Andrea Camilleri se ha convertido con los años en uno de los responsables de que la novela negra goce actualmente de tan buena salud. Ya se sabe, hemos pasado del imperio de la novela histórica al reinado de la novela negra.
Quinta entrega de la serie del comisario siciliano Salvo Montalbano, "La excursión a Tindari" (2000) se lee con deleite y se disfruta de la primera a la última página. Montalbano debe resolver un asesinato y una doble desaparición que parecen no tener relación, aunque evidentemente nada es lo que parece. Como protagonista habitual, la mafia, capaz de helar la sangre del mismísimo Montalbano.
Camilleri plantea dos historias sencillas, que podrían darse en cualquier pueblo de cualquier lugar del mundo, y que vienen a reflejar las mismas miserias humanas (la corrupción, el dinero, la traición, etc.).
Todo esto aderezado por supuesto con el fino humor que caracteriza a todas las novelas, y es que Catarella es un personaje insustituible. A la vez que intenta resolver los casos, descubrimos las maniobras de Montalbano para evitar que su subordinado Mimí Augello acabe pidiendo el traslado, y es que el comisario está ya algo cansado y querría retirarse dejando en la comisaría de Vigata una estructura consolidada. Tampoco falta el toque gastronómico, esa trattoria San Calogero, o esos platos que Adelina deja en la nevera de Montalbano y que éste devora con fruición.
Por cierto, Montalbano es un comisario chapado a la antigua, eso de la tecnología se lo deja a otros (incluso a Catarella). Es un comisario de los de siempre, que resuelve los casos a golpe de teléfono.
No falta un dardo de Camilleri a los que infravaloran la novela negra:
"Cuando te jubiles, podrías dedicarte a escribir novelas [dice Mimí].
- Escribiría novelas de misterio, con toda seguridad. Y no merece la pena. [contesta Montalbano]
- ¿Por qué lo dices?
- Ciertos críticos y catedráticos, o aspirantes a serlo, consideran las novelas de misterio un género menor hasta el punto de que en las historias de la literatura ni siquiera se las menciona".
Lo dicho, leer a Camilleri continúa siendo una delicia.
En breve hincaré el diente a la segunda de Montalbano. Pero por lo que veo, mantiene el nivel, y visto lo visto en otras sagas, no es nada fácil.
ResponderEliminarSaludos carpetanos