otras curiosidades sobre la vida cotidiana de los romanos. Cosas que ya sabía porque soy historiador, pero lo bueno de Davis es que nunca escribe para un lector demasiado culto (se haría muy elitista), sino que con admirable didactismo, describe y explica desde el funcionamiento del suministro de agua de la ciudad de Roma hasta cómo se cocina un rodaballo, además de explicarnos qué es el garum o cómo eran las fiestas Saturnales. Es decir, nos deleitamos y aprendemos. Finalmente, remata el libro con las preguntas más frecuentes que le suelen hacer los fieles lectores, como las que haría yo: ¿a dónde irá Falco en su nueva aventura? (aún me acuerdo cuando le hice esta pregunta a la escritora en la FNAC de Barcelona allá por 2003 cuando presentaba El mito de Júpiter, ahora lo pienso y digo: "vaya pregunta más sosa"), ¿Falco y Helena están casados formalmente?, y una que me ronda desde siempre: ¿es Falco el que escribe su propia autobiografía en época de Trajano, ya anciano? Hay algo seguro, no muere en la erupción del Vesubio...
Bueno, una guía para "falcófilos" que hará que pases un buen rato, pero sinceramente, ¡quiero otra aventura de Falco ya! 
Os dejo con el perfil de Marco Didio Falco:
"Su cumpleaños es el 23 de marzo. No tiene suerte, habla demasiado, es un hincha de los Azules, lee, le encantan las plantas, en el fondo es republicano, no sabe nadar [je, je] y se marea cuando viaja en barco... Es más inteligente de lo que finge ser y hace bromas que no adviertes hasta media hora después."

domingo, 9 de septiembre de 2012

Espejos, de Eduardo Galeano

Mucho me ha gustado este libro que venía recomendado fervientemente desde hace tiempo. Es un libro especial porque cuenta, como el subtítulo aclara, "una historia casi universal", un viaje interesantísimo a lo largo de la Historia, desde sus comienzos hasta principios del siglo XXI, compuesto por pequeños fragmentos de mitos, reflexiones, anécdotas, etc. Una historia compuesta de muchas historias pequeñas que ponen el dedo en la llaga para denunciar algunas de las muchas injusticias, crueldades y maldades cometidas por el hombre en nombre de ésta u otra religión, éste u otro rey o señor, ésta o aquella ideología verdadera, etc. Es un libro para hacer visible a aquellos que no tienen mucho hueco en la historia porque ésta suelen escribirla los que ganan y los que controlan el poder. Descubrimos pasajes dedicados a la mujer y su invisibilidad, a la esclavitud (con especial hincapié en los negros), a los pobres, a los descastados, a los homosexuales, a los judíos, a los gitanos, a los indios, a los extranjeros, a los que no tienen voz para hacerse oir y pasan de puntillas por los libros de historia que mayoritariamente escriben los historiadores occidentales de raza blanca.
Es un libro de "autoayuda" que nos permitirá despojarnos un poquito de nuestro eurocentrismo, "homocentrismo" y racismo natural. Sabemos que en América, Asia y África pasaron cosas muy importantes pero siempre las ponemos por detrás de lo que ha ocurrido en la vieja Europa. Por supuesto la mujer pinta muy poco a lo largo de la Historia y la raza blanca ha sido elegida por el Todopoderoso para llevar las bondades de la civilización a los salvajes que pueblan el mundo. Y entre esas "bondades", cómo no, la religión (monoteísta), en concreto la cristiana católica, que recibe del autor un especial interés puesto que está detrás muchas veces de las mayores atrocidades cometidas por el hombre.
Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940, se hizo periodista y escritor, publicando varios libros traducidos a numerosas lenguas, además de recibir numerosos premios. Tras el golpe de Estado de 1973 en Uruguay, Galeano fue encarcelado y obligado a dejar el país. Se va a Argentina, pero en 1976 debe de nuevo salir huyendo de la dictadura, esta vez la de Videla. Pasará un tiempo en España escribiendo Memoria del fuego (1984) para regresar después a Uruguay. Su libro Las venas abiertas de América Latina fue censurado por las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile. Su género literario combina periodismo, ensayo, historia... pero con una mirada diferente que cautiva.
Y esta mirada diferente me ha abierto los ojos sobre personajes y hechos que interpretaba de una manera sin tener en cuenta otros lados de la realidad, que no siempre es tan sencilla.
Por ejemplo, este fragmento titulado "El filósofo de la libertad":
"Han pasado los siglos y sigue creciendo la influencia del filósofo inglés John Locke en el pensamiento universal.
No es para menos. Gracias a Locke, sabemos que Dios otorgó el mundo a sus legítimos propietarios, los hombres industriosos y racionales, y fue Locke quien dio fundamento filosófico a la libertad humana en todas sus variantes: la libertad de empresa, la libertad de comercio, la libertad de competencia, la libertad de contratación.
Y la libertad de inversión. Mientras escribía su "Ensayo sobre el entendimiento humano", el filósofo contribuyó al entendimiento humano invirtiendo sus ahorros en la compra de un paquete de acciones de la Royal Africa Company.
Esta empresa, que pertenecía a la corona británica y a los hombres industriosos y racionales, se ocupaba de atrapar esclavos en África para venderlos en América.
Según la Royal Africa Company, sus esfuerzos aseguraban un constante y suficiente suministro de negros a precios moderados."

No incluiré, por ser demasiado extenso, el pasaje titulado "Quiéreme mucho", dedicado a los amigos de Adolf Hitler (incluida la Iglesia Católica) que se enriquecieron haciendo suculentos contratos con la Alemania nazi. Hugo Boss vistió al ejército alemán. IBM diseñó un programa de clasificación de judíos. El Deutsche Bank financió la construcción de Auschwitz. IGFarben (luego Bayer) usaba como conejillos de Indias a los prisioneros de los campos, además de como mano de obra. También trabajaban como "esclavos" para Krupp, Thyssen, Siemens, Varta, Bosch, Daimler Benz, Volkswagen y BMW. Y para acabar, los reyes del negocio sucio: los bancos suizos compraron a Hitler el oro de las víctimas judías: alhajas y dientes.
En fin, algunos de estos datos ya los sabía, pero no es nada que nos sorprenda ya con la que está cayendo... ¿verdad?

