Watchmen (1986-1987) es un cómic o novela gráfica, como se prefiera, de referencia en la larga historia de los cómics, fruto de la mente genial de Alan Moore, con dibujos de Dave Gibbons y color de John Higgins. Creado para la editorial DC Comics, apareció primero estructurado en 12 números.
Alan Moore (Northampton, 1953) ya había roto moldes con V de Vendetta (1982-1988), donde presentaba un futuro distópico ambientando en una Inglaterra bajo una dictadura fascista a finales de los 90, y un héroe, V, dispuesto a acabar con la dictadura de cualquier modo. El cómic es en sí un manifiesto anarquista cuyos influjos hemos visto recientemente en el movimiento Anonymous a través de la icónica máscara de Guy Fawkes. De hecho el "excéntrico Moore" (además de ser el gran guionista de cómics, ahora también es mago) se declara anarquista. En esa historia dejaba entrever lo que el Partido Conservador de Thatcher podía acabar provocando en Inglaterra.
El éxito de crítica y público le acompañó en su siguiente gran trabajo: Watchmen, que plantea un mundo situado en una Guerra Fría alterada por la presencia de un grupo de superhéroes un tanto peculiares. Esa alteración se refleja por ejemplo en que EEUU ha ganado la guerra de Vietnam, o que en 1985, año en que se sitúa la trama, todavía es presidente Richard Nixon. Pero estos superhéroes que Moore crea, basándose en los de Charlton Comics, no son los superhéroes al uso (Superman o Spiderman), con poderes sobrenaturales, y salvo el Dr. Manhattan, el resto (Rorschach, Búho Nocturno, Espectro de Seda, el Comediante y Ozymandias) son personas "normales" que deciden ponerse un traje y una máscara y creen que su misión es acabar con el crimen y la corrupción. Pero sus problemas psicológicos y sus posiciones moralistas sitúan a algunos de ellos, principalmente Rorschach y el Comediante, cerca de la extrema derecha. En 1985 solo el Dr. Manhattan, que trabaja para el gobierno en proyectos sobre teoría cuántica, y Rorschach (que va por libre) están realmente en activo. El resto ha colgado el traje por diversos motivos. Y además estamos hablando de la segunda generación, porque la primera nació en los años 40 y ya ha envejecido.
Sin embargo, el asesinato del Comediante lleva a Rorschach a iniciar una investigación para descubrir por qué alguien está muy interesado en que los Watchmen desaparezcan de escena. Y todo esto en un ambiente de histeria típica de la Guerra Fría por el temor a una inminente guerra nuclear entre la URSS y EEUU.
Pero en esta historia, magistralmente contada, y desgranada poco a poco, nos equivocaremos cuando nos apresuremos a valorar la catadura moral de cada superhéroe.
Y esto es lo que nos quiere hacer ver Moore: como en V de Vendetta, al leer Watchmen se nos plantea la pregunta en relación con la reflexión de Maquiavelo, "el fin justifica los medios", ¿debe haber unos límites? En V de Vendetta entendemos que toda acción contra una dictadura fascista está más que justificada, y vemos lógico el "terrorismo" de V; pero en Watchmen, ¿a qué precio debemos pagar el fin de la Guerra Fría?
Después de Watchmen, Moore publicaría entre 1991 y 1996 otra novela gráfica fundamental: From Hell, donde se adentraba en los asesinatos cometidos por Jack el Destripador.
En definitiva, creo que estamos ante una gran novela gráfica adulta que requiere de nuevas lecturas porque hasta el más mínimo detalle tiene un significado en esta historia. Absolutamente recomendable.