domingo, 8 de junio de 2014

300, de Frank Miller y Lynn Varley

Novela gráfica convertida en obra imprescindible de la mano de un Frank Miller (nacido en 1957) que aporta el guión y el dibujo, mientras que Lynn Varley pone el color. Publicada en 1998 por el dibujante norteamericano, pronto obtuvo el aplauso del público junto a las más aceradas críticas de los que vieron el cómic como un simplista choque de civilizaciones: occidental-democracia vs. oriental-tiranía.
Frank Miller empezó muy joven a trabajar para Marvel en las historias de Daredevil a principios de los 80. Después trabajó para DC Comics creando el personaje de Ronin o trabajando en las aventuras de Batman. También consigue en los años 90 uno de sus mejores trabajos: Sin City, que sería llevada al cine por Robert Rodríguez. En este sentido, y a diferencia de Alan Moore, es un autor que colabora estrechamente en la escritura de los guiones de sus cómics para el cine, e incluso ha hecho cameos en algunas películas como Daredevil (2003) y Sin City (2005).
Y es que el cómic cuenta el dramático episodio de la batalla de las Termópilas (480 a.C.), que enfrentó a  los espartanos, 300 soldados escogidos junto a su rey Leónidas, frente a los miles de persas dirigidos por el rey Jerjes I que habían iniciado la invasión de Grecia (Segunda Guerra Médica). La heroicidad de la gesta, el sacrificio de los espartanos para ralentizar el avance persa, tiene unos ingredientes ideales para ser narrados en un cómic (historia que también fue llevada de manera más o menos fiel al cine en 2007). Para los que piensan que fue un acto inútil, decir que los persas acabaron saqueando Atenas, para luego ser derrotados por 40 mil griegos, entre ellos el ejército espartano al completo, en la batalla de Platea (479 a.C.), poniendo fin a su invasión. Episodios bélicos de sacrificio inútil hay infinidad en la historia de las guerras (véase la Primera Guerra Mundial), pero éste es uno de los más significativos.
De acuerdo que estamos ante una puesta en escena original, una manera de narrar la historia de forma maestra, con diálogos cortos pero impactantes, unos colores espectaculares, una presentación de los espartanos como guerreros indestructibles que no tienen miedo a la muerte y que hacen de las palabras honor, valentía y disciplina, los pilares en los que la educación espartana se basaba, y que son los ideales que cualquier ejército busca. Leónidas es el rey-héroe que dará su vida por Esparta (y por Grecia), dando ejemplo a sus soldados de lo que debe ser un líder. Y su sacrificio y el de sus 300 soldados, es un ejemplo para los 7 mil soldados griegos que en realidad estuvieron en la batalla de las "Puertas Calientes", griegos de Tegea, Mantinea, Tespia y Tebas, que compartieron con espartanos la gesta de mantener a raya a un gran ejército persa que debía pasar por el embudo de las Termópilas para continuar hacia el sur de Grecia.
Presenta el cómic un solo aspecto de la guerra, el de la valentía y la abnegación por la causa que se defiende, pero ¿acaso están presentes el miedo natural del soldado a la muerte, la nostalgia por la familia o la cobardía? No, al menos en los espartanos, y esto, a mi parecer, hace irreal la historia. No obstante, Esparta era una polis distinta en el siglo V a.C.: esclavista (como todas las polis griegas), monárquica (tenía dos reyes), aristocrática, y con una educación estricta, cruel y selectiva (se eliminaba a los débiles al nacer). Esto ha llevado a algunos a cometer los típicos errores de extrapolación entre época antigua y el siglo XX y hablar claramente de una sociedad "fascista". Ni que decir tiene que para la Italia fascista de Mussolini y para la Alemania nazi de Hitler, la sociedad militarizada de Esparta y sus ideales guerreros eran un modelo educativo a copiar.
De hecho, el propio Frank Miller, criticado porque el cómic supuestamente hace una alabanza de los ideales fascistas, dijo al respecto: "Los espartanos eran un pueblo paradójico. Eran los dueños de esclavos más grandes de Grecia. Pero, al mismo tiempo, las mujeres espartanas tenían un nivel inusual de derechos. En muchos aspectos eran fascistas, pero eran el baluarte contra la caída de la democracia. La comparación más cercana que se puede dibujar en términos de nuestro propio ejército de hoy es pensar en los espartanos con capa de color rojo como si fueran nuestras Fuerzas de Operaciones Especiales."
Por otro lado, también el cómic ha recibido lecturas muy críticas respecto a la xenofobia latente en la historia: los persas son unos salvajes que vienen a esclavizar a la Grecia libre (cuando en Grecia la esclavitud era normal), y traerán la tiranía a una tierra donde las ciudades-estado desarrollan la filosofía, el arte, la democracia, etc. Esa dualidad salvajismo oriental-civilización occidental es muy recurrente en la literatura desde la propia Antigüedad, pero hoy en día ha quedado desfasada. Nuestro insistente eurocentrismo, o grecocentrismo, nos deja ciegos hasta el punto de creer que todo lo que viene de Oriente es negativo (religión, sistema político, filosofía, etc.).
Ya os digo que es un cómic tan interesante porque se presta a muchas lecturas políticas e ideológicas respecto al llamado "choque de civilizaciones" que Huntington definió en 1996 basándose en un criterio religioso. 
En conclusión, puedes leerlo como una exaltación de las virtudes de la vida militar, como una crítica/alabanza de los ideales fascistas, o como una defensa de la cultura occidental frente al fanatismo oriental (como lo entendió el gobierno de Irán), pero de lo que estoy seguro es que no te dejará indiferente, aunque, eso sí, no sea un documento histórico riguroso.

1 comentario:

  1. ciertamente creo que es muy intersante poder leer algo de historia en versión comic.
    Voy a buscarlo para leerlo. ¡Gracias!

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