"Ahora puedo reconocer con una mirada a aquellos que aún no han previsto su muerte. Sé que son unos niños. Piensan que evitando su contemplación aumentan el sabor de la vida. Lo contrario es la verdad: sólo aquellos que han contemplado su no ser son capaces de ensalzar la luz del sol...Cada año digo adiós a la primavera con pasión más intensa y cada día estoy más inclinado a enjaezar la carrera del Tíber...". César.
Ésta es una novela histórica atípica porque su estructura epistolar invita a sumergirte en los personajes desde sus propias reflexiones. Escrita en 1948 por el novelista estadounidense Thornton Wilder, graduado en Arqueología y tres veces Premio Pulitzer (es el autor de "El puente de San Luis Rey"), recrea los meses de agosto del 45 a.C. a marzo del 44 a.C. en la vida de César como dictador de Roma, así como de otros personajes (Cicerón, Cornelio Nepote, Asinio Polión, Clodia Pulcher, Cleopatra, Julia Marcia, etc.). No es una novela histórica que reconstruye fielmente la época, aunque no te sientes engañado cuando es el propio autor quien te dice en el preámbulo que narra unos hechos que ocurrieron en el 62 a.C. (la profanación de los Misterios de la Buena Diosa por Clodia Pulquer y su hermano), que utiliza a personajes que en el año 45 a.C. ya habían muerto (Clodio, el poeta Catulo, Catón el Joven, la viuda de Mario Julia Marcia) o cambia algunos datos a su conveniencia. Entonces, ¿cuál era el propósito del autor? hacer una reconstrucción hipotética de los últimos meses de la vida de César a través de ficticias cartas salidas de su propia mano o por los personajes que le rodean.
Es por tanto una novela histórica en la que lo importante no es el final ni la fiel reconstrucción histórica sino saber qué pasó por la cabeza de César en esos últimos meses de su vida, sus preocupaciones como pontífice y dictador, sus sentimientos hacia su mujer o hacia Cleopatra, sus miedos, su frustración ante la incomprensión de muchos romanos ante sus edictos, etc. Por ello, decía al principio que era atípica, no hay acción sino reflexión sobre la vida, al estilo de Yourcennar con su "Memorias de Adriano", aunque la novela de Wilder es más fácil de leer e igual de reflexiva.
Me gustan algunas reflexiones de César: sabe que morirá asesinado porque cada día es informado de la preparación de conspiraciones para acabar con su vida pero solo le preocupa que le mate un romano no por envidia o ambición del poder sino por Roma y por defender la República; como pontífice máximo trata de reformar algunos ritos religiosos que considera adecuados e incluso reconoce que la religión del Estado es útil a Roma pero que el verdadero sostén de la civilización romana es la mujer romana, mostrándose en algunas ocasiones descreído con los dioses; es consciente de que va a morir y de que su obra política no es comprendida pero es necesaria para modernizar Roma e intuye que para evitar una nueva guerra civil debe "nombrar" un sucesor para que dirija los designios de la República, proponiendo a Bruto (que rechaza el ofrecimiento), aunque en otra parte del relato menciona que ha nombrado heredero de sus posesiones a su sobrino Octavio; en esos meses trabaja febrilmente como si fuera consciente de su pronto final y aunque es odiado por la aristocracia romana, que ha perdido el poder a través del Senado, es amado por los soldados y la plebe de Roma, y vive de forma austera aunque permite que sus amigos se enriquezcan de forma corrupta. Por tanto Wilder plantea un César recto, con un carisma tan especial que incluso abruma a sus enemigos, preocupado por la grandeza de Roma más que por la suya, que a veces se siente sólo (su mejor amigo está retirado en la isla de Capri y a él le dirige las cartas más íntimas), que se preocupa por sus congéneres (acompaña en el lecho de muerte a Catulo), trabajador incansable y "recto" marido (mantiene relaciones con Cleopatra cuando ésta está en Roma pero no duda en divorciarse de su mujer cuando duda de su fidelidad). Se muestra un César tan idealizado y a la vez tan humano que estamos viendo no al general victorioso sino al político inteligente que sabe lo que necesita Roma pero que no podrá acabar su obra porque su final será traumático. Por tanto, la pregunta que me planteó el libro al acabarlo es: ¿puede un Estado ser gobernado por una persona de forma dictatorial y buscar el bien de su pueblo obrando de manera justa? Leo en la contraportada que la idea de escribir la novela como una sucesión de cartas en cadena le fue inspirada al autor por las cartas que contra Mussolini circularon por Italia durante la dictadura fascista, igual que las que circularon en contra de César en aquellos meses del 45-44 a.C., pero la comparación entre el genio de César y Mussolini es muy odiosa.
La novela, por tanto, resulta muy interesante y supone una aguda reflexión sobre el poder y su influencia en las personas. Es tan válida en 1948, tres años después de acabar la II Guerra Mundial como hoy en día.
"Al ver que estaba rodeado por todas partes de dagas desnudas, se envolvió la cabeza con las vestiduras y, al mismo tiempo, con la mano izquierda, arregló los pliegues tapándose los pies para que, al caer, la parte baja de su cuerpo quedase decorosamente cubierta". Suetonio (Vida de los Césares).
Ésta es una novela histórica atípica porque su estructura epistolar invita a sumergirte en los personajes desde sus propias reflexiones. Escrita en 1948 por el novelista estadounidense Thornton Wilder, graduado en Arqueología y tres veces Premio Pulitzer (es el autor de "El puente de San Luis Rey"), recrea los meses de agosto del 45 a.C. a marzo del 44 a.C. en la vida de César como dictador de Roma, así como de otros personajes (Cicerón, Cornelio Nepote, Asinio Polión, Clodia Pulcher, Cleopatra, Julia Marcia, etc.). No es una novela histórica que reconstruye fielmente la época, aunque no te sientes engañado cuando es el propio autor quien te dice en el preámbulo que narra unos hechos que ocurrieron en el 62 a.C. (la profanación de los Misterios de la Buena Diosa por Clodia Pulquer y su hermano), que utiliza a personajes que en el año 45 a.C. ya habían muerto (Clodio, el poeta Catulo, Catón el Joven, la viuda de Mario Julia Marcia) o cambia algunos datos a su conveniencia. Entonces, ¿cuál era el propósito del autor? hacer una reconstrucción hipotética de los últimos meses de la vida de César a través de ficticias cartas salidas de su propia mano o por los personajes que le rodean.
Es por tanto una novela histórica en la que lo importante no es el final ni la fiel reconstrucción histórica sino saber qué pasó por la cabeza de César en esos últimos meses de su vida, sus preocupaciones como pontífice y dictador, sus sentimientos hacia su mujer o hacia Cleopatra, sus miedos, su frustración ante la incomprensión de muchos romanos ante sus edictos, etc. Por ello, decía al principio que era atípica, no hay acción sino reflexión sobre la vida, al estilo de Yourcennar con su "Memorias de Adriano", aunque la novela de Wilder es más fácil de leer e igual de reflexiva.
Me gustan algunas reflexiones de César: sabe que morirá asesinado porque cada día es informado de la preparación de conspiraciones para acabar con su vida pero solo le preocupa que le mate un romano no por envidia o ambición del poder sino por Roma y por defender la República; como pontífice máximo trata de reformar algunos ritos religiosos que considera adecuados e incluso reconoce que la religión del Estado es útil a Roma pero que el verdadero sostén de la civilización romana es la mujer romana, mostrándose en algunas ocasiones descreído con los dioses; es consciente de que va a morir y de que su obra política no es comprendida pero es necesaria para modernizar Roma e intuye que para evitar una nueva guerra civil debe "nombrar" un sucesor para que dirija los designios de la República, proponiendo a Bruto (que rechaza el ofrecimiento), aunque en otra parte del relato menciona que ha nombrado heredero de sus posesiones a su sobrino Octavio; en esos meses trabaja febrilmente como si fuera consciente de su pronto final y aunque es odiado por la aristocracia romana, que ha perdido el poder a través del Senado, es amado por los soldados y la plebe de Roma, y vive de forma austera aunque permite que sus amigos se enriquezcan de forma corrupta. Por tanto Wilder plantea un César recto, con un carisma tan especial que incluso abruma a sus enemigos, preocupado por la grandeza de Roma más que por la suya, que a veces se siente sólo (su mejor amigo está retirado en la isla de Capri y a él le dirige las cartas más íntimas), que se preocupa por sus congéneres (acompaña en el lecho de muerte a Catulo), trabajador incansable y "recto" marido (mantiene relaciones con Cleopatra cuando ésta está en Roma pero no duda en divorciarse de su mujer cuando duda de su fidelidad). Se muestra un César tan idealizado y a la vez tan humano que estamos viendo no al general victorioso sino al político inteligente que sabe lo que necesita Roma pero que no podrá acabar su obra porque su final será traumático. Por tanto, la pregunta que me planteó el libro al acabarlo es: ¿puede un Estado ser gobernado por una persona de forma dictatorial y buscar el bien de su pueblo obrando de manera justa? Leo en la contraportada que la idea de escribir la novela como una sucesión de cartas en cadena le fue inspirada al autor por las cartas que contra Mussolini circularon por Italia durante la dictadura fascista, igual que las que circularon en contra de César en aquellos meses del 45-44 a.C., pero la comparación entre el genio de César y Mussolini es muy odiosa.
La novela, por tanto, resulta muy interesante y supone una aguda reflexión sobre el poder y su influencia en las personas. Es tan válida en 1948, tres años después de acabar la II Guerra Mundial como hoy en día.
"Al ver que estaba rodeado por todas partes de dagas desnudas, se envolvió la cabeza con las vestiduras y, al mismo tiempo, con la mano izquierda, arregló los pliegues tapándose los pies para que, al caer, la parte baja de su cuerpo quedase decorosamente cubierta". Suetonio (Vida de los Césares).
Es una novela tan misteriosa como interesante. Su forma epistolar ayuda a que pueda comenzarse desde cualquier página, pudiendo reflexionar sobre retazos, sin necesidad de seguir su argumento linealmente; es más, esa linealidad no existe pues el autor ha buscado precisamente la ruptura temporal. César resulta un personaje fascinante, culto, inteligente, atractivo, amigo de sus amigos, comprensivo, gran conversador...Magnífica introducción al estudio del personaje, sobre el cual existe una muy amplia bibliografía
ResponderEliminarEfectivamente, César fascina a los historiadores y a los novelistas (Collen McCullough presenta un César casi perfecto), y éste es un buen ejemplo de profundización en la psicología del personaje. Es una novela que requiere una relectura.
ResponderEliminaralguno tiene un archivo del libro para que pueda leerlo o alguna pagina donde lo pueda encontrar por favor?
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