No he hecho muchas incursiones en el género de ciencia-ficción, la verdad, pero es un género que me gusta y que me hace reflexionar. Con esta novela que voy a reseñar, escrita en 1952 ,Isaac Asimov cerraba la primera trilogía dedicada a la Fundación -Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación-, cuyos dos primeros libros ya leí y disfruté en su día.
De sobras es conocido Isaac Asimov (1920-1992), escritor norteamericano de origen ruso, doctor en ciencias y en filosofía, y autor de libros de divulgación científica (tiene algunos dedicados a la historia antigua a los que algún día les hincaré el diente), y de numerosas novelas de ciencia-ficción (Yo Robot, Némesis, Los robots del amanecer, Viaje alucinante, etc.).
De sobras es conocido Isaac Asimov (1920-1992), escritor norteamericano de origen ruso, doctor en ciencias y en filosofía, y autor de libros de divulgación científica (tiene algunos dedicados a la historia antigua a los que algún día les hincaré el diente), y de numerosas novelas de ciencia-ficción (Yo Robot, Némesis, Los robots del amanecer, Viaje alucinante, etc.).
En Fundación se relataban los conflictos internos de un planeta de científicos establecido para preservar la cultura durante la decadencia del Imperio Galáctico donde la energía atómica es el arma más poderosa (Asimov escribe el libro en el contexto de la Guerra Fria: EEUU usó la bomba en 1945; la URSS obtiene la bomba atómica en 1949); en Fundación e Imperio ,estos se enfrentaban entre sí para luego encontrarse ante un enemigo imprevisible, un mutante conocido como el Mulo, además de conocer la existencia de una segunda Fundación, oculta y misteriosa. Hasta aquí Asimov se inspira claramente en la historia del Imperio Romano, sobre todo desde el comienzo de su decadencia en el siglo III d.C., cuando Roma todavía es la gran capital pero empiezan los problemas para controlar las fronteras del imperio; en la segunda novela, el general del Imperio Bel Riose, que intenta vencer a esos reinos que se han rebelado contra el Imperio, que intenta resurgir de sus cenizas, recuerda claramente a la época de Justiniano y su general el conde Belisario en el siglo VI d.C., cuando el imperio romano de Oriente intentó recuperar los dominios de Occidente.
La tercera entrega cuenta la búsqueda de esa Segunda Fundación y se convierte ante todo en un relato policíaco lleno de sorpresas y giros que mantiene en vilo al lector y que está dividido claramente en dos partes: la primera cuenta los intentos del Mulo por encontrar la Segunda Fundación y someterla para convertirse en el soberano más importante de la galaxia; la segunda es incluso más interesante que la primera puesto que son los de la primera Fundación los que quieren conocer el paradero de la Segunda, ya que consideran que según el Plan Seldon (Hari Seldon es el "psicohistoriador" que analizando el comportamiento de las masas predijo el fin del imperio y el inicio de un Segundo Imperio tras mil años de interregno, creando dos fundaciones de científicos, separadas y desconocedoras de su existencia mútua), es la Primera Fundación la que debe desembocar en el Segundo Imperio. Asimov nos mantiene expectantes y sí, al final nos revela el sorprendente paradero de la Segunda Fundación, formada por científicos de la mente cuya misión en realidad es mantenerse ocultos y vigilar por el cumplimiento del Plan Seldon. Sublimes los dos últimos capítulos en los que el escritor plantea dos respuestas al enigma: "la respuesta satisfactoria" y "la respuesta verdadera". Esas respuestas responden a lo establecido por el Plan Seldon. Quien quiera conocer las respuestas, debe por tanto leerse esta magnífica trilogía.
Asimov no solo es un maestro del relato científico sino también se muestra aquí como un buen novelista de intriga al estilo Conan Doyle si se permite la comparación, salvando las distancias. Su estilo narrativo es ameno y ágil, sus reflexiones filosóficas muy sencillas y el vocabulario asequible. Se nota su condición de divulgador. Tal vez los personajes quedan más desdibujados , salvo Arkady Darell, puesto que Asimov no centra la trama en un solo personaje sino que a lo largo de sus novelas son varios los que juegan un papel importante en la historia, así que mas bien los "personajes" son la Fundación, el Mulo, el Imperio, la Segunda Fundación, y eso sí, Hari Seldon, que aparece mencionando en todo momento en las tres novelas.
Por tanto, una novela para disfrutar, eso sí, comenzando por el principio.
La tercera entrega cuenta la búsqueda de esa Segunda Fundación y se convierte ante todo en un relato policíaco lleno de sorpresas y giros que mantiene en vilo al lector y que está dividido claramente en dos partes: la primera cuenta los intentos del Mulo por encontrar la Segunda Fundación y someterla para convertirse en el soberano más importante de la galaxia; la segunda es incluso más interesante que la primera puesto que son los de la primera Fundación los que quieren conocer el paradero de la Segunda, ya que consideran que según el Plan Seldon (Hari Seldon es el "psicohistoriador" que analizando el comportamiento de las masas predijo el fin del imperio y el inicio de un Segundo Imperio tras mil años de interregno, creando dos fundaciones de científicos, separadas y desconocedoras de su existencia mútua), es la Primera Fundación la que debe desembocar en el Segundo Imperio. Asimov nos mantiene expectantes y sí, al final nos revela el sorprendente paradero de la Segunda Fundación, formada por científicos de la mente cuya misión en realidad es mantenerse ocultos y vigilar por el cumplimiento del Plan Seldon. Sublimes los dos últimos capítulos en los que el escritor plantea dos respuestas al enigma: "la respuesta satisfactoria" y "la respuesta verdadera". Esas respuestas responden a lo establecido por el Plan Seldon. Quien quiera conocer las respuestas, debe por tanto leerse esta magnífica trilogía.
Asimov no solo es un maestro del relato científico sino también se muestra aquí como un buen novelista de intriga al estilo Conan Doyle si se permite la comparación, salvando las distancias. Su estilo narrativo es ameno y ágil, sus reflexiones filosóficas muy sencillas y el vocabulario asequible. Se nota su condición de divulgador. Tal vez los personajes quedan más desdibujados , salvo Arkady Darell, puesto que Asimov no centra la trama en un solo personaje sino que a lo largo de sus novelas son varios los que juegan un papel importante en la historia, así que mas bien los "personajes" son la Fundación, el Mulo, el Imperio, la Segunda Fundación, y eso sí, Hari Seldon, que aparece mencionando en todo momento en las tres novelas.
Por tanto, una novela para disfrutar, eso sí, comenzando por el principio.
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