lunes, 17 de agosto de 2009

Meditaciones, de Marco Aurelio


Marco Annio Catilio Severo, más conocido como Marco Aurelio (121-180 d.C.), fue emperador de Roma entre el 161 y el 180 d.C. Ha sido considerado por la historiografía, ya desde la Antigüedad, como uno de los mejores emperadores de Roma, si no el mejor. Sucedió a un gran emperador como Antonino Pío, del que Marco Aurelio destaca su aequanimitas, y precedió a uno de los emperadores con peor fama, Cómodo, que fue objeto de una damnatio memoriae por parte del Senado debido a su gobierno despótico y tiránico. Con Cómodo acaba la dinastía Antoninia y comienza para muchos historiadores la crisis del Imperio. Nada que ver con su padre Marco Aurelio, el llamado emperador filósofo, aunque muy a su pesar pasó gran parte de su reinado defendiendo el limes de las incursiones bárbaras tanto en el Rin como en el Danubio.
Durante estas campañas militares, en la década del 170, ya con más de 50 años, escribió una serie de reflexiones filosóficas dirigidas a él mismo (soliloquios) que ha recibido el título de "Meditaciones", una obra cumbre de la literatura latina, un manual de vida que defiende los principios filosóficos del estoicismo, una de las corrientes filosóficas más extendidas durante la Antigüedad.
Es difícil reseñar un libro de estas características, sobre todo para mí, que no suelo leer mucha filosofía, pero reconozco que es una obra que siempre me ha llamado la atención y ya tenía ganas de leerla. Es verdad que puesto que se trata de un compendio de reflexiones que Marco Aurelio hace al final de su vida sobre la manera en la que un hombre debe vivir, es una lectura recomendable para la edad en la que podemos reflexionar sobre la vida y sobre lo vivido, y además es un libro que requiere muchas más lecturas pausadas y que probablemente la impresión que me ha causado no sea la misma que dentro de unos años. Me ha gustado el libro pero reconozco que es un libro que merece ser reflexionado en cada máxima y eso es algo que en estos tiempos de lecturas rápidas y consumo febril cuesta mucho hacer.
La edición que he leído es de la Biblioteca Clásica Gredos, y el libro viene estructurado en 12 libros o capítulos y es muy recomendable la introducción general que hace Carlos García Gual, catedrático de Filología Clásica y un gran conocedor de la novela histórica ambientada en la Antigüedad. En la introducción se cuentan anécdotas interesantes, como por ejemplo que la estatua de Marco Aurelio se conservó gracias a que los cristianos confundieron al emperador con Constantino, emperador de principios del siglo IV d.C. que convirtió el cristianismo en religión oficial en el 313 d.C.
Marco Aurelio no fue un filósofo pero sí un ferviente seguidor del estoicismo, una corriente filosófica que ensalzaba al hombre que se guiaba por la razón y que vivía conforme a la naturaleza, que era capaz de ser "inalterable, en los agudos dolores, en la pérdida de un hijo, en las enfermedades prolongadas", es decir, que podía controlar sus emociones y huir de los placeres terrenales.
Marco Aurelio destaca repetidamente la idea tantas veces expresada por los poetas antiguos del "tempus fugit", el tiempo pasa rápidamente, nuestras vidas son cortas y hay que vivir el presente, "porque sólo se nos puede privar del presente, puesto que éste sólo posees, y lo que uno no posee, no lo puede perder". "Todo es efímero, el recuerdo y el objeto recordado", "el tiempo es un río y una corriente impetuosa de acontecimientos. Apenas se deja ver cada cosa, es arrastrada; se presenta otra, y ésta también va a ser arrastrada".
Consciente de la brevedad de la vida, Marco Aurelio da también, para sí mismo, como para los demás, varios consejos para un correcto modelo de conducta: "abarca pocas actividades, si quieres mantener el buen humor"; "examina siempre las cosas humanas como efímeras y carentes de valor", así no tendrás apego a ellas cuando venga la muerte. El hombre debe ser capaz de "recibir sin orgullo, desprenderse sin apego".
La muerte debe ser soportada con dignidad, es el mismo fin para todos los hombres, los que murieron prematuramente como los que tuvieron larga vida y gran fama. "Es propio de un hombre dotado de razón comportarse ante la muerte no con hostilidad, ni con vehemencia, ni con orgullo, sino aguardarla como una más de las actividades naturales".
Un estoico debe poseer estas cualidades: "la integridad, la gravedad, la resistencia al esfuerzo, el desprecio a los placeres, la resignación ante el destino, la necesidad de pocas cosas, la benevolencia, la libertad, la sencillez, la austeridad, la magnanimidad".
Marco Aurelio cree en los dioses ("respecto a los dioses, por las mismas razones que compruebo su poder repetidas veces, por éstas constato que existen y los respeto") y en la Providencia, o si se quiere en el Destino, pero, ¿hay sitio para el azar? Sí, en un momento dado dice, "y, en suma, si hay Dios, todo va bien; si todo discurre por azar, no te dejes llevar también tú al azar". De nuevo, más adelante, dice: "respecto a los sucesos exteriores, piensa que suceden o bien por azar, o bien por una providencia, y no debes censurar al azar ni recriminar a la providencia".
Este manual de vida estoico, que preconiza el control de las emociones, el huir de los placeres, una vida austera y la aceptación de la muerte como algo natural, qué lejos está hoy día de lo que vemos en esta sociedad compulsivamente consumista, apegada a la vida y a los placeres. Sin embargo, no es Marco Aurelio como un "cristiano" de su época, en el sentido de rechazar esta vida de sufrimiento y esperar una vida futura mejor, no, Marco Aurelio también defiende el "carpe diem", pero considera que el hombre que vive según la naturaleza y racionalmente es aquel que controla sus instintos, sus debilidades y sus emociones. El estoico vive una vida plena y feliz siguiente su modelo de conducta, sabe que la vida es efímera, que lo que hacemos en vida algún día será olvidado, y que cuando le llega la muerte no se apena ni intenta aferrarse como pueda a la vida, sabe que es inevitable, así lo han dispuesto los dioses.
Una gran obra para meditar mucho después de leerla. Lo dicho, no soy gran lector de filosofía, pero también me hago preguntas, como ésta: ¿las cosas suceden por azar o porque viene determinado por una especie de Providencia?

1 comentario:

  1. Gran llibre aquest. Jo el vaig llegir fa uns anys i em va agradar molt, però aquestes obres s'han de rellegir diverses vegades, perquè en cada nova relectura s'aprofundeix i es coneix una mica millor l'essència de la vida. Existeix l'atzar? O potser anomenem casualitats a coses que realment no ho són, però a las quals no trobem explicació?

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