domingo, 26 de abril de 2009

Puertas de fuego, de Steven Pressfield


"Ve a decirles a los espartanos,
extranjero que pasas por aquí,
que, obedientes a sus leyes,
aquí yacemos."

Puertas de fuego, de Steven Pressfield, es una novela histórica escrita en 1998 que narra con cuidado detalle la batalla de las Termópilas entre espartanos y aliados griegos contra persas allá por el 480 a.C. No conocía nada del autor hasta que en la web de Hislibris vi la cantidad de comentarios que había generado este libro, lo cual picó mi curiosidad. Steven Pressfield es un novelista americano que se ha especializado en novelas históricas militares ambientadas en la Antigüedad (Vientos de guerra, La conquista de Alejandro Magno, La campaña afgana, son otros de sus títulos). Hay dos datos de este autor cuando menos curiosos, uno, que fue marine de los EEUU y otro, que este libro es lectura obligatoria en la Academia Militar de EEUU y en el Instituto Militar de Virginia.
El autor no cuenta la batalla a través de sus personajes principales, como Leónidas, el rey de Esparta, o Jerjes, el rey persa, sino a través de los ojos del griego Xeones, que de niño debe abandonar su ciudad natal Astakos al ser saqueada por los argivos, y acaba yendo a Esparta, la polis del Peloponeso, para servir en el ejército espartano. Xeones relata la historia como prisionero de los persas al rey Jerjes mientras se encuentra malherido, después de la batalla de las "Puertas Calientes" (como se conoce a las Termópilas porque existían en ese lugar del norte de Grecia unos baños de agua caliente). Eso le permite al autor comenzar mucho antes de la batalla, cuando Xeones va describiendo las severas costumbres de la sociedad espartana, el entrenamiento durísimo al que son sometidos los jóvenes espartíatas, la estructura social de Esparta (con sus esclavos ilotas), las leyes, etc. Porque el autor es consciente que no es posible entender el sacrificio de las Termópilas sin conocer antes los valores de los espartanos, y en eso, el autor se explaya durante gran parte de la novela. Asistimos así en boca de uno de los oficiales espartanos, Polínices, a una defensa de los valores militares, de la guerra, de la disciplina, del compañerismo, del valor, en el sentido de que es la guerra lo que extrae del hombre lo mejor de sí mismo, aunque también lo peor. Ese pasaje sobre el valor de la guerra me ha recordado algunos puntos ideológicos de la ideología nazi, que vio en Esparta un modelo a seguir. Pero ojo, Esparta y su sociedad guerrera, con sus valores de exaltación de la disciplina y el valor no son más que manifestaciones del mundo antiguo, donde la guerra, los saqueos, las masacres, forman parte de una realidad que no podemos extrapolar al presente. Que el autor ponga en palabras de un espartano la defensa de los valores militares como virtud tiene lógica en el mundo antiguo. Además de Xeones, otros personajes adquieren protagonismo a lo largo de la novela, como Alexandros, Gallo, y sobre todo Dienekes, el cual hace una definición del phobos, del miedo, y de cómo un espartano debe vencerlo, muy interesante. El miedo forma parte del soldado y cuando los griegos defienden el paso de las Termópilas (que no son únicamente los 300 Iguales espartanos, también hay atenienses, tespios, micénicos, etc., que luchan con un valor igual a los espartanos, hasta un total de 4000 soldados aproximadamente), tienen miedo (algunos incluso se mean encima antes de la batalla), piensan en sus familias, en aquello que dejan atrás para salvaguardar Grecia del yugo persa. Tal vez el autor hace demasiado hincapié en que el sacrificio espartano es en aras de la libertad que defiende Grecia frente a la tiranía que viene de Oriente, es cierto, pero no olvidemos que en Grecia existe la esclavitud y que las polis están gobernadas por la aristocracia.
Sobre las cifras que el autor proporciona tengo que decir que son bastante realistas en cuanto a los griegos pero totalmente fantasiosas en cuanto a los persas, como si elevar las cifras de las hordas persas que invadieron Grecia diera más valor a la resistencia durante 6 días en las Termópilas, ya que el autor habla de dos millones de soldados al servicio de Jerjes (soldados de muchas naciones subyugadas por el rey persa). No creo posible que en la Antigüedad un rey pudiera movilizar tal magnitud de hombres, en cambio, algunos historiadores hablan de una fuerza de 200 mil hombres, que siendo una cifra increíble para las que se manejan en la Antigüedad, resulta más aceptable.
Por otro lado, el estilo narrativo es muy bueno, los personajes están bien caracterizados, sobre todo Xeones, Alexandros y Dienekes, aunque no son los personajes femeninos (Diómaca, Aretes) el fuerte de Steven Pressfield, la historia engancha a medida que llega la batalla famosa, y es sin duda en la batalla donde el autor echa el resto y hace un relato en el que la sangre, el sudor y el esfuerzo de cada soldado griego acabas por sentirlo en tu misma piel y el deseo de que los espartanos sobrevivan a la batalla crece a medida que la batalla se desarrolla. Es magnífico el relato de la batalla y solo por esto merece la pena esta novela. Además, el autor no convierte a los espartanos en héroes casi invencibles como Heracles o Aquiles, sino en magníficos soldados que conocen su oficio y que lucharán y morirán como héroes, como hombres que durante 6 días resistieron para que Grecia tuviera un futuro "libre" del yugo persa.
Es una novela muy recomendable que he disfrutado y que convierte a Steven Pressfield en un gran narrador de la guerra y sobre todo de qué es lo que pasa por la mente del soldado cuando está a punto de luchar. Si tienes oportunidad de leerla, no lo dudes, no defrauda.
"El zorro conoce muchos trucos; el erizo solo conoce uno, pero es muy bueno." Arquíloco.

3 comentarios:

  1. Uffff! Parece realmente interesante este libro. La verdad es que tienes razón. Hay que entender determinadas posturas desde la perspectiva del mundo antiguo. La guerra estaba a la orden del día y no podemos medir determinadas actitudes con nuestros parámetros actuales. Por poner otro ejemplo, Atenas no era tampoco un elenco de virtudes. Pese a ser una democracia, subyugaba como el que más, saqueaba, tenía esclavos...

    En fin, buscaré este libro para darle ávida lectura.

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  2. Completamente de acuerdo, leí la novela cuando apareció y la disfruté como un enano.

    El verano pasado leí "La campaña afghana" que aunque no es lo mismo también me dejó buen sabor de boca. También recomendable.

    Saludos

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  3. Me gustó tanto "Puertas de fuego" que me he comprado "La conquista de Alejandro Magno" y también quiero conseguir "La campaña afgana", pero son tantos libros para leer!!

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