martes, 28 de agosto de 2012

Hades Nebula, de Carlos Sisí

Digno colofón para una buena trilogía sobre zombis ambientada en España y escrita por un español, Carlos Sisí, que deja el pabellón alto (tendemos siempre a valorar más lo que se escribe fuera). Hades Nebula  (2011) retoma la acción donde se quedó, es decir, unos militares han recogido a los supervivientes de Carranque y los trasladan en helicóptero a la base Orestes, situada en la misma Alhambra. Hacia un nuevo futuro van Juan Aranda, Isabel, Moses, Susana, José, los niños Gabriel y Alba...
Sin embargo, la base militar no es precisamente un lugar seguro, ya que los soldados están divididos en dos facciones, y la población civil está confinada en un "gueto" sin que reciba alimentos o protección de los militares. Para estos, Juan Aranda es la clave de todo porque es portador del virus y por tanto tiene en su sangre la inmunidad contra los zombis, es la esperanza de "reconquistar" el mundo de nuevo. Sin embargo ya no es el único con esta cualidad, ya que Dozer, miembro del Escuadrón de la Muerte, que dábamos por muerto, ha sobrevivido y tras inocularse el virus se dirige a Granada en busca de sus amigos. Por el camino recogerá a un periodista, Víctor, después de enfrentarse a verdaderas dificultades no provocadas por los zombis, sino por grupos humanos violentos. Y es que ya decíamos en la anterior entrega que el verdadero enemigo del hombre civilizado y cooperativo no es el zombi, sino el hombre violento y cruel. Juan Aranda experimentará esto en sus carnes y tomará una decisión importante.
Lo cierto es que se desatará el caos absoluto en la base Orestes, con los militares rebeldes actuando, los zombis entrando en tromba en la Alhambra, los civiles muriendo, y nuestros amigos resistiendo hasta el último aliento contra, incluso, viejos enemigos (el padre Isidro). Pero el futuro no será tan negro después de todo.
De esta última entrega me quedo con la alternacia entre las reflexiones de los protagonistas y la acción trepidante, y esa combinación se da ya de manera inteligente, proponiendo al lector momentos de pausa que acrecientan su ansia para seguir leyendo y ver lo que pasa. Eso está muy logrado. 
En cambio, y sin ser muy experto en "zombilogía", alguna resurrección de un personaje que ya estaba bien muerto me chirría un poco. Se supone que los zombis son muertos que despiertan porque su cerebro vuelve a activarse, o al menos alguna parte del cerebro, y que mueren definitivamente cuando se les dispara a la cabeza, pero resucitar por segunda vez... Y por otro lado, que uno se convierta en zombi y pueda "pensar", diseñar estrategias o tener sentimientos, y que tenga una fuerza descomunal como la que tiene el cura Isidro, pues tampoco he acabado de asimilarlo. Al menos si nos ceñimos a las "leyes" aceptadas sobre los zombis.
Pero por lo demás, me parece una trilogía estupenda para el que quiera conocer este mundo de los zombis que tanto atrae hoy en día. ¿Por qué se produce esa atracción? Que cada uno intente dar con las respuestas.

miércoles, 22 de agosto de 2012

El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger

Cuando el joven de dieciséis años Holden Caulfield es expulsado del colegio Pencey de Nueva York por su bajo rendimiento, decide pasar un par de días en la ciudad antes de volver a casa de sus padres y enfrentarse a la "regañina" que le espera, no obstante, no es el primer colegio que abandona. Lo que le ocurra en esos dos días, esa "aventura" urbana cargado con unos cuantos dólares en el bolsillo y una gran excitación, es lo que después relata tras ser atendido por el psiquiátra. 
Ésta es a grandes rasgos la línea argumental de El guardián entre el centeno o El cazador oculto (The Catcher in the Rye, 1951), del escritor norteamericano de ascendencia judía J.D. Salinger (1919-2010). Esta novela pronto se convirtió en uno de los hitos literarios de la prosa norteamericana contemporánea y dio a su autor una fama que no acabó de digerir bien, hasta el punto que en 1966 se alejó del mundanal ruido, no volvió a publicar novelas, aunque se sabe que escribió alguna más, se relacionó poco y vivió como un ermitaño huraño y antipático que rehuía de los focos, celoso guardián de su intimidad. Pero esta novela, para bien o para mal, le había dado la "inmortalidad" que tanto anhelan los escritores.
He leído esta novela movido por esa curiosidad latente que percibía cada vez que veía el libro en alguna librería y me preguntaba qué tenía de especial. Posiblemente el morbo de saber que el asesino de John Lennon se creía un Holden Cauldfield en carne y hueso, o que el que intentó matar a Ronald Reagan en 1981 estaba obsesionado con el libro. Ya se sabe, hay obsesiones buenas y malas...
Pero más allá de los datos morbosos, es uno de los libros más leídos en Estados Unidos y lectura obligatoria en muchos institutos. Y eso a pesar de que el joven flirtea con el alcohol y la prostitución. Sin embargo todo eso no lo hace escandaloso a mi modo de ver, aunque en 1951 causara más impacto en la conservadora sociedad americana. 
Todas las vivencias que Holden cuenta en primera persona, sus relaciones con los compañeros de instituto, Stradlater o Ackley, con las chicas (como Sally Hayes), con su hermana Phoebe, o con aquellos que conoce brevemente en Nueva York, reflejan la forma de ver la vida de un adolescente inmaduro, rebelde, por otro lado culto (lee "Memorias de África"), inseguro, mentiroso, que da tumbos por la ciudad sin saber lo que quiere hacer (hasta su hermana pequeña Phoebe se lo recrimina), y es precisamente esa inseguridad, esa angustia sobre el futuro que le depara, la que convierte a Holden Caulfield en el prototipo del adolescente que intenta rebelarse y no seguir el camino marcado: instituto, universidad, trabajo en la oficina, esposa e hijos. E intentar desviarse de ese camino le lleva a ser un incomprendido y a acabar en el psiquiátra. 
Y en esa rebeldía de todos los adolescentes que odian todo lo que les rodea y no comprenden por qué las cosas son así está el acierto de esta novela que se convirtió en un vehículo de inspiración para muchas personas, novelistas que quedaron influidos por el estilo rápido y fresco de la escritura de Salinger, pero también psicópatas que se veían como un Holden Caulfield dispuesto a dejar su "huella" en este tedioso mundo. 
Sin embargo, pienso que la influencia de esta novela estriba en que debió ser un soplo de aire fresco para una generación de jóvenes que querían romper las cadenas del mundo en el que vivían y crear otro nuevo, tal vez los jóvenes de la década de los 50 y 60 no lo consiguieron, pero aquellos jóvenes del 68 que en la década siguiente intentaron cambiar su forma de vida para cambiar el mundo debían llevar en sus mochilas este "insignificante" libro. Y mientras el mundo siga siendo como es, habrá "guardianes entre el centeno" en las mochilas para rebelarse.

domingo, 19 de agosto de 2012

Un mundo feliz, de Aldous Huxley

¿Y si viviéramos en un mundo en el que todos los seres humanos son inducidos a ser felices por el Estado, de manera que no conocen el sufrimiento, las enfermedades, la vejez o las guerras? Es más, no existe la religión ni los prejuicios morales que ésta impone, y en consecuencia, las personas gozan de la libertad sexual que una civilización sometida a las "leyes" de las religiones condenaría. Si viviéramos en este mundo civilizado en el que para conseguir la felicidad ha habido que eliminar el arte, la historia, la ciencia, la cultura, la filosofía; y para tener estabilidad social se ha prescindido de la libertad ¿seríamos felices? Qué importan los medios cuando el fin es alcanzar lo que en nuestra civilización ahora es imposible, como pensaría Maquiavelo.
Aldous Huxley (1894-1963) imaginó en 1932 un mundo así y su novela Un mundo feliz pasó a la posteridad como una de las obras clave de la ciencia ficción realizadas en el pasado siglo. Una obra visionaria como pocas, que imagina un escenario futurista muy pesimista como luego haría Orwell en 1984. Habría que preguntarse porque todos los futuros imaginados son tan poco atractivos (esto me recuerda a Blade Runner).
Aldous Huxley fue un escritor británico emigrado a los Estados Unidos, un auténtico intelectual que se interesó por la ciencia, la literatura, el arte, la psicología, el misticismo, un divulgador incansable que escribió varias novelas y ensayos, viajó por el mundo dando conferencias, experimentó con las drogas por interés meramente intelectual y criticó fuertemente el orden social establecido. Murió de cáncer el mismo día que asesinaron a Kennedy, mientras le susurraban al oído el Libro Tibetano de los Muertos.
En una civilización futura en el que las mujeres ya no tienen hijos porque toman anticonceptivos y los seres humanos se "fabrican" en laboratorios donde se incuban miles de embriones que luego serán divididos en un rígido sistema de castas ("el principio de la producción en masa aplicado, por fin, a la biología"), de la superior Alfa (la más inteligente y con los cuerpos "neumáticos") a la inferior Epsilon (inculta, fea y destinada a los peores trabajos), un individuo Alfa llamado Bernard Marx se siente diferente al resto y recibe cierto rechazo de sus iguales. Parece infeliz en un mundo en el que todos son felices, ya sea porque la hipnopedia (un moderno sistema de propaganda basado en la repetición constante de mensajes mientras los niños duermen) o el soma (una droga que intensifica la felicidad de las personas y las mantiene tranquilas, y que todos reciben después de la jornada de trabajo) han conseguido lo que en una dictadura habría que hacerse con ejército, policía secreta, continuas purgas y represión. El condicionamiento psicológico ha conseguido lo que un sistema dictatorial perfecto (¿o una democracia encubierta?) desea: "que la gente ame su inevitable destino social". O que odien los libros... De hecho todos los libros (salvo los oficiales) publicados antes del año 150 d.F. (después de Ford, el divinizado líder) fueron suprimidos.
Cuando Bernard Marx realiza un viaje a México acompañado de la "neumática" Lenina a visitar una reserva de "salvajes", gente no civilizada que sigue las antiguas costumbres, se trae de vuelta a John, un salvaje atraído por ese mundo civilizado que su madre Linda le relataba alentando su interés por conocerlo. Sin embargo el choque cultural será muy fuerte para John (que ha leído clandestinamente las obras completas de Shakespeare): se convierte en un atractivo turístico que todos quieren conocer y queda profundamente decepcionado al saber que en este mundo no hay sitio para las pasiones, la religión, el sufrimiento o el amor.
Pero quién quiere cristianismo cuando hay soma ("el cristianismo sin lágrimas"), una droga mucho más eficaz; quién quiere sufrimiento, miedo a la muerte o pasiones violentas, todo eso desestabiliza la sociedad, crea conflictos y los conflictos provocan guerras. Evitemos todo eso reduciendo el tiempo para pensar libremente, creemos actividades colectivas que después del trabajo (también colectivo), mantengan constantemente ocupadas a las personas, rompamos los tabúes sexuales (la monogamia) y hagamos que las personas puedan copular libremente con quien quieran, no hay padres ni madres, ni maridos ni esposas, no hay más lazos que los que unen a los individuos en su deseo de ser felices desde que Ford (el reverenciado líder del que sabemos que lanzó al mercado su primer Modelo "T", es decir, el Henry Ford fabricante de coches), instaurara las nuevas reglas de la civilización: maquinismo, consumo en masa, roles sociales fijados desde el nacimiento. Vamos, un capitalismo perfecto con una nueva religión llamada consumismo que adora no una cruz sino una T.
Bernard Marx y su amigo Helmsholtz Watson, los más críticos con el sistema serán "purgados", enviados a una isla con otros individuos purgados, demasiado peligrosos por ser más conscientes del mundo en el que viven que el resto de la comunidad. Así, su individualidad crítica no contagiará a la masa. 
Para el salvaje John, en cambio, las personas necesitan creer en un Dios, deben saber lo que es el amor (cuando Lenina sienta una pasión violenta hacia John, éste la llamará "zorra" y "ramera"), la familia, la enfermedad, el sufrimiento, aquello que nos hace humanos. Siguiendo el mito del "buen salvaje", no comprenderá esta civilización y la acabará aborreciendo, intentando retirarse en soledad y vivir de otra manera, pero quién puede escapar de un mundo feliz porque quiere reclamar el derecho a ser desgraciado.
¿Sería posible crear una civilización con estas características que describe Huxley sabiendo que probablemente estaríamos ante una dictadura en la que la Propaganda ha conseguido su objetivo principal: controlar a las masas? Mucho nos recuerda esta novela visionaria a lo que sucedería en la Alemania nazi de Adolf Hitler, o en general a las ideologías extremistas, fascismo y comunismo, que requieren de un control absoluto de la población a todos los niveles, para perpetuarse. Ya lo decía Goebbels, el ministro de Propaganda nazi (y cuántas veces he recordado su frase leyendo esta novela): "Una mentira contada mil veces se convierte en una verdad". Aunque Goebbels se quedó corto ya que, en palabras de Bernard Marx, un especialista en hipnopedia, "sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones crean una verdad".
En 1932, cuando el mundo soportaba los durísimos efectos de la Gran Depresión, Alemania tenía 6 millones de parados que ansiaban que un líder populista prometiera un "mundo feliz" para ellos, y allí estaba Hitler, que ganó las dos elecciones celebradas ese año y que en enero de 1933 se convertía en canciller de Alemania. Antes del crack de 1929, sin embargo, su partido no conseguía imponerse en las sucesivas elecciones, e incluso se veía superado por los comunistas.
Uno de los controladores de ese mundo feliz llega a decir: "la verdad es una amenaza, y la ciencia un peligro público"; "todo cambio constituye una amenaza para la estabilidad". Sin embargo, una reflexión de este dirigente, Mustafá Mond, me ha gustado: "nosotros no sufrimos pérdida alguna que debamos compensar; por tanto, el sentimiento religioso resulta superfluo".
En definitiva, estamos ante una visión pesimista del futuro, pero también una crítica feroz del presente, el de 1932 y el de ahora, el del capitalismo consumista que genera esa sensación de felicidad irreal. Malos tiempos son los que corren para ser pesimista, como los fueron los años 30. Entonces, una guerra mundial, la Segunda, sacó al mundo de la recesión económica y comenzó una nueva era de bienestar. ¿Hacia dónde vamos ahora? ¿Llegará el hombre a ser feliz? ¿A qué precio?

viernes, 10 de agosto de 2012

Danza de dragones, de George R.R. Martin

Termino con tristeza la quinta entrega de la saga Canción de hielo y fuego, Danza de dragones (2012, en su edición en español). Me explico, tristeza por haber acabado el libro, desgraciadamente, aunque he intentado ralentizar la lectura los últimos días porque ver el final tan cerca se me hacía duro. He disfrutado de uno de los mejores libros de la saga, mucho más que el cuarto, y no sé, como no saben miles de lectores, cuándo llegará el sexto (la cadencia actual es de un libro cada 5 años). También acabo el libro después del shock que me ha producido un hecho que no contaré aquí pero que me hizo pegar cuatro gritos de indignación en plena noche para sorpresa de mi pareja.
Y son muchas las incógnitas que necesito resolver sobre el cada vez más despiadado juego de tronos que se dirime en Poniente y más allá, desde que el rey usurpador Robert Baratheon muriera "accidentalmente". Desde entonces se desataron las ansias de poder y gloria de los hombres ("Guerra de los Cinco Reyes"), ansias que acabaron trágicamente para algunos. Pero la lucha continúa y ahora sí que ha llegado el invierno, como dice el lema de la Casa Stark, y ha llegado para quedarse. 
El quinto libro sigue la acción donde se quedó Tormenta de espadas (la tercera entrega) y es simultáneo a la acción que sucede en Festín de cuervos (el cuarto libro), por tanto supone volver a mirar por los ojos de los personajes principales que habían sido arrinconados momentáneamente en la cuarta entrega: Jon Nieve, trata de afianzar su posición como lord comandante de la Guardia de la Noche a la vez que inicia una política de "muro abierto" con los salvajes, quienes temen la llegada inminente de los Otros. En el Muro se encuentra el rey Stannis Baratheon con su sacerdotisa roja Melisandre de Asshai, intentando hacerse fuerte en un norte dividido y traicionero. Mientras, al otro lado del mundo, las ciudades esclavistas están en guerra desde que Daenerys Targaryen se hiciera con el trono de Meereen y liberara a los esclavos de esta ciudad. La Madre de Dragones no solo debe controlar a sus tres criaturas sino también consolidar su poder a la espera de iniciar ese anhelado retorno (y todavía demorado) a Poniente para reclamar el frío Trono de Hierro, que ahora ocupa un niño de 8 años, Tommen Baratheon, tutelado por la intrigante Cersei Lannister, quien sufrirá las consecuencias de arriesgarse en este peligroso juego del poder. Tyrion Lannister, el otrora Mano del Rey, es ahora un enano fugitivo acusado de parricidio y regicidio que también emprende el viaje a Oriente en busca de la reina Daenerys. Otros personajes también tendrán su protagonismo como Victarion Greyjoy; Asha Greyjoy; Quentin Martell; el nuevo Hediondo, Theon Greyjoy, prisionero de los Bolton en Fuerte Terror; Arya Stark (todavía con su aprendizaje en el templo del dios de múltiples rostros); Bran Stark, que encontrará por fin "al cuervo de tres ojos" y comenzará otro tipo de aprendizaje; Barristan Selmy, actual lord comandante de la Guardia de la Reina Daenerys; Kevan Lannister, regente del rey Tommen...
Todo esto mientras la guerra en Poniente languidece por momentos, aunque se avecina un recrudecimiento, y por supuesto salpicado con los ingredientes a los que ya estamos acostumbrados con Martin: las mentiras, las traiciones, los asesinatos, las conspiraciones, pero también la lealtad y el honor. 
Martin me está haciendo disfrutar de la literatura de una manera tan intensa que le estoy muy agradecido, aunque no soy de esos fans que desean que se alimente mejor para que no enferme y pueda acabar la saga, pero sí es verdad que los personajes y la historia que ha creado son tan inmortales ya que Martin se ha convertido en un mito viviente de la literatura aunque para algunos esto suene muy fuerte. Esperaré con resignada paciencia su próxima entrega. Hasta entonces nos queda la serie televisiva.

martes, 17 de julio de 2012

Simiocràcia: crònica de la gran ressaca econòmica, d'Aleix Saló



Si Españistán va donar a conéixer al gran públic a Aleix Saló, Simiocràcia el confirma com un dels més crítics dibuixants de còmics de l’actualitat. Gairebé tothom haurà vist els vídeos promocionals que hi ha sobre les seues publicacions (amb un èxit total de visites) a youtube que no deixen indiferent de cap de les maneres. A aquest llibre Saló aconsegueix resumir-nos de manera divertida i sobretot crítica l’actual situació de la nostra societat.
           Les notícies que cada dia ens arriben no són gens positives i tots els ciutadans d’aquest país estem realitzant un curset accelerat sobre economia que mai ens hauríem plantejat. El problema és que si no t’informes t’enganyen i si ho fas t’enganyen igualment amb la trista diferència que acabes cremat. Quina és la solució? No la sabem. El que és evident és que la majoria de la societat se sent estafada i desenganyada d’un sistema complex que és difícil d’explicar. El creixement que ens van vendre no ha estat tal i utilitzen a diari notícies negatives que van ficant-nos la por al cos per a deixar-nos totalment paralitzats. A una de les pàgines del llibre A. Saló ho defineix de manera gràfica i clara, quina és la diferencia entre un ciutadà d’una dictadura i d’una democràcia occidental? Doncs que un viu feliç davant la ignorància del seu govern corrupte i no fa res davant açò i la d’un ciutadà d’una democràcia occidental sap que el seu govern és corrupte però li rellisca, per tant tampoc fa res. De manera que la situació és realment trista: perquè ens estant llevant tots els drets adquirits durant anys gràcies als esforços, sacrificis i lluites dels nostres avantpassats, i perquè no estem fent absolutament res per a aturar-ho. I siguem realistes, açò va per a llarg. També ho trobem a una de les pàgines quan el mateix ciutadà es plantejava l’any 2009 que els més pessimistes deien que la crisi podia durar fins al 2011, i el mateix ciutadà fart de riure en l’actualitat. Jo crec que al final ens riem per no plorar, perquè francament la situació és com a mínim per a això. Quan es va publicar el llibre, el passat mes d’abril, el govern encara no havia realitzat les retallades tan brutals dels últims dos mesos ni havia donat el cop mortal que farà desaparéixer el sistema de benestar en aquesta legislatura.

Els ciutadans ja no confien en els polítics, tampoc en els banquers i com conclou l’autor del llibre establint paral·lelismes amb la recent història del passat segle, s’estan creant les bases per a l’extremisme i l’augment de radicalisme que ens durà a una situació més greu que l’actual. Per què serveix la història? Doncs per a no tornar a cometre els mateixos errors, però està comprovat que no interessa crear una societat formada i lliure, sinó una massa d’éssers manipulables que perpetuen un sistema corrupte i injust, aquest és un dels motius per a retallar en educació pública i desprestigiar al professorat.  Perquè no ens enganyem, les retallades que s’han aplicat han estat de caire ideològic, s’han realitzat contra els més febles (que no es queixaran, i si ho fan és a casa on ningú els escolta, resultat de la por i un caciquisme que continua vigent) i no contra els més rics i poderosos. Ha parlat algú de la monarquia en les retallades? I de l’Església? Han retallat a les grans fortunes del país? Afecten les retallades al sistema financer? NO. L’Estat i els seus polítics ens han deixat caure literalment al buit i s’han encarregat sols de salvar als seus amics, la qüestió és que estan on estan pel vot dels ciutadans (que pel moment continuem sent la majoria) i el nostre problema és no ser conscients de la força que tenim quan estem convocats a les urnes. Mentre, continuem funcionant com fa més de 2.000 anys: panem et circenses i sinó, sols cal veure com ens han narcotitzat amb el futbol (crisi? Qui diu crisi? Visquen les primes per guanyar a jugadors i equip tècnic, més el manteniment d’aquestos i els acompanyants durant tot el campionat de l’Eurocopa). Et deixaran sense un plat a taula per menjar, però sense futbol? No per l’amor de déu... I A. Saló ens fa reflexionar sobre tot açò al seu còmic que millora a Españistán amb diferència. Si el primer era bo, aquest és millor. De moment haurem de riure per recuperar forces i posar-nos mans a l’obra.

viernes, 13 de julio de 2012

Necrópolis, de Carlos Sisí

Tres meses han pasado desde el comienzo de la Pandemia zombi, provocada por un virus del que ya conocemos su nombre, "Necrosum", y el polideportivo de Carranque en Málaga continúa, de momento, siendo uno de los bastiones de la resistencia humana. Treinta supervivientes liderados por Juan Aranda creyendo en la esperanza de un futuro en el que los zombis sean eliminados y la humanidad vuelva a resurgir. Sin embargo, la Comunidad va a acabar disgregándose por diversas circunstancias: Juan Aranda emprende un viaje para llegar a los estudios de Canal Sur y poder emitir un mensaje por radio a otros grupos de supervivientes, y el Escuadrón (Susana, Uriguen, Dozer y José) se aventura hacia el puerto atraído por un misterioso barco que ha llegado de improviso al muelle. Y sí, el maléfico cura Isidro está bien presente en esta segunda entrega, obsesionado con el bíblico Juicio Final y su "misión" exterminadora de los impuros. 
Todo en esta segunda entrega se pone peor para nuestros protagonistas, y también se nos confirma lo que viene a ser una situación típica de los mundos postapocalípticos, es decir, no todos los grupos humanos se mueven por los sentimientos de solidaridad y trabajo en común; siempre aparecerán los que aplican la máxima del "primero yo y luego los demás", o los que aprovechan la situación para dar rienda suelta a sus peores instintos. Pero de qué nos sorprendemos, somos humanos, lobos con nosotros mismos. Descubrimos las miserias humanas, el egoísmo, la crueldad y la insolidaridad, se acabaron las comunidades "buenas", han aguantado los más fuertes pero estos no siempre son los más justos o los más humanos. No hacen falta zombis, los últimos humanos se matan entre ellos. Así que descubrimos un grupo de cazadores alemanes que se dedican a matar zombis por competición y a "cazar" humanos de paso, u otro grupo de supervivientes donde se impone la ley del más fuerte y no el trabajo cooperativo.
En esta segunda aventura de los supervivientes malagueños volvemos a encontrar un ritmo alto en el que de nuevo queda poco espacio para la pausa, y se advierte una gran mejoría en la descripción de los personajes, mucho más sólidos, sobre todo dos nuevos como Gabriel y su "especial" hermana Alba, además de Gulich, un perro fiel. 
La pregunta es: ¿hay esperanza? sí, la hay, hay otros campamentos seguros (Alicante, Murcia o Granada), y Juan Aranda sigue siendo la clave, pero ¿se puede confiar en los militares que intentan reconducir la situación? Lo veremos en el tercer y último capítulo. 
Tengo que reconocer que de nuevo Carlos Sisí me ha mantenido intrigado toda la novela.

sábado, 30 de junio de 2012

Españistán, de Aleix Saló

Hace poco leía en la revista El Jueves que todos los españoles estamos haciendo un máster de economía desde que empezó la crisis, y hasta el menos espabilado te cuenta en una tertulia cafetera lo que es la prima de riesgo, las agencias de calificación, la burbuja inmobiliaria y la deuda pública, y hasta de propina te explica lo que ha pasado en Islandia. Cansa un poco, ¿no?
Ahora resulta que esto de la crisis nos ha hecho más listos en macroeconomía, hemos descubierto que los banqueros son "hijoputas" (con perdón) que se jubilan con pensiones millonarias dejando un tufo en las cajas de ahorros que uno entra en una oficina y no veas como huelen; también sabemos (lo hemos sabido ahora) que los políticos no tienen ni idea de cómo salir de ésta, tampoco supieron la "mierda" que se nos venía encima, y para colmo en 2008 nos dijeron que esta era la madre de todas las crisis y que hacía falta "refundar el capitalismo". Espérate que me ría: jajota!!!!! El capitalismo tiene más vidas que un gato.
Así pues, puestos a cargarnos artículos bodrios sobre lo mal que lo han hecho algunos "endiosados" y la mierda que vamos a tragarnos durante los próximos 10 años los mortales comunes, ¿por qué no ver la realidad con un poco de humor y mala leche? 
Y eso es lo que nos propone el historietista catalán Aleix Saló (1983) en el cómic titulado Españistán. Este país se va a la mierda (2011), relanzado cuando el autor lo promocionó con un cortometraje de animación de poco más de 6 minutos en youtube (que ha superado los 5 millones de visitas), titulado Españistán, de la burbuja inmobiliaria a la crisis, un video absolutamente imprescindible por las verdades como puños que suelta y porque esto de la burbuja se explica bien clarito. El éxito le ha llevado a publicar Simiocracia (2012), mejorando el humor punzante que ya apuntaba en Españistán.
Publicado por Glénat, el cómic tiene 140 páginas a color, y plantea un viaje, parodiando a El Señor de los Anillos, de un joven hipotecado, Fredo, su amigo Samu, y el mago Gandolfo. Objetivo: conseguir que el banco se quede con la vivienda y anule la hipoteca, vamos, la famosa dación en pago que los bancos niegan que exista.
El viaje del ex "currito" Fredo y sus amigos que comienza en el Ministerio de Vivienda (en el que solo hay un mono que sirve tilas) y debe acabar en el banco, le sirve a Aleix Saló para pegar unos cuantos palos a la burocracia, para que descubran "en las tierras muertas" a la comunidad científica viviendo en la indigencia, para tener un mal encuentro con "la banda de la SGAE", para dejar a la altura del betún a la Iglesia de "Jesufistro", y sobre todo para satirizar a las empresas y a los bancos. Ya que el banquero Botín se niega a anular la hipoteca y perdonar la deuda, en su desesperación acudirán a la Moncloa para acabar descubriendo que efectivamente este país se va a la mierda.
En un mundo editorial en el que cada vez es más difícil encontrar voces críticas y políticamente incorrectas (menos mal que la revista El Jueves sigue pegando caña), Aleix Saló consigue que la sátira social y política en formato viñeta se convierta en una saludable forma de pasar factura a aquellos que dominan el "cotarro" político, económico (banqueros y empresarios) y circense (la tele basura), a los que tratan de atontarnos para convertirnos en ignorantes con cerebro de "cacahuete" dispuestos a que nos den por....

domingo, 17 de junio de 2012

Los caminantes, de Carlos Sisí

Hay un creciente interés desde hace unos años en el género "zombi", que se ha plasmado en la realización de varias películas, de peor o mejor calidad (recomiendo 28 días después (2002), de Danny Boyle), y en la proliferación de infinidad de novelas. Pero el boom reciente de este género, y aportando buenas dosis de calidad, lo genera la serie The Walking Dead de Frank Darabont, que el año que viene estrenará su tercera temporada, y que se basa en los cómics que Robert Kirkman publica desde 2003 con gran éxito.
Reconozco que comparto esa fascinación por esta temática, entre otras cosas porque me interesan los mundos postapocalípticos donde los grupos humanos deben volver a comenzar casi de cero, deben organizarse, establecer unas normas, un liderazgo, unas reglas simples que permitan la supervivencia en la nueva situación, para mí es como una vuelta a la Prehistoria, con todas las salvedades de la comparación, pero se trata de sobrevivir en grupo y ciertos valores morales siguen siendo válidos, y otros no. Todo se simplifica y es eso, tal vez, lo que me interesa.
Así que suelo ver las películas recientes sobre zombis y por supuesto he seguido ávidamente la serie de Darabont. Sin embargo, no había traspasado la línea y había entrado en el campo literario, tal vez por desconocimiento de autores de referencia. Así que, mi primera incursión literaria en el género ha tenido que llegar con la recomendación de un amigo, quien me habló muy bien de la trilogía del español Carlos Sisí (1971): Los caminantes (2009), Necrópolis (2010), Hades Nébula (2011), quien se estrenó con estos tres libros en el mundo de la ficción escrita.
He leído Los caminantes y lo he hecho disfrutando mucho la novela. No es una novela compleja, con grandes pretensiones, y los personajes principales incluso parecen necesitar alguna pincelada más, pero el relato, con algún que otro altibajo, mantiene un ritmo alto, la acción domina a la reflexión, construyéndose una novela muy visual, muy cinematográfica, e interesante. 
La novela está ambientada en la ciudad de Málaga, que ha sufrido, como otras ciudades españolas (y después todo el mundo), una pandemia provocada por un virus que hace resucitar a los muertos convirtiéndose en zombis ávidos de sangre de los vivos. Mientras el "apocalipsis" se extiende por la ciudad, nos centramos en las desesperadas acciones de varios grupos para sobrevivir, uno ubicado en un complejo deportivo (Carranque), bien organizado y liderado por Juan Aranda, en el que también destacan Dozer, Uriguen, Susana o el doctor Rodríguez; otros más reducidos que acabarán uniéndose formado por Moses, el Cojo o Isabel, que acabará encontrándose con el grupo de Carranque.
La historia comienza de forma abrupta, ya con la pandemia extendiéndose por la ciudad, sin que podamos entender qué está pasando o cuáles son las causas de la catástrofe: "Nadie sabía cómo había empezado todo exactamente. El mundo se había desestabilizado mucho antes de que ningún científico hubiese podido dar alguna explicación, teoría o hipótesis". Lo inquietante de la novela es el personaje del Padre Isidro, que descubre, por causas que descubrimos al final, que es inmune a los zombis y por tanto no es atacado. Sin embargo, lejos de aprovechar esta ventaja para ayudar a otros, creerá, fanatizado, que ha llegado el Juicio Final, y que él debe liderar al "ejército de zombis" para juzgar a los vivos, a los que cree "impuros".
Al mismo tiempo, los esfuerzos del doctor Rodríguez van encaminados a encontrar la causa de la pandemia, y cuando conozcan la existencia de este cura loco, a encontrar la respuesta a su "inmunidad". El capítulo final será una lucha desesperada entre los supervivientes del complejo deportivo, la "Comunidad", y una turba de zombis liderada por el cura Isidro, con sorpresa final.
Ya he dicho que no es una novela pretenciosa, pero la historia ha despertado mi curiosidad, tiene muchos paralelismos con The Walking Dead, que plantea cuestiones muy interesantes sobre la superviviencia y la organización de los grupos humanos, así que acabaré la trilogía.

sábado, 16 de junio de 2012

De l'arbre al pinyol, d'Anna Rúbio i Fandos


      Anna Rúbio i Fandos, escriptora valenciana nascuda a Silla (1975) va guanyar amb aquest recull de contes el XIX Premi de Narrativa Vila de l’Ametlla de Mar l’any 2010. Al poble vam tenir l’oportunitat de conéixer aquesta escriptora el passat mes de març, dins els actes celebrats en commemoració del dia de la Dona. A la Biblioteca pública municipal Maxi Banegas es va presentar el seu llibre. És molt interessant i important que un poble xiquet com és el nostre puga gaudir de la presència i presentació d’escriptors de la nostra terra i en la nostra llengua. En aquest cas pense que l’acollida per part dels diversos col·lectius presents a l’acte va ser més que positiva.
Anna Rúbio, a banda de ser escriptora és docent i compagina les dues tasques amb molta il·lusió i dedicació. Així ens ho va demostrar als presents aquell dilluns 5 de març a la Biblioteca del Pinós. Anna ens va contar un dels seus contes: Maia, aquell que tanca aquest llibre de relats i ens va encisar a tots els que ens vam acostar per a escoltar-la. Davant l’èxit i a petició del públic va llegir-ne un altre. Sovint els adults ens oblidem davant les lectures solitàries i silencioses que la literatura també està feta per a gaudir-la en companyia, i així va ser. Crec que molts dels que allí vam ser vam retornar a la nostra infantesa, a aquell moment en què ens contaven contes i ens creiem en un món de fades o envoltats d’aventures.
Després de mesos dedicada a lectures massa especialitzades i gaudint de les mateixes, però sense poder gairebé acostar-me a d’altres més intimistes o senzillament més còmiques (que comentaré en pròximes entrades), he llegit amb plaer els relats de l’Anna i els he gaudit com si ella els contara. El llibre està organitzat en 19 contes (Baucis, Mai no en parlàrem, Que somies amb els angelets, Excés d’equipatge, Tres nafres, Ensumar primavera, Habitació amb vistes, Carta blanca, La talaia, Que vinga al llit, A cau de llagrimall, Somni d’una nit d’estiu, Trossets de carn, Tentines, Sota l’esguard, Vespres d’aniversari, L’amistat, Germinal i Maia), gairebé tos ells amb un predomini destacat de les dones. Dones de diferents edats i circumstàncies diverses (casades, àvies, veïnes, embarassades, professores, alumnes, empresàries, etc.) i sobretot històries molt intimistes. Aquelles que busquen la manera d’expressar, no sols la incapacitat humana de parlar o mostrar obertament els sentiments –d’amor o bé d’odi- que ens provoquen les persones més properes, sinó també i com diu a la contraportada del llibre, la incapacitat de “lliurar-se al desig o gaudir d’un tros de cel”. Els contes parlen de sentiments que embolcallen l’ésser humà, amb especial atenció al món femení.

En alguns dels relats Anna Rúbio deixa patent la seua coneixença del món educatiu i ens planteja la situació d’una alumna de 14 anys problemàtica a “Tentines” o bé la impotència amb què es troben molts professors davant famílies desestructurades com al conte “Sota l’esguard” on els que finalment acaben pagant els plats trencats són els fills, als que es desatén i ignora. Els docents representen un puntal fonamental dins la societat i desgraciadament en l’actualitat estan infravalorats, molts d’ells es fan càrrec de situacions que no els pertoca, i ho fan de bon gust perquè la seua vocació així s’ho demana. Però és evident que en tots els llocs n’hi ha de tot. En el cas d’aquests contes sí que observem una preocupació i implicació total per part del professorat o l’equip docent del centre per solucionar els problemes dels alumnes o bé millorar la situació d’aquestos.
He gaudit amb la lectura i per tant la recomane. Anna Rúbio aconsegueix introduir-nos en cadascuna de les històries i ens fa partíceps d’elles. Aquí us deixe un enllaç d’un parell de contes per si voleu fer-ne un tast: http://www.cossetania.com/tasts/delarbrealpinyol.pdf

lunes, 4 de junio de 2012

El día de los bárbaros, de Alessandro Barbero

El día de los bárbaros es un ensayo histórico publicado en 2005 por el historiador italiano Alessandro Barbero (1959), especializado en historia medieval, y del que, entre los más recientes, encontramos algunos ensayos también de temática militar como son Waterloo (2003) y Lepanto, la batalla de los tres imperios (2010).
El subtítulo de esta obra centra su ámbito de estudio: La batalla de Adrianópolis, 9 de agosto de 378, pero sería un error considerar que todo el libro (editado por Ariel y con 240 páginas) constituye la narración de esta batalla que enfrentó a romanos y godos al norte de la ciudad de Adrianópolis, provincia de Tracia (y hoy actual Turquía). Este estudio es algo más que una batalla, es un análisis certero y esclarecedor de las circunstancias políticas, sociales y económicas del siglo IV d.C. que provocaron este enfrentamiento bélico tan determinante para el devenir del imperio romano de Occidente. Con un lenguaje sencillo al alcance del lector no habituado a los ensayos históricos, con una objetividad en el tratamiento de las fuentes latinas (principalmente Amiano Marcelino) y sobre todo con una gran capacidad de síntesis narrativa, Barbero construye un admirable fresco de la situación política del imperio romano de Oriente, las dificultades económicas de los godos instalados al otro lado del Danubio y sus motivaciones para trasladarse, en el 376 d.C., a la provincia romana de Tracia. Para Barbero, el tratamiento que da a este contingente de bárbaros no es la de invasores sino la de inmigrantes, tribus enteras (con familias y enseres) que desplazados por el empuje de los hunos, se ven obligados a pedir refugio (tierras y trabajo) en el imperio romano. Y es tentador establecer ese paralelismo varias veces a lo largo de la narración con el fenómeno de la inmigración que a lo largo de los últimos años ha experimentado Europa.
Centrándonos en el relato, Barbero nos explica qué tiene de especial esta batalla que va a narrar, y considera que es "una batalla que cambió la historia del mundo, pero no es tan famosa como Waterloo o Stalingrado", y en cambio puso en marcha la caída, cien años después, del imperio romano de Occidente. El imperio romano se había recuperado de una fuerte crisis económica padecida en el siglo III d.C., y en el siglo IV los dos problemas más graves estaban controlados, a saber: las continuas usurpaciones y las invasiones bárbaras. Barbero no considera que el imperio esté en decadencia, como siempre se ha afirmado, aunque sí muestre problemas importantes. 
Lo que la mayoría de los historiadores ha llamado "invasiones bárbaras", Barbero lo califica de movimientos de población o migraciones de pueblos, y reflexiona: "Tenemos que resistirnos a la tentación de considerar las fronteras del imperio como una barrera insuperable, y a los romanos como un pueblo asediado, con la obsesión de no dejar entrar a nadie". Los bárbaros no son considerados "bestias" por parte de los romanos sino mano de obra abundante y barata para el imperio, ya sea para trabajar en el campo o para alimentar el ejército (en unidades regulares o como mercenarios). "Los bárbaros que cruzan la frontera "son solo gente que escapa del hambre, de la miseria, de la violencia y de las tribus enemigas", en este caso, de los hunos. Por tanto, son refugiados que piden tierra y trabajo. Y esto cambia nuestra percepción de las invasiones, ya que siempre consideramos que Roma trata por todos los medios de impedir este fenómeno cuando debemos ver que Roma ya era en el siglo IV un imperio multiétnico que necesitaba pagadores de impuestos, reclutas y campesinos, y tenía capacidad para absorber una densa inmigración. 
Para los romanos, los godos "eran todos bárbaros, desgraciados analfabetos que se morían de hambre en su país subdesarrollado". Pero los godos vivían desde hacía siglos a orillas del imperio y comerciaban con los romanos o se alistaban en el siempre necesitado ejército romano. Además, los godos habían estado convirtiéndose paulatinamente al cristianismo arriano en el siglo IV.
También era arriano el emperador del imperio romano de Oriente, Valente, protagonista de esta historia porque falleció en la batalla de Adrianópolis. No solo era arriano sino un fanático religioso que atacó a la otra rama del cristianismo, la católica. Valente estaba preparando su habitual campaña contra los persas cuando tomó una decisión que cambiaría el curso de la historia de Europa: había cortado los subsidios de cereal (aunque se menciona la palabra "maíz" varias veces, y quiero pensar que es un error en la traducción), que regularmente los godos recibían del imperio, y muchos godos, acuciados por el hambre, empezaron a venderse como esclavos. La situación se agravó en el 376 d.C., cuando la migración de los hunos empujó a miles de godos a pedir asilo a los romanos cruzando el Danubio y a asentarse en la provincia romana de Tracia.
Puesto que el imperio necesitaba mano de obra, colonos para los latifundios, soldados para el ejército, Valente les dio permiso y les prometió comida, y más adelante, casas y trabajo. Incluso para realizar la operación "cruce del Danubio" los romanos fueron los que construyeron pontones para que miles de godos pudieran cruzar las crecidas aguas (y esto indigna al historiador Amiano Marcelino). Para Roma, este flujo migratorio podía ser positivo y en seguida se preparó un enorme campamento de refugiados al sur del Danubio para acoger a los godos. Sin embargo, algunos funcionarios romanos quisieron sacar tajada de la situación y comenzaron a hacer negocio con el abastecimiento de raciones, aprovechando el dramático estado en que se encontraban muchas familias. Cuenta Amiano Marcelino que algunos godos vendieron a sus hijos para conseguir dinero con que comprar las raciones (que en realidad debían ser gratuitas), o incluso compraron perros.
La situación se descontroló para las autoridades romanas de Tracia cuando la columna de refugiados se desplazó al sur y en la ciudad de Marcianópolis se les negó comida. Los godos, liderados por Fritigerno, reaccionaron violentamente matando a la escolta romana e iniciaron entre los años 376-378 un sistemático saqueo de la provincia de Tracia. Tras varios encuentros bélicos entre romanos y godos (batalla de los Sauces, Dibaltum), que desgastaron a los romanos, estos se dieron cuenta que la contraguerrilla sería la mejor manera de debilitar al contingente godo, demasiado numeroso y lento por el enorme botín conseguido en dos años de saqueo. 
Finalmente, cuando Valente se presenta con un ejército romano en Tracia (unos 15-20 mil hombres), cerca de Adrianópolis, se encuentra el contingente godo, y es entonces cuando comete otro gran error, en vez de esperar a su sobrino Graciano, que llega de Occidente con otro ejército, decide plantear batalla ante lo que considera un enemigo inferior en número al romano, unos 10 mil según las estimaciones más realistas (los romanos no sabían que la caballería goda, además de hunos y alanos, no estaba en ese momento en el campamento porque estaba forrajeando). 
Después del relato del desastre militar que llevó a la muerte del propio emperador en el campo de batalla, contado de manera magistral ("Se acercaba el final de la tarde, y los romanos estaban en formación desde el alba y no habían ingerido nada en todo el día"), y que Barbero justifica por la aparición por sorpresa de la caballería goda, que consiguió desperdigar a la romana y flanquear al ejército romano, el historiador hace balance de las consecuencias de la batalla.
Barbero habla de conmoción en todo el imperio (aunque también indisimulada alegría entre los cristianos católicos por la muerte de Valente), con los cristianos católicos echando la culpa a los arrianos, y los paganos a los cristianos; comienzo del fin del imperio romano de Occidente (curiosamente, cuando la batalla se dio en Oriente y el emperador muerto era de Oriente); batalla que anuncia la Edad Media por la fortaleza de la caballería (algo que Barbero no acepta). 
Finalmente, en el 379, un joven general hispano, Teodosio, fue proclamado emperador de Oriente, se bautizó como cristiano católico y en el 380 puso fin a las disputas religiosas con el Edicto de Tesalónica, que convertía el cristianismo católico (el del Concilio de Nicea) en oficial. Era el fin del arrianismo. Con los godos actuó de forma rápida, reclutó a muchos como mercenarios para su nuevo ejército y luego negoció la paz con ellos a cambio de tierras. Es decir, al final pasó lo que debió haber sucedido desde un principio: la integración en el imperio. Y la mejor integración es la que hacía el ejército romano.
Para Barbero, que Teodosio necesite reconstruir el ejército de Oriente con godos demuestra la debilidad del imperio, porque la dependencia de los godos se tornará excesiva en los próximos años, hasta el punto que un general romano de origen godo, Alarico, saqueará Roma en el 410 d.C. porque no se atendieron sus peticiones para sus soldados.
Para concluir, Barbero considera que "Adrianópolis marca una aceleración brusca de un proceso de apertura del imperio romano a la inmigración barbárica". Todo sucedió en Oriente, la batalla, las consecuencias inmediatas, y sin embargo, Occidente, que era más débil, será quien desaparezca en un mosaico de reinos bárbaros.
Creo que he conseguido transmitir que estamos ante muy buena literatura histórica, un ensayo imprescindible que recomiendo fervientemente.