domingo, 27 de diciembre de 2009

Soy leyenda, de Richard Matheson

Soy leyenda es una novela con letras mayúsculas. Escrita en 1954 por el escritor norteamericano Richard Matheson (nacido en 1926), considerado por Ray Bradbury como "uno de los mejores escritores del siglo XX", es algo más que una novela sobre vampiros. Es una novela sobre la supervivencia de un hombre, Robert Neville, el último hombre del planeta después de que una guerra bacteriológica haya diezmado la humanidad y convertido a unos cuantos en vampiros. Reconozco que he conocido la novela después de ver la película protagonizada en 2007 por Will Smith, que me gustó bastante. Sin embargo, aunque la película no es precisamente fiel al libro, el final de éste es también impactante.
La vida de Robert en 1975 es una lucha diaria por la supervivencia, basada en una "rutina" que le ocupa las mañanas buscando provisiones, arreglando la casa, quemando cuerpos de vampiros y matando a aquellos que duermen; por la noche se encierra en su casa y escucha música clásica a un alto volumen para no escuchar a los vampiros que acechan su casa y le llaman. Sentirse solo (su mujer y su hija murieron infectadas) es la mayor carga que debe soportar este hombre, que se refugia en el alcohol y flirtea con el suicidio. A las etapas de abatimiento y depresión le siguen los momentos frenéticos de estudio de los vampiros y su comportamiento, y sobretodo la forma de acabar con ellos.
Su vida "rutinaria" se verá alterada por la aparición de un perro, el primer ser vivo no infectado con el que puede entablar una relación. Poder ganarse la confianza del perro se convertirá durante meses en un motivo para vivir y seguir investigando sobre la naturaleza del virus y la forma de erradicarlo.
Cuando Neville acaba por convencerse que es el único hombre sano que queda en la tierra, aparece una mujer. Por fin, Neville puede hablar con alguien, explicar su trabajo, su vida. Ella reaviva sus esperanzas. Pero ella pertenece a una nueva sociedad, un grupo humano en el que Neville no tiene cabida, porque está sano, él será el monstruo para los otros. El final se lo dejo a los lectores.
La novela plantea un mundo postapocalíptico provocado por las consecuencias del desarrollo armamentístico (armas nucleares, bacteriológicas), un miedo latente en los años de la Guerra Fría ante una posible desaparición de la humanidad. Pero, ¿qué pasa si la humanidad no muere, sino que se adapta a las nuevas condiciones?
A pesar del pesimismo por la destrucción de la raza humana, me quedo con algo que nunca debemos perder, la esperanza. Robert Neville sabía que era el único hombre sano que quedaba vivo, y sin embargo, seguía luchando por sobrevivir. La vida seguía valiendo la pena.

martes, 22 de diciembre de 2009

La máquina del tiempo, de H. G. Wells



Herbert George Wells (1866-1946) fue un escritor e historiador británico, famoso entre otras por sus novelas de ciencia-ficción, entre las que se encuentran las archiconocidas La guerra de los mundos y La máquina del tiempo.
La máquina del tiempo, escrita en 1895, es una novela de ciencia-ficción pero también una reflexión sobre el progreso de la Humaniad. Varias veces adaptada al cine, es una novela corta (138 p.) protagonizada por el Viajero del Tiempo, el cual explica a sus amigos que ha construido una máquina del tiempo para poder viajar en el pasado o en el futuro. Después de realizar un apasionante viaje a un futuro muy lejano (año 802701) regresa para contar su historia, que nosotros conoceremos por los recuerdos de uno de los presentes a la reunión de amigos. En sí, la novela, salvo la introducción, es el relato de las aventuras del Viajero del Tiempo en un mundo futuro que parece idílico al principio, con sus humanos sonrientes y felices, cándidos, inocentes, conocidos como los Eloi, que se alimentan de fruta, viven en palacios en ruinas, y disfrutan de los placeres de la vida. Después de una buena primera impresión, el Viajero del Tiempo pronto comienza a desengañarse: los Eloi simbolizan la decadencia de la raza humana, los libros no existen, los museos han sido abandonados, la vida discurre plácidamente para unos seres que no se hacen preguntas, no inventan, no crean, parece como si todas las preguntas del hombre estuvieran respondidas y ya no hubiera nada que hacer.
Pero junto a los Eloi, que viven en la superficie, habitan en las profundidades oscuras de la tierra, los Morlocks, una raza humana degenerada que come carne humana (se alimenta de Eloi), que lleva tantos años viviendo bajo tierra, junto a las máquinas, que huye de la luz, y se han convertido en seres que más parecen animales que humanos.
El Viajero del Tiempo trata de recuperar la máquina, robada por los Morlocks, ante la pasividad y el miedo de los Eloi, que poco o nada ayudan a nuestro protagonista. La decepción del Viajero es enorme, esperaba un mundo diferente, y lo que encuentra es una raza humana dividida en una clase opulenta pero decadente (los capitalistas) y una clase pobre y degenerada (los obreros). La comparación no es mía, la hace el propio Viajero. Wells introduce la cuestión de la lucha de clases adaptada a un futuro muy lejano.
La lectura del libro imprime en el lector la sensación de pesimismo por plantearnos un futuro en el que los conocimientos adquiridos a lo largo de los siglos por el hombre se han olvidado, el hombre se ha embrutecido y ha entrado en decadencia, y aunque no parece la diferenciación social en la superficie (los Eloi viven en comuna), esos Morlocks son los herederos generacionales de las clases bajas, obligadas a vivir en la miseria y en la oscuridad, pero que acaban por rebelarse contra sus propios amos. ¿Un anticipo de la revolución rusa?
El lector sigue ávidamente las aventuras del Viajero y espera que el futuro sea bien diferente al que nos presenta. Creo que Wells hace que el Viajero quede decepcionado, compartiendo esa decepción con el lector.
Pero el Viajero no se rinde, emprenderá otro viaje al futuro cuyo relato no conocemos. Eso queda para nuestra imaginación. Porque viajar en una máquina del tiempo sigue siendo un viejo sueño del hombre. Y que lo siga siendo.

"No hay diferencia entre el Tiempo y cualesquiera de las tres dimensiones del Espacio, salvo que nuestra conciencia se mueve a lo largo de ellas."

domingo, 13 de diciembre de 2009

El caso Saint-Fiacre, de Georges Simenon

Georges Simenon, el escritor belga nacido en 1903 y fallecido en 1989 en Lausana, era un escritor prolífico (¿quién puede escribir 192 novelas con su firma y algunas más bajo seudónimo?) aunque renunciara a la escritura en 1972, un viajero incansable y un enamorado de las mujeres. En ese mar inabarcable que es la literatura, hasta un autor tan omnipresente puede pasar desapercibido en mi biblioteca, entono el mea culpa. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y por fin he conocido a este interesante novelista, y a su personaje más emblemático, el comisario Maigret de la Policía Judicial francesa. Maigret nace para la literatuta en los años 30 y protagonizará muchas novelas (y también muchas películas). Me abruma decir la cifra: 75 novelas y 28 relatos cortos. Un personaje tan prolífico como su creador.

Simenon construye en El caso Saint-Fiacre (escrita en 1932), la decimocuarta aventura de Maigret, una trama simple, ¿hace falta hacer complejas las tramas para enganchar al lector? Yo la he leído de un tirón. Los personajes son pocos, y entre ellos se encuentra el asesino, porque sí, hay un asesinato y un cadáver, la condesa de Saint-Fiacre, que muere arrodillada en la primera misa del Día de Difuntos. No hay sangre, no hay escenas truculentas. Solo un comisario que vuelve al pueblo de la infancia intrigado porque en los periódicos un anuncio enigmático decía que el día de Difuntos se produciría un crimen en Saint-Fiacre. El pueblo trae muchos recuerdos a Maigret, un comisario cuarentón con pipa en mano, que pronto se convierte en un personaje entrañable al que nos gustaría acompañar en sus pesquisas. Un Hercules Poirot, una Miss Marple, y por qué no, un comisario Montalbano (aunque éste tiene mucho más genio), son otros personajes que me han venido al recuerdo leyendo esta novela. Una novela corta, 137 páginas, de lectura tan fácil como la trama, pero a veces la sencillez no está reñida con la sorpresa. La forma de desenmascarar al asesino es insólita porque Maigret parece un espectador más, aunque la puesta en escena homenajea el modus operandi de Poirot en las novelas de Agatha Christie.

Maigret observa, disecciona y tuerce el gesto al ver la decadencia moral de la sociedad, donde el dinero está por encima de cualquier otra cosa. Maigret resuelve el caso de una manera sencilla, casi sin quererlo, atando cabos mediante la observación de los comportamientos humanos.
Me gusta una frase que leo en la wikipedia sobre Maigret (que como personaje ficticio tiene también su autobiografía), así que la reproduzco tal cual: "A través del comisario Maigret, Simenon nos cuenta historias policiales pero sobre todo nos cuenta historias de personas, pueblos y ciudades, pequeñas historias que trascienden lo local al tratar temas universales".

domingo, 6 de diciembre de 2009

Poemes d'anada i de tornada (Antologia), de Joan Brossa


Joan Brossa, poeta català (1919-1998) es d’aquells escriptors que no et deixen indiferent. Ja fa gairebé deu anys o més, que vaig llegir aquest llibre i he de reconèixer que em va resultar d’allò més interessant, no sols pels seus versos senzills i captivadors, sinó pels seus escrits “escèptics, descreguts i realistes”. Eixa fidelitat a si mateix, ens mostra poemes amb una nitidesa i una visió prou particular que potser no hauriem imaginat.
Joan Brossa va guanyar diferents guardons al llarg de la seva vida com: el premi Lletra d'Or (1981), Ciutat de Barcelona (1987), Medalla Picasso de la Unesco (1988), Nacional d’Arts Plàstiques (1992), Medalla d’Or al Mèrit en les Belles Arts (1995) i el Nacional de Teatre de la Generalitat de Catalunya (1998).
És dificil dir alguna cosa sobre aquest autor quan els seus escrits parlem per ells mateixos. Aquest és un llibre per a gaudir i per a reflexionar. Crec que no calen paraules per a intentar descriure’l, així que deixe una xiqueta mostra de la literatura i d’alguns fragments de converses del poeta.

“La poesia no és una força de xoc, sinó d’ocupació”
“La fidelitat a un mateix esdevé la forma més difícil d’honestedat personal”
“Madurar vol dir saber quedar-se amb l’essencial”
“Allò que no s’engull la societat de consum és el que resta marginat. Davant d’aquesta situació només tenim tres posicions possibles: integrar-se, lluitar contra el sistema o marginar-se.”
“Per als ateus no hi ha resposta al misteri de la vida; per als creients no hi ha pregunta. Estem iguals!”



Si oblido
el passat, igual puc oblidar
un dia el que ara sento
per tu.
Pensa
que, a les nostres
tempestes, s’hi afegeix
la rapidesa
del temps.




¿L’emoció regulada
o
l’intel•lecte emocional?





MIRALL

Allò que penses de mi no em diu
res de mi, però m’ho diu tot
de tu.

martes, 1 de diciembre de 2009

Avantguardista. Manifestos, cal•ligrames i altres poemes, de Joan Salvat-Papasseit



J. Salvat-Papasseit (1894-1924) poeta català que va morir molt jove a causa d’una tuberculosi i, tot i la seva mort prematura va arribar a escriure sis llibres de poemes i altres manifestos.

El seu pare va morir quan ell encara era molt xiquet, i es va haver de criar a l’Asilo Naval, una institució ubicada en un vaixell al port de Barcelona, es per tant aquest marc un dels més destacats al seus poemes: el port, la mar, el far, les gavines, etc.

La seva vida estaria marcada, entre d’altres, per les circumstàncies familiars, doncs a banda de la mort del seu progenitor, s’haurà de fer càrrec de la seva mare vídua amb pocs recursos i un germà més petit. Es llavors quan entra en contacte amb el món del treball i per tant amb l’explotació laboral i començarà a forjar-se dins opcions ideològiques de to radical. Salvat-Papasseit no va disposar de formació acadèmica, no obstant la construcció de la seva personalitat cultural, desordenada i autodidacta es va realitzar durant els primers anys en part gràcies a amistats d’aquell moment. Un ampli ventall literari va completar i complementar la seva formació, mitjançant lectures d’autors com Nietzsche, J. Maragall, C. Riba, J.V. Foix, etc.

El 1918 en J. Salvat abandona la lluita política i tria un alre camp: el literari. Comença activitats i empreses de tipus cultural (editor i constructor de llibres, difusor i autor de manifestos, creador i autor de versos) i troba en “els postulats avantguardistes una plataforma de projecció”. En Salvat-Papasseit va ser un dels seguidors del Futurisme a Catalunya i per tant un pioner en l’escriptura avantguardista d’aquell moment.

Aquest llibre fa un repàs de la seva vida i la seva obra literària, i encara que no es gens voluminós deixa entreveure a un home compromés amb el seu temps i el seu entorn social. Ja fa molts anys vaig llegir un llibre de poemes seu que em va deixar amb bon sabor de boca, especialment pels seus cal·ligrames per a mi totalment desconeguts a la meva edat adolescent i ara he volgut retrobar-me amb els seus versos amb una mirada un poc més madura.


SOTA EL MEU LLAVI EL SEU


Sota el meu llavi el seu, com el foc i la brasa,

la seda dels seus rulls com el pecat més dolç

-i l’espatlla ben nua

ben blanca

l’ombra corba

incitant

de l’esguard:

encara un altre bes

un altre

un altre

-quin perfum de magnòlia el seu pit odorant!




Aquests són alguns dels cal·ligrames que apareixen al llibre: