viernes, 27 de noviembre de 2009

Sangre romana, de Steven Saylor


"Sangre romana", del escritor estadounidense Steven Saylor (1956), combina dos de mis pasiones literarias, la novela histórica (sobretodo si es ambientada en el mundo romano, aunque me gustan todas las épocas salvo la egipcia) y la novela policíaca. Desde que Umberto Eco escribiera la fabulosa novela "El nombre de la rosa" en 1980, esta combinación ha sido especialmente fructífera en los últimos años, de hecho son muchos los investigadores o investigadoras profesionales u ocasionales que han tenido que desentrañar los entresijos de un asesinato entre los muros de una abadía medieval, entre las sinuosas calles de la populosa Roma imperial, bajo el abrasador sol del Egipto faraónico, etc.
Soy un admirador confeso de las novelas de Marco Didio Falco, investigador privado de la Roma de Vespasiano (69-79 d.C.), a quien la autora, Lindsey Davis, ha hecho protagonista de 19 aventuras (la última, "Alejandría", todavía no ha caído en mis manos). Cuando descubrí a Falco a mediados de los 90, ya había nacido literariamente Gordiano el Sabueso, también un investigador privado de la Roma del final de la República (desde el 80 a.C. en adelante), una época especialmente convulsa políticamente hablando y por tanto muy jugosa para el escritor. Steven Saylor da vida a Gordiano por primera vez en 1991, dos años despúes de la aparición de Falco en la Plaza de la Fuente ("La plata de Britania"). Desde entonces crea una serie de aventuras protagonizadas por este investigador englobadas en la serie Roma sub rosa.
Es inevitable hacer paralelismos entre un personaje y otro, los dos son jóvenes investigadores privados, solitarios (Falco dejará de serlo), que sobreviven a base de pequeños trabajillos (aunque Gordiano vive más holgadamente en una casa amplia con una esclava egipcia), y que conocen perfectamente los bajos fondos de Roma.
El argumento es bien sencillo: durante la dictadura de Sila, después de un período convulso de guerra civil y proscripciones, Gordiano debe investigar el asesinato de Sexto Roscio en Roma, mientras iba a un burdel. Del asesinato ha sido acusado su hijo y un parricidio en Roma es considerado un horrible acto que requiere de un castigo ejemplar (meter el cuerpo del asesino en un saco junto a varios animales y ser arrojado al Tíber). Gordiano debe descubrir a los verdaderos asesinos antes del juicio, y el abogado defensor no es otro que un imberbe Cicerón que está ante su primer caso importante.
El autor nos plantea una historia donde la justicia no es precisamente ciega y la culpabilidad o inocencia depende de la oratoria de un buen abogado. El caso se basa en un discurso de Cicerón titulado "En defensa de Sexto Roscio". Gordiano, haciendo honor a su sobrenombre de Sabueso, descubre lo que hay detrás del asesinato, pero a veces la verdad no importa.
Me gusta el modo de proceder de Gordiano, tan parecido al de Falco, aunque Saylor no lo ha dotado de la ironía tan mordaz del investigador imperial. La ambientación de la ciudad de Roma está muy lograda, y eso ayuda a que uno se sienta a gusto en la novela, y los personajes no quedan para nada desdibujados, sobretodo Cicerón. Es una novela entretenida, no me ha entusiasmado tanto como en su día "La plata de Britania", pero sí lo suficiente como para que siga leyendo la saga de Gordiano, cuya segunda aventura es "El brazo de la justicia".
Si te gusta la novela histórica y la policíaca, la primera entrega de la saga de Gordiano es un buen comienzo. A mi querido Falco le ha salido un competidor digno, aunque no contemporáneo.

2 comentarios:

  1. Ay pues me siento plenamente identificada con tus gustos literarios, excepto en lo de la novela del antiguo Egipto que a mí me apasiona. Creo que tomaré debida cuenta de este libro que hoy nos ofertas. Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Hola Eva, la novela de Saylor no está mal, pero después de haber leído las novelas de Falco, tengo claro quién es mi preferido. Espero que disfrutes con la novela.

    ResponderEliminar