martes, 20 de enero de 2009

La forma del agua, de Andrea Camilleri

Hace un tiempo cayó en las manos de mi pareja un libro de este autor italiano titulado Un mese con Montalbano, leido en su idioma original, un italiano plagado de palabras sicilianas incomprensibles incluso para ella. Le gustó muchísimo y me lo recomendó ya que suelo leer bastante novela negra o de misterio (aunque reconozco que no soy un gran entendido). Ella se ha ido comprando varios libros más del autor y así ha podido comenzar la saga dedicada al comisario Salvo Montalbano, ambientada en la Sicilia actual.
Yo le sigo sus pasos y para comenzar el año 2009 elegí el primer libro de la saga, La forma del agua. Andrea Camilleri es un escritor siciliano nacido en 1925 que crea al personaje de Salvo Montalbano en 1994, es decir, ya con 69 años. El apellido del protagonista de sus novelas es un claro homejane a Manuel Vázquez Montalbán, a quien le unía una estrecha amistad.
La forma del agua se publica en 1994, por lo que es una saga de éxito editorial ya en los años 90. Llego un poco tarde pero a tiempo para engancharme, porque sólo tengo alabanzas para este su primer libro. El libro, en bolsillo son 219 páginas muy amenas, se lee con mucha facilidad puesto que Camilleri hace uso de un lenguaje llano, popular y ágil en el que no tienes la sensación nunca de que sobra una palabra o una frase, está tal cual como hablarían los sicilianos. El comisario Montalbano es un cuarentón que vive solo (su novia vive en el norte de Italia), en una casa a orillas del mar, le encanta la cocina aunque debo reconocer que Camilleri no se recrea tanto en la descripción de los platos como Vázquez Montalbán con su Pepe Carvalho. Su inteligencia y su olfato le permiten resolver el caso del asesinato de un político importante.
Camilleri sitúa la acción en un pueblo imaginario llamado Vigata en el que sus habitantes se convierten en personajes de la trama. Porque hay que decirlo, hay unos personajes bien definidos, una trama muy interesante y un final esclarecedor, como debería tener toda buena novela negra. Por cierto, la mafia está ahí, como no podía ser de otra manera en Sicilia, pero para Montalbano y para los habitantes de Vigata no es más que una característica más de la cultura siciliana, como lo es la corrupción policial y de los políticos.
Es por tanto una novela muy recomendable porque se lee de una sentada y la calidad es muy buena. A disfrutarla.

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