domingo, 9 de septiembre de 2012

Espejos, de Eduardo Galeano

Mucho me ha gustado este libro que venía recomendado fervientemente desde hace tiempo. Es un libro especial porque cuenta, como el subtítulo aclara, "una historia casi universal", un viaje interesantísimo a lo largo de la Historia, desde sus comienzos hasta principios del siglo XXI, compuesto por pequeños fragmentos de mitos, reflexiones, anécdotas, etc. Una historia compuesta de muchas historias pequeñas que ponen el dedo en la llaga para denunciar algunas de las muchas injusticias, crueldades y maldades cometidas por el hombre en nombre de ésta u otra religión, éste u otro rey o señor, ésta o aquella ideología verdadera, etc. Es un libro para hacer visible a aquellos que no tienen mucho hueco en la historia porque ésta suelen escribirla los que ganan y los que controlan el poder. Descubrimos pasajes dedicados a la mujer y su invisibilidad, a la esclavitud (con especial hincapié en los negros), a los pobres, a los descastados, a los homosexuales, a los judíos, a los gitanos, a los indios, a los extranjeros, a los que no tienen voz para hacerse oir y pasan de puntillas por los libros de historia que mayoritariamente escriben los historiadores occidentales de raza blanca.
Es un libro de "autoayuda" que nos permitirá despojarnos un poquito de nuestro eurocentrismo, "homocentrismo" y racismo natural. Sabemos que en América, Asia y África pasaron cosas muy importantes pero siempre las ponemos por detrás de lo que ha ocurrido en la vieja Europa. Por supuesto la mujer pinta muy poco a lo largo de la Historia y la raza blanca ha sido elegida por el Todopoderoso para llevar las bondades de la civilización a los salvajes que pueblan el mundo. Y entre esas "bondades", cómo no, la religión (monoteísta), en concreto la cristiana católica, que recibe del autor un especial interés puesto que está detrás muchas veces de las mayores atrocidades cometidas por el hombre.
Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940, se hizo periodista y escritor, publicando varios libros traducidos a numerosas lenguas, además de recibir numerosos premios. Tras el golpe de Estado de 1973 en Uruguay, Galeano fue encarcelado y obligado a dejar el país. Se va a Argentina, pero en 1976 debe de nuevo salir huyendo de la dictadura, esta vez la de Videla. Pasará un tiempo en España escribiendo Memoria del fuego (1984) para regresar después a Uruguay. Su libro Las venas abiertas de América Latina fue censurado por las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile. Su género literario combina periodismo, ensayo, historia... pero con una mirada diferente que cautiva.
Y esta mirada diferente me ha abierto los ojos sobre personajes y hechos que interpretaba de una manera sin tener en cuenta otros lados de la realidad, que no siempre es tan sencilla.
Por ejemplo, este fragmento titulado "El filósofo de la libertad":
"Han pasado los siglos y sigue creciendo la influencia del filósofo inglés John Locke en el pensamiento universal.
No es para menos. Gracias a Locke, sabemos que Dios otorgó el mundo a sus legítimos propietarios, los hombres industriosos y racionales, y fue Locke quien dio fundamento filosófico a la libertad humana en todas sus variantes: la libertad de empresa, la libertad de comercio, la libertad de competencia, la libertad de contratación.
Y la libertad de inversión. Mientras escribía su "Ensayo sobre el entendimiento humano", el filósofo contribuyó al entendimiento humano invirtiendo sus ahorros en la compra de un paquete de acciones de la Royal Africa Company.
Esta empresa, que pertenecía a la corona británica y a los hombres industriosos y racionales, se ocupaba de atrapar esclavos en África para venderlos en América.
Según la Royal Africa Company, sus esfuerzos aseguraban un constante y suficiente suministro de negros a precios moderados."

No incluiré, por ser demasiado extenso, el pasaje titulado "Quiéreme mucho", dedicado a los amigos de Adolf Hitler (incluida la Iglesia Católica) que se enriquecieron haciendo suculentos contratos con la Alemania nazi. Hugo Boss vistió al ejército alemán. IBM diseñó un programa de clasificación de judíos. El Deutsche Bank financió la construcción de Auschwitz. IGFarben (luego Bayer) usaba como conejillos de Indias a los prisioneros de los campos, además de como mano de obra. También trabajaban como "esclavos" para Krupp, Thyssen, Siemens, Varta, Bosch, Daimler Benz, Volkswagen y BMW. Y para acabar, los reyes del negocio sucio: los bancos suizos compraron a Hitler el oro de las víctimas judías: alhajas y dientes.
En fin, algunos de estos datos ya los sabía, pero no es nada que nos sorprenda ya con la que está cayendo... ¿verdad?

1 comentario:

  1. Excelente análisis!!! ayuda mucho adentrarnos para comenzar a leer sus libros, y conocer principalmente su pensamiento.

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