lunes, 23 de marzo de 2009

Els homes que no estimaven les dones, de Stieg Larsson


De vez en cuando hago alguna incursión en libros en catalán para "refrescar" un poco mi vocabulario, ya que no soy valencianoparlante. Suelo elegir autores extranjeros que no escriban en castellano puesto que ya que van a ser traducidos no me importa leerlos en catalán si la traducción es buena. Lo he hecho ya en alguna serie de libros anterior y voy a hacerlo en la trilogía de Stieg Larsson bautizada como Millenium.
El libro, publicado por la editorial Columna, tiene 625 páginas y es la primera parte de una trilogía que ya tiene en las librerías la segunda entrega, y parece que la tercera saldrá en breve. Después de haber leído el libro, que ahora reseñaré, debo decir que es una pena que después de esta trilogía ya no pueda leer nada más de este autor porque desgraciadamente el sueco Stieg Larsson falleció en 2004 (con 40 años) víctima de un fallo cardíaco, por lo visto era fumador y bebedor de cafés compulsivo. Era un periodista reconocido en su país y redactor jefe de una revista sueca, Expo, referente por su lucha contra los movimientos de extrema derecha.
De entrada debo decir que el libro viene precedido por un "boca oreja" muy interesante, de manera que es uno de esos ejemplos, últimamente más raros, en que las editoriales no nos "venden" el producto de forma insistente con ficticios comentarios elogiosos extraídos de no sé cuál revista o con cifras exorbitantes de ejemplares vendidos, sino que poco a poco empiezas a "verlo" por ahí (un artículo en el Babelia de El País, artículos en prensa sobre el autor, recomendaciones sinceras de especialistas en novela negra, etc.) y empiezas a escuchar comentarios positivos sobre el libro, hasta que te decides y lo regalas.
En la contraportada aparece este comentario: "Un consejo: no comiences a leerla un domingo por la tarde o acabarás frotándote los ojos y descubriendo con sorpresa que son las 5 de la mañana y que a las 7 tienes que ir a trabajar. La novela negra de la década". Vaya comentario, cada vez se lo curran más, "la novela negra de la década"...
Bien, no sé si será la novela negra de la década, pero a mí me ha parecido un novelón. Stieg Larsson construye una trama muy interesante: un periodista sueco, Mikael Blomkvist, debe investigar la desaparición de una chica 40 años atrás rastreando en el oscuro pasado de la familia Vanger, que le reportará muchas sorpresas. Para ello contará con la inestimable ayuda de una joven de 24 años, Lisbeth Salander, que debo decir que como personaje es un soplo de aire fresco, me ha fascinado por completo: es bajita, con tatuajes, piercings, muy inteligente y una auténtica hacker como demostrará a lo largo del relato. Y me ha fascinado este personaje porque es una mujer fuerte, independiente, inteligente y que desconfía de los hombres en una especie de "misoginia" femenina que poco a poco tendrá que ir venciendo cuando conoce a Mikael.
De la novela se extrae un tema fundamental como es el de las agresiones sexuales a mujeres, que el autor, con datos reales, nos recuerda que en Suecia desgraciadamente es bastante habitual. Y es curioso porque la moderna sociedad sueca, que tendemos a considerar el paradigma del Estado del Bienestar, esconde también sus sombras o grietas en forma de desequilibrios sociales y psicológicos que acaban en terribles asesinatos. Qué diferentes son los asesinos de la Sicilia profunda, que describe Camilleri, más "cotidianos", con los asesinos de la Europa nórdica, calculadores y fríos como su clima, y a veces incluso más espeluznantes (creo que Henning Mankell va en la misma línea, y reconozco que debo hacer una incursión en este escritor).
Es verdad que el relato no empieza con un ritmo trepidante y que la primera parte, en la que se describe el pasado de los miembros del clan Vanger resulta a veces pesado, pero qué pronto queda olvidado cuando avanza la novela y sobre todo cuando Lisbeth Salander se incorpora a la investigación. Es una novela que va in crescendo en el interés y en el ritmo para acabar de forma sorprendente y a mi juicio, perfecta, cuando todo se va entrelazando de forma natural. Es como el compositor que compone una pieza empezando de forma dubitativa pero cerrando la obra con los acordes justos. Lo cierto es que Larsson cierra la novela sin dejar ni un cabo suelto, como si no hicieran falta más entregas, pero es que Lisbeth Salander nos "pide" que la sigamos durante las siguientes novelas.
Imprescindible si te gusta la novela negra, muy recomendable aunque no seas un apasionado del género. Yo la he disfrutado